Estados Unidos pide sistemas de detección de alcohol en todos los vehículos nuevos
Redacción.- La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) de EE. UU. está pidiendo que se incluyan sistemas de detección de alcoholismo en todos los vehículos nuevos, de acuerdo con las nuevas recomendaciones publicadas a principios de este mes.
La NTSB recomienda la instalación de tecnologías en los vehículos que puedan limitar o prohibir que los conductores discapacitados operen sus vehículos, así como tecnologías para evitar el exceso de velocidad, que incluyen:
- Requerir sistemas pasivos de detección de deterioro por alcohol integrados en el vehículo, sistemas avanzados de monitoreo del conductor o una combinación de los dos que serían capaces de prevenir o limitar la operación del vehículo si detectan el deterioro del conductor por el alcohol. La NTSB recomienda que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU. (NHTSA) exija que todos los vehículos nuevos estén equipados con dichos sistemas.
- Incentivar a los fabricantes y consumidores de vehículos para que adopten sistemas inteligentes de asistencia de velocidad que prevengan accidentes relacionados con la velocidad. Esta es una reiteración de una recomendación anterior de la NTSB a la NHTSA.
En la Unión Europea, el Reglamento General de Seguridad implementado recientemente requiere una gama de nuevas tecnologías de seguridad obligatorias en los nuevos tipos de vehículos a partir de julio de 2022. La lista de medidas incluye Asistencia Inteligente de Velocidad (como mínimo, una versión que advierte al conductor cuando superar el límite señalado actualmente), así como la obligación de habilitar la instalación de un dispositivo de bloqueo de alcohol en caso de que sea requerido por ley o voluntariamente. También serán necesarios sistemas avanzados de alerta de distracción y atención, este último a partir de 2024.
Conducir bajo la influencia del alcohol sigue siendo una de las principales causas de accidentes con lesiones en los Estados Unidos. Desde el año 2000, más de 230,000 personas han perdido la vida en choques que involucran a conductores bajo los efectos del alcohol según la NHTSA. En 2020, se estima que ocurrieron 11,654 muertes en choques por problemas de alcohol. Este número representó alrededor del 30 por ciento de todas las muertes de tránsito ese año y un aumento del 14 por ciento sobre las 10,196 personas que murieron a causa de accidentes bajo los efectos del alcohol en 2019.
El exceso de velocidad también es un problema que la investigación sugiere que está empeorando en Estados Unidos. En 2020, hubo 11,258 muertes en choques en los que al menos un conductor iba a exceso de velocidad, según la NHTSA. El exceso de velocidad aumenta tanto las posibilidades de verse involucrado en un choque como la gravedad de las lesiones por choque.
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