Opinión

Vivo en mi trabajo, en apenas dos metros cuadrados. La opinión de Salvador Egea Llull

Vivo en mi trabajo, en apenas dos metros cuadrados. La opinión de Salvador Egea Llull
Imagen de Vivo en mi trabajo, en apenas dos metros cuadrados
Vivo en mi trabajo, en apenas dos metros cuadrados. La opinión de Salvador Egea Llull

 

Vivo en mi trabajo, en apenas 2 metros cuadrados, dispongo de una habitación con una litera, 2 camas algo cómodas, aunque pequeñas. Un pequeño salón comedor que hace a su vez de hall. No tengo balcón, pero si dos ventanas con vistas a la calle y una enorme cristalera.

Soy camionero, para más detalle. Desconozco donde terminara mi último trayecto, puede que en un tramo recto, puede que quede indispuesto y no vuelva más a ocupar mi puesto o puede que termine en mi asiento echando los restos por esto.

Esto es a lo que yo llamo vida, no siendo esto vida a veces, para nadie. Al menos nadie que no lo lleve dentro, en la sangre, en su corazón. Esto es sentimiento, oficio, sacrificio, dedicación. Esto es perder parte de tu vida sobre 12 ruedas moviendo el mundo para que no falte nada a los demás. Desde lo más insignificante hasta lo mas vital e importante. Alma itinerante ante un volante, 15 horas diarias máximo.

A veces y no pocas, más, si cuentas presencia. Horas donde decae tu ánimo, donde sientes los golpes de la mano del tirano, donde en tu cabeza esta tu familia, el estres de llegar a tiempo, pero también tu amor por esto. Tu jefe de tráfico tan solo espera que estes a tiempo en el destino sin importar como esté tu camino. Todo es tan fácil desde un ordenador.

Pero hay que estar aquí, 24 horas en la carretera para saber de que va el juego. Manuel Fraga dijo en su dia que eramos turistas pagados. No me pagan por viajar, me pagan por entregar en perfectas condiciones la mercancía, no soy culpable de recorrer otros países, interesarme en sus culturas, su idioma ¿Acaso soy culpable de cumplir mi oficio? Tiro herrado con ese comentario.

¿Qué sabría Fraga de conducir sin horarios, de no dormir, de pasar meses fuera sin venir a tu casa, de tener que taparte con una manta mientras conducías, no había calefacción, luz, aire, ni cama´. Valor y amor para soportar estar falto de los tuyos, de tu hogar, de saber cuando te vas pero no cuando llegas? ¿Qué sabrá la sociedad general ni nadie de lo que es este oficio. Tan lleno de falsos tópicos, tan poco respetado, tan rico en su historia y desarrollo, tan importante para un país, para el mundo entero?.

¿Qué sabrán ellos?, van en sus coches ajenos a estos monstruos que tan solo importa que no entorpezcan el camino hacia vuestro destino. Sin pensar que no vamos de paseo ni turismo. Conducimos por trabajo, por que este oficio lo sentimos y vivimos.

Foto de archivo