¿Conoces los mitos y verdades que planean sobre los vehículos eléctricos?

¿Conoces los mitos y verdades que planean sobre los vehículos eléctricos?
Imagen de recarga de coches eléctricos
¿Conoces los mitos y verdades que planean sobre los vehículos eléctricos?

Redacción.- La movilidad eléctrica avanza a pasos agigantados gracias a un contexto en el que las políticas públicas incentivan el despliegue del vehículo de energía alternativa. Tal y como se desprende del último informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), las ventas de coches eléctricos alcanzaron los 6,6 millones de unidades en 2021 a nivel global, triplicando así las cifras de 2019. Al inicio de la pandemia, solo la mitad de los españoles tenía en cuenta este tipo de vehículos como una opción real, unos datos que han crecido a día de hoy hasta un 73%, según las conclusiones de una encuesta elaborada por Oliver Wyman.

Sin embargo, los mitos sobre los coches eléctricos siguen suponiendo una barrera de entrada para los potenciales usuarios de la electromovilidad. En el camino hacia la movilidad sostenible, Power Dot, uno de los OPC con mayor crecimiento en Europa, desmonta los tres principales mitos sobre este tipo de vehículos:

1.- Mayor desembolso económico: el mayor obstáculo para los consumidores, sobre todo en España, es el coste, pero esto no es más que una verdad a medias. Aunque es cierto que –dado el precio de la batería– el desembolso inicial puede ser mucho mayor que si se opta por comprar un coche de combustión, el plan MOVES III subvenciona hasta 7.000€ para la adquisición de un vehículo eléctrico.

A medida que se van desarrollando las baterías, la extracción de los materiales –cuyos precios son muy volátiles– se acelera y la producción va siendo masiva. Así, el precio de los coches eléctricos irá equiparándose a los de gasolina y diésel. Además, según el Índice de Costes de Coche 2021 de LeasePlan, hoy por hoy, en la mayoría de los países europeos, los coches eléctricos compactos y de tamaño medio son totalmente competitivos en costes en relación con los vehículos con motor de combustión.

El motor eléctrico, la electrónica y el sistema de carga integrado en los vehículos alternativos no precisan de mantenimiento, lo que se traduce en un ahorro de tiempo y dinero durante el periodo de vida del coche. Por el contrario, los motores tradicionales –que tienen alrededor de 30.000 elementos sometidos a desgaste, es decir, un 60% más que los eléctricos– requieren de la sustitución de sus piezas de forma periódica (los filtros, el aceite, o el embrague, entre otros).

2.- Falta de autonomía: actualmente, los coches eléctricos más comunes en el mercado y más nuevos pueden recorrer sin recargar entre 400 y 700 kilómetros de media. Si utilizamos un cargador de 150 kW, podemos cargar nuestra batería del 0% al 80% en apenas 15 minutos, es decir, el mismo tiempo que gastamos cuando paramos a echar gasolina, aprovechando el descanso para ir al baño.

Esto significa que, en los desplazamientos de largo recorrido, cuya distancia puede oscilar entre 400 y 1000 kilómetros, deberemos parar al menos dos veces. Teniendo en cuenta que se recomienda descansar, como mínimo, cada 2 horas al volante o cada 150/200 kilómetros recorrido, viajar en coche eléctrico con una buena planificación de las paradas no presenta más inconvenientes que hacerlo en vehículos de combustión interna.

3.- Velocidad limitada: el motor de los coches eléctricos sólo tiene una velocidad, equivalente a la quinta marcha de los vehículos convencionales o térmicos. El tercero de los falsos mitos que se vierten es el que dice que los coches eléctricos no alcanzan ni los 100 km/h, ya que estos pueden igualar las velocidades de muchos de los vehículos convencionales.

Para aumentar las prestaciones del motor eléctrico y reducir el consumo de energía, son muchos los coches eléctricos que tienen la velocidad limitada electrónicamente entre los 130 y 150 kilómetros por hora. Sin embargo, esta velocidad máxima es más que suficiente para los límites de velocidad que se pueden alcanzar en las carreteras españolas y europeas.

La realidad sobre la movilidad eléctrica

No obstante, no todo lo que se dice de los coches eléctricos está alejado de la realidad. Alrededor de los mitos expuestos anteriormente, existen varias verdades que planean sobre este tipo de vehículos:

1.- Son mejores para la ciudad: además de las restricciones medioambientales de las grandes urbes –para mejorar la calidad del aire de las ciudades y, por ende, ralentizar el cambio climático–, los coches eléctricos son más idóneos en las ciudades ya que aprovechan el freno regenerativo para recuperar parte de la energía. Asimismo, al frenar en un semáforo el vehículo se apaga y no consume batería, mientras que en los de combustión se gasta más al encender el motor.

Otros aspectos que hacen que la elección de este tipo de vehículos sea la mejor para la ciudad es que presentan costes de uso inferiores a los coches de gasolina o gasóleo, beneficios fiscales y aparcamiento gratuito en la vía pública.

2.- La red carga pública es limitada, pero se encuentra en constante expansión: actualmente, España cuenta con 13.411 infraestructuras de acceso público. Con respecto a Europa, nuestro país se encuentra entre los últimos puestos con 10 puntos de recarga por cada 100.000 habitantes. No obstante, desde los organismos públicos se está impulsando la infraestructura de recarga para vehículos eléctricos en la vía pública. El objetivo es disponer de 100.000 puntos de recarga públicos en 2023.

Asimismo, operadores de cargadores para vehículos eléctricos están abogando por el futuro de la movilidad sostenible. En esta línea, el objetivo de Power Dot es integrar los cargadores en la vida de las personas a través de la instalación de infraestructuras en los lugares más concurridos de forma habitual.

Foto: Power Dot