Opinión

Estamos en el camino. "Camionero García". Opinión

Estamos en el camino. "Camionero García". Opinión
Imagen de estamos en el camino
Estamos en el camino. "Camionero García". Opinión

Estamos en el camino para conseguir que el sector del transporte de mercancías por carretera en España tenga un futuro rentable y digno, pero no va a ser fácil. Será un duro camino, tortuoso, donde muchas empresas se quedarán en ese camino.

Digo esto, porque para conseguir el objetivo también debe haber una limpieza dentro del sector y aquí quien tiene las de perder son las microempresas y los autónomos, que son en definitiva, las que menos posibilidades de transformación tienen. Son empresas de dedicación exclusiva, hacen transporte efectivo y soportan los costes y las comisiones de los múltiples intermediarios, a los que sí o sí hay que meter mano, si se quiere conseguir un sistema eficiente y rentable. 

Pero no hay que echar balones fuera, como están acostumbrados algunos ególatras y voceros del caudillismo más rancio, desfasado y simplista que se atisba en la realidad del transporte.

Todos, en mayor o menor medida, somos cómplices y culpables de una situación que nos ahoga y nos desespera, en lo económico y en lo social. Y digo todos, porque también los conductores asalariados han hecho dejación de sus derechos y obligaciones para un cumplimiento efectivo de los convenios provinciales que les permitieran una mejor calidad en su quehacer diario, primando el pago por kilómetro o la interpretación de estos en forma de dietas no cotizables, siendo cómplices de la estafa a la seguridad social y minusvalorando así sus emolumentos ante una posible baja laboral o la futura percepción de su jubilación. 

Así pues, entendemos que esta dejación es aprovechada por una patronal sin escrúpulos para abusar de los trabajadores y competir a la baja en precio y calidad de servicio en la consecución de nuevos clientes. Clientes a los que se les abría la puerta para exigir servicios que van más allá del cumplimiento de la legalidad vigente.

Ahora esto ya debe de quedar superado por las concesiones que este gobierno ha hecho a las patronales del sector, dándoles las herramientas para que no haya que trabajar por debajo del coste real de cada uno y poniendo límites a muchos de los abusos que acuciaban al propio sector. Y lo ha hecho a través de las negociaciones con el CNTC, aunque no guste y sea verdad que es un organismo obsoleto de cuya elección dejan muchas dudas de ser democrático y transparente, pero ahí está.

Es muy loable que el gobierno a través de las administraciones correspondientes, haya informado de estos avances a Plataforma, que menos, porque ella fue el detonante, junto con la coyuntura actual para movilizar al sector y a la que agradecen las patronales tradicionales el paso dado, pero a la que no tienen en cuenta y que no va a ser un problema en el futuro, vista la estrategia ocultista y unipersonal que tiene su gestión. Eso se desprende de su día a día en la comunicación.

Pero más allá de esto, porque hay que reconocer la labor de Plataforma en lo conseguido y me llama la atención que su apuesta más importante era la ley de cadena del transporte y no trabajar a pérdidas y que al principio se apropio el éxito y ahora no les parece más que un fracaso en la práctica. No se que esperaban que hiciera el gobierno, porque nadie regala nada en estos tiempos y menos cuando uno se mueve a nivel empresarial, con sus obligaciones fiscales y laborales, muchas de ellas sin cumplir y tal vez sea por esto y su poca formación sobre la gestión la que haga que muchos solo vean el abandono como una salida a su situación.

Y no es menos digno abandonar, pero lo sería más si reconocieran su poca aportación al saneamiento del sector, su sumisión a los abusos establecidos por los operadores y por su inacción ante los problemas acuciantes, no siendo partícipes del asociacionismo pero si detractores de aquellos a los que con su discurso y palabrería ensucian a los que se dejan la piel en pos del bienestar de los trabajadores del sector, ya sean propiamente autónomos o asalariados.

Como digo estamos en el camino, pero para que sea un éxito hay que ser autocrítico y proactivo. Es importante entender la normativa para protegernos de los abusos, pero también debemos aplicarla, aunque sea más engorrosa administrativamente. Debemos siempre ser escrupulosos en el cumplimiento de la norma, porque así evitaremos sanciones y con ello seremos más eficientes a la hora de exigir nuestros derechos. Todo ellos nos hará más fuerte a todos frente a los que nos quieren sumisos y explotados, ya sean conductores asalariados o conductores autónomos, porque el abuso viene de muchas direcciones, incluidos aquellos a los que se les llena la boca de defender los derechos de los trabajadores pero que no se mueven un ápice para cumplir con sus obligaciones para con ellos.

Olvidarse de los voceros agoreros, que pretenden derrocar gobiernos más que en solucionar los problemas del sector, no seguir a los abrazafarolas y meapilas que hablan sin parar pero no dicen nada y si sentarse serenamente y hacer la reflexión que necesitamos todos, seamos autocríticos y hagámonos la pregunta adecuada, ¿estoy actuando correctamente para hacer de mi trabajo un trabajo rentable, eficiente y digno? Ese es el camino y no el disparar a diestro y siniestro en la dirección equivocada.

Tengo claro que todos tenemos sitio en un sector tan vivo como lo es el transporte por carretera, pero cambiando la mentalidad y la forma de actuar. Si no puede ser como empresa se puede ser un buen profesional como conductor por cuenta ajena y así poder seguir con una profesión a la que muchos aman pero abandonan por ese discurso negacionista de los agoreros del todo, a los que hay que dar poca publicidad, por la buena salud de cada uno y del propio sector.

Más artículos de opinión de Camionero García  Prohibida su reproducción parcial o total sin el permiso expreso y por escrito del autor y el editor.

Foto de archivo