Solaris obtiene sus primeras Declaraciones Ambientales de Producto (EPD)

Solaris obtiene sus primeras Declaraciones Ambientales de Producto (EPD)
Solaris Urbino 18 eléctrico
Solaris obtiene sus primeras Declaraciones Ambientales de Producto (EPD)

Redacción.- Solaris ha obtenido sus primeras Declaraciones Ambientales de Producto (EPD) para sus dos modelos de autobús, el Solaris Urbino 18 eléctrico y el Solaris Urbino 12 híbrido. Las EPD son una fuente de información reconocida y confiable sobre el perfil ambiental de los productos. Una Declaración Ambiental de Producto es una etiqueta ecológica internacional que brinda a los clientes datos sólidos sobre el impacto ambiental del ciclo de vida completo de un producto determinado.

Las EPD son una fuente reconocida y confiable de conocimiento del desempeño ambiental de un producto. Se elaboran en base a un estudio LCA (Life Cycle Assessment). El proceso de evaluación de impacto ambiental tiene en cuenta todas las etapas del ciclo de vida del producto: desde la extracción y transporte de materias primas, pasando por la fabricación de componentes y del autobús, el transporte del producto terminado hasta el cliente, hasta la operación, mantenimiento y eliminación del autobús al final de su ciclo de vida.

Para obtener una EPD, es necesario pasar por un proceso de verificación muy extenso, realizado por un experto independiente. Este proceso de evaluación se basa en verificar si el análisis LCA, que es el punto de partida para la elaboración del certificado EPD, se ha realizado de acuerdo con las PCR (Reglas de Categoría de Producto UN CPC 49112 y 49113), el GPI (Programa General Instrucciones) y las normas ISO 14025, ISO 14040, ISO 14044.

El alcance del análisis LCA es extremadamente detallado. Para la fase previa a la fabricación de un determinado vehículo (UPSTREAM) se realiza la evaluación de la huella ambiental que se relaciona, entre otros, con: la extracción de materias primas, el procesamiento de materiales básicos utilizados para la fabricación de componentes (por ejemplo, aluminio, acero inoxidable, polietileno, elastómero, vidrio), la finalización de todos los procesos relacionados (transporte, consumo de energía y agua), y los residuos generados en estos procesos junto con su gestión.

Una valoración similar se realiza en la fase de fabricación del vehículo (CORE), donde también se tiene en cuenta el transporte del vehículo desde la planta de montaje hasta el cliente final.

Como parte de la evaluación de la etapa operativa del vehículo (DOWNSTREAM), se toman en consideración, entre otros, los siguientes factores: la producción y consumo de combustible o electricidad durante la etapa de operación, la producción de materiales de servicio del vehículo, la producción de consumibles y repuestos (basado en un programa de mantenimiento preventivo para vehículos de carretera), residuos de consumibles y repuestos (basado en un programa de mantenimiento preventivo para vehículos de carretera), y la clausura del vehículo después de su uso. En esta etapa también se determinan las posibles tasas de reciclabilidad y recuperabilidad, según ISO 22628:2002.

La declaración ambiental de producto no es un certificado típico. Debe ser percibido como un documento que comunica información sobre el impacto ambiental del producto en las distintas etapas de su ciclo de vida: desde la extracción de materias primas, pasando por la fabricación de componentes, transporte, montaje, uso y mantenimiento, hasta su eliminación. Las EPD confirman el compromiso de los fabricantes de medir y reducir el impacto ambiental de sus productos y les permiten reportar este impacto de una manera muy transparente. Es importante destacar que las EPD son una actividad completamente voluntaria llevada a cabo por los fabricantes, pero cada vez más son requeridas por muchos operadores de transporte público. Esto permite que nuestros clientes finales, es decir, los operadores de transporte público, se guíen, a la hora de tomar sus decisiones de compra, no solo por el precio, los parámetros técnicos del vehículo o las condiciones de garantía y mantenimiento, sino también por el impacto del producto en el entorno natural. Por lo tanto, la Declaración Ambiental de Producto respalda las elecciones ambientales informadas y motiva a los fabricantes a administrar sus cadenas de suministro y procesos de producción de una manera aún más responsable”, dijo Javier Calleja, CEO de Solaris Bus & Coach.

Gracias a los cálculos detallados de LCA, que son necesarios para obtener la EPD, los fabricantes obtienen mucha información vital sobre el impacto ambiental de su producto a lo largo de todo su ciclo de vida. Sobre la base de estos datos, pueden identificar áreas en sus cadenas de valor donde todavía hay potencial para minimizar los impactos ambientales negativos. Los cálculos de LCA muestran, por ejemplo, cuán crucial es el lugar donde se operan los vehículos eléctricos para evaluar su perfil ecológico. El mismo e-bus operado en Suecia o Francia deja una huella ambiental mucho menor, debido a la combinación energética en estos países, que en Polonia.

Foto: Solaris