Opinión

La guerra online entre autónomos y asalariados. La opinión de Fernando Guillén

La guerra online entre autónomos y asalariados. La opinión de Fernando Guillén
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La guerra online entre autónomos y asalariados. La opinión de Fernando Guillén

Ha estallado una guerra, sobre todo en redes sociales, entre autónomos y asalariados. Ya existían ciertas divergencias, pero estas se acrecentaron a raíz de las movilizaciones de la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte.

Vamos a dejar claro algo: Plataforma fue una buena idea, que desde el principio ha sido manipulada con fines políticos, usando las más que buenas intenciones de los que desesperadamente pedían auxilio en beneficio de unos intereses bastardos. y eso terminó destrozando, como hemos visto el día 14 de noviembre, pero la idea era buena: reunir a autónomos y microempresas para conseguir mejores condiciones y también forzar ciertos cambios en las reglas del juego que beneficiaban a las grandes corporaciones. Nada que objetar.

El problema surge con los números: En España tenemos 500.000 conductores profesionales y 103.000 empresas de transporte a día de hoy según Fenadismer, de ellos, 210.000 son autónomos. Las cifras del Ministerio son otras, dentro de "transporte y almacenamiento" se indica que hay 64.155 empresa con asalariados que emplean a 763.000 trabajadores, y 127.000 empresas de autónomos sin asalariados https://apps.fomento.gob.es/bdotle/visorBDpop.aspx?i=245.

Lógicamente incluye a todos los que tienen un vehículo de transporte de mercancías, y entre las empresas contabilizadas están en realidad autónomos que se constituyen en S.L. con dos, tres, cuatro camiones. ¿Qué sucede entonces con estos números? Fácil: Sin la participación del conductor asalariado, sea voluntariamente o a la fuerza como sucedió en marzo, no hay forma de parar el país..., de ahí los continuos llamamientos de la Plataforma a que se unan los conductores asalariados, estableciendo ganchos como la jubilación anticipada o el convenio único, a pesar de que saben que el convenio único no depende del gobierno, sino de los agentes sociales (uno de ellos, la parte empresarial, de la que los asociados a la Plataforma forman parte) y otra los sindicatos.

Estos últimos estarían encantados de tener un convenio único, quien no lo desea es la parte empresarial, y si no que la Plataforma diga si todos sus asociados estarían dispuestos a aceptar el convenio colectivo como el de Guipúzcoa o el de Valencia..., por supuesto que no, ellos querrán Teruel, Soria, Badajoz..., por eso no hay convenio único. Y esto junto con la jubilación o el reconocimiento de enfermedades profesionales es algo que los sindicatos llevan luchando décadas, pero es que recordemos que la Plataforma aparco en marzo todos esos temas en favor solamente de aquellos que verdaderamente interesan a los empresarios: El control de precios de sus servicios. Lo demás, allí quedó y claro, muchos de los asalariados que simpatizaban inicialmente con ellos se dieron cuenta de la jugada y no van a volver a picar.

Pero es que además ¿Alguien se imagina una mesa de negociación colectiva donde quien representa los intereses de patronal (la Plataforma) sea la misma que representa los intereses de los empleados?, hombre, ¡¡Por favor!!, menudo sentido del humor.

La realidad, tozuda, es que el colectivo de pequeñas empresas y autónomos no cumplen ni quieren cumplir ni van a cumplir salvo que les fuercen a ello las condiciones laborales fijadas en los convenios colectivos y en la propia legislación laboral, unos porque no les da la gana y punto, y otros porque sencillamente no pueden hacerlo con su facturación. Y luego está el que es simplemente autónomo y lo que hace es competir con el asalariado en plan "low Cost", es decir, ganando prácticamente lo mismo, cuando no menos, y siendo una auténtica bicoca para la empresa que lo contrata, que a su vez pretende rebajar las condiciones de sus propios asalariados en base a la existencia de esos autónomos "low cost".

Precisamente por ello es que un asalariado difícilmente puede ir de la mano de un autónomo a negociar nada, y por eso precisamente hay una guerra especialmente con esos autónomos "low cost". Y es que en España, el 70/75% de conductores asalariados trabaja para microempresas y autónomos, y muy pocos lo hacen para empresas por encima de los 100 camiones, y ya no digamos de los 1.000; que son precisamente las que ofrecen mejores condiciones laborales. Ese es un enorme problema del sector, porque no se trata solo de pagar, sino de respetar lo establecido en cuanto a bajas laborales y claro ¿Qué pasa cuando un autónomo con cuatro conductores tiene uno de baja durante varios meses?, pues que le para un 25% de la empresa y lo que suele suceder es que intenta forzarle a tomar cuanto antes el alta, es decir, las condiciones laborales con este tipo de empresas son muy malas de forma general.

Es decir, aquellos que nos piden apoyo en una "huelga" que no es tal, sino un cierre patronal sin la cobertura legal de una huelga, son los mismos que nos explotan..., y son los mismos que cuando se hinchan a ganar dinero no mejoran las condiciones, por ejemplo durante la pandemia, y son los mismos que una vez beneficiados de las medidas de este Gobierno tampoco mejoran las condiciones y los mismos que les molestan las inspecciones y piden que no les entorpezcan, cuando España está a la cola en inspecciones de Europa Occidental.

Cada vez más asalariados entienden que el camino es otro. Cada vez más se niegan a aceptar condiciones fuera de las legalmente establecidas, cada vez más están denunciando, bien de forma anónima de motu propio o bien a través de las organizaciones sindicales, y cada vez son más las empresas que se están dando cuenta que la impunidad se termina, que aún siguen haciendo lo que les da la gana, pero cada vez con más presión de la soga en su cuello.

No se trata por tanto de una guerra. Se trata de dos colectivos que defienden cada uno cosas diferentes: Unos que luchan por no desaparecer en medio de un mercado fuertemente competitivo, y donde se juegan su propio patrimonio. Otros que luchan por obtener las mejores ventajas legales como pequeñas empresas que les permitan el juego con las grandes, y otros que luchamos por que se cumplan los convenios colectivos, la legislación laboral y el papel de los organismos de inspección como elemento represor del Estado a las conductas ilegales; todos ellos objetivos muy diferentes entre sí y que de ninguna manera pueden ir de la mano, y la única diferencia entre que ahora esto sea más público y lo que sucedía hace años que la gente se callaba, es que ahora la ausencia de conductores hace posible la crítica abierta, y antes esto era imposible porque la represión en las empresas y las listas negas hacian la labor reinvidicativa y crítica imposible, y esa impunidad se está terminando.

Pero nadie ha dicho desde el colectivo de asalariados que los autónomos no tengan sus razones,que las pequeñas empresas no tengan sus motivos, con los que incluso simpatizamos los asalariados en muchas ocasiones, pero no podemos ir de la mano con aquellos a los que tenemos que exigir el cumplimiento de aquello que no quieren cumplir, y donde tenemos que establecer desde ya lo que tiene que ser un lema: "si no puedes pagar un convenio, no contrates", y yo les diría a alguno, que si no sabes hacer tus estudios de mercado y tus numeros, no te metas donde no debes, porque conducir es una cosa, y gestionar una empresa, otra..., y los números, señores, se hacen desde esa legalidad, no desde lo que le conviene a cada uno, por eso algunos no nos metimos a comprar camiones, se supone que el que se metió sabía lo que hacía ¿No?.

¡¡Buena ruta a todos!!.

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