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¿Quién te obligó a comprar un camión? "El Camionero en ruta". Opinión

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¿Quién te obligó a comprar un camión? "El Camionero en ruta". Opinión

¿Quién te obligó a comprar un camión? Esa es la respuesta que le suelo dar a aquellos que me dicen que me compre un camión cuando entramos en un debate-discusión sobre la situación del transporte de mercancías por carretera en España, la gran mayoría de las veces es una especie de diálogo de sordos con transportistas autónomos.

Vamos a ver: Con la misma libertad que los transportistas autónomos tomaron la decision de comprarse uno o varios camiones, otros elegimos seguir siendo simplemente conductores asalariados, por mucho que nos llegaran "cantos de sirena" para cambiar nuestra situación laboral de trabajadores por cuenta ajena por la de conducir nuestro popio camión o montar nuestra empresa de transportes.

A lo largo de mi vida he tenido compañeros que si tomaron la decisiòn de convertirse en auto-patronos o empresarios con varios camiones. A algunos, no muchos, les ha ido más o menos bien, otros terminaron completamente arruinados por meterse en un negocio del que lo único que sabían era conducir, hacer trampas con el tacógrafo y explotar a los conductores que empleaban, con las consiguientes visitas a los juzgados de los social por las demandas, otros continuan como pueden, se han desecho de camiones y sobreviven con un solo camión a salto de mata de quien les paga más por las cargas.

Evidentemente respeto al máximo su decisión de convertirse en transportistas con un solo camión o en empresarios, del mismo modo que pido que respeten mi decisión de seguir siendo un conductor asalariado, pero eso no es motivo para que te suelten rápidamente eso de "comprate un camion y verás". No, porque cuando una persona toma una decisión tan importante sobre su modo de ganarse la vida tiene que ser completamente consecuente con su decisión, saber muy bien donde se mete, tener un estudio detallado de cuales son sus costes de explotación para saber a qué precio por kilómetro recorrido tiene que contratar las cargas y no lamentarse constantemente de que le explotan, que el transporte es una "mierda" y que el gobierno de turno es el verdadero culpable de su incapacidad como empresario.

Esas excusas no me valen, son auto-disculpas hipócritas cargadas de cinismo en lugar de reconocer sus propios errores como gestores. Nadie tiene la culpa de que decidieran dejar de comprar y vender vacas para meterse en el transporte simplemente porque veían a otros que les iba bien con camiones; nadie tiene la culpa de que no sean capaces de hacerse valer por la calidad de su trabajo y vayan desde el primer dia que salieron a la carretera con el primer camión contratando viajes de quinta o sexta mano que otros no quisieron.

Nadie tiene la culpa de que no sean capaces de decir "¡No!", cuando les ofrecen una carga que no es rentable y apenas da para pagar el gasóleo. Nadie tiene la culpa de que se sumen a demandas y paros pidiendo la famosa carta de porte y eso de no trabajar por debajo de pérdidas, y que ahora no sepan como incluir el precio de los transportes que realizan en esa carta de porte; absoluta y completamente ignorantes de que con eso de incluir el precio de los transportes en la carta de porte, se han arrojado en manos de hacienda porque es una auténtica fiscalización del transporte.

Sencillamente porque, por ejemplo, yo como conductor asalariado cuando he trabajado para un empresario que no cumplia con las condicciones económicas y laborales pactadas, le mandaba a paseo y me iba a trabajar para otro empresario que si lo era de verdad y su empresa era un modelo de gestión y de trato con los trabajadores, sencillamente porque lo que más vale en esta vida es la libertad para no ser esclavo de nadie, ni sumiso a personas déspotas y para nada profesionales.

Así que eso de "comprate un camión y verás", no me vale, ni tampoco esas quejas de incompetentes profesionales que no saben hacerse valer, tanto como transportistas autónomos, como asalariados, que también los hay, porque están todos los días quejándose en conversaciones de grupos en centros de carga y descarga o en las redes sociales. Porque solo son una muestra de su falta de personalidad para hacerse valer por la calidad de su trabajo y su profesionalidad. Por lo que cada uno debe ser consecuente con sus actos y hacerse responsable de sus propias decisiones, y no vale echarle la culpa a los cargadores, a las asociaciones, al gobierno de turno o a la falta de lluvia en primavera.

Como siempre: ¡¡¡Buena ruta, tanto en la carretera como en la vida!!!.

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