Opinión

"Un mar de dudas". Opiniòn de Manuel Pérezcarro Martín

"Un mar de dudas". Opiniòn de Manuel Pérezcarro Martín
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"Un mar de dudas". Opiniòn de Manuel Pérezcarro Martín

Dice el dicho que las prisas no son buenas consejeras y se puede aplicar perfectamente a las negociaciones que ha mantenido el Departamento de mercancías del Comité Nacional de Transportes con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, negociaciones que han dado como resultado la publicación de dos normas, el Real Decreto-ley 3/2022 de 1 de marzo y el Real Decreto-ley 14/2022 de 1 de agosto de medidas para la mejora de la sostenibilidad del transporte de mercancías por carretera.

Es cierto que el Comité Nacional llevaba varios años reclamando de la Administración la implantación de una serie de medidas que hiciesen frente a los problemas que arrastra el sector y que lo hacen insostenible. Para que la Administración decidiese sentarse a la mesa para escuchar nuestras reivindicaciones, hizo falta recurrir a la convocatoria de un paro por parte del Comité Nacional en julio de 2020 que no llegó a realizarse al obtener un compromiso escrito del Ministerio de Transportes de sentarse a negociar y tratar de resolver las reivindicaciones planteadas.

Entre las restricciones de la pandemia, los cambios sufridos en el MITMA con nombramiento de una nueva ministra y un nuevo equipo directivo, además de la falta de voluntad real de solucionar los problemas, el tiempo pasaba y las reuniones se sucedían sin que se lograra avance alguno. La mesa de negociación que se constituyó con los cargadores a instancias del MITMA se abandonó por el Comité Nacional ya que no aportaba nada y solo producía una pérdida de tiempo.

Y así llegamos hasta octubre de 2021 mes en el que se publicaba la Ley para luchar contra la morosidad en el ámbito del sector del transporte de mercancías por carretera, pero del resto de los compromisos adquiridos por el MITMA, nada de nada.

Ante esta situación, y para forzar la negociación, el Comité Nacional convocó un nuevo paro para mediados de diciembre.

Esta posición del sector sirvió de nuevo de revulsivo para forzar al MITMA a sacar adelante los compromisos pactados y aceptados por éste y por fin, el dos de marzo de 2022 se publicaba el Real Decreto-ley de medidas para la mejora de la sostenibilidad del transporte de mercancías que respondía en gran medida a las demandas del sector reivindicadas durante muchos años.

En esta norma, no obstante, había algún un aspecto que no reflejaba las propuestas del Comité Nacional como el relativo a la prohibición de la carga y descarga por parte del conductor del vehículo y cuya redacción era inconcreta, hasta el punto que se fijó un plazo de seis meses para su desarrollo reglamentario.

Algo más tarde, en junio, y como consecuencia de la invasión de Ucrania y la subida disparatada del precio del combustible, se aprobaron otras medidas.

A partir de entonces y debido de un lado a la presión de los cargadores, que no querían de ningún modo llegar a septiembre sin saber en qué forma les iba afectar la prohibición de la carga y descarga por el conductor y por otro ante la amenaza de un nuevo paro convocado por la denominada Plataforma para la defensa del sector, organización no perteneciente al Comité Nacional y que ya había promovido un paro en el mes de marzo con efectos indeseables, desde el Ministerio de Transportes se forzaron una serie de reuniones consecutivas en las que presentaban sus propuestas pero no se admitían, en la mayor parte de los casos los argumentos y propuestas del Comité Nacional y así, salió el bodrio legislativo que es el Real Decreto-ley 14/2022 de 1 de agosto.

Baste decir que el Comité Nacional ha enviado al MITMA una relación de más de noventa preguntas para que se aclaren las dudas surgidas en la interpretación de esta norma, recogidas de las que trasladan las empresas a las distintas asociaciones. En fin, un despropósito y de difícil arreglo, pero es lo que hay.

Foto de archivo