La historia de los camiones italianos Isotta Fraschini/IF. Fotos

La historia de los camiones italianos Isotta Fraschini/IF. Fotos
La historia de los camiones italianos Isotta Fraschini/IF
La historia de los camiones italianos Isotta Fraschini/IF. Fotos

Redacción.- En enero de año 1.900, Cesare Isotta se unió a Vicenzo Fraschini y oros socios menores para crear la Società Milanese d'Automovil Isotta Fraschini & C. Era una empresa modesta: garaje y taller para los todavía escasos automóviles que empezaban a proliferar en la industrializada Milán y representante de la casa Renault.

Pero los hermanos Fraschini resultaron ser muy ambiciosos. Apenas un año después, en 1901, ya fabricaban coches ligeros (deportivos) con motores De Dion-Bouton o Auster. Y en 1903 empiezan a construir motores de diseño propio y mayor potencia con los que el propio Fraschini competía. En 1906 deben trasladarse a una nueva fábrica, más amplia.

Participan en competiciones internacionales con gran éxito y en 1907, la francesa De Dietrich decide adquirir los derechos para fabricar 500 chasis con motor. Se bate el récord de velocidad promedio (105 Km/h mantenidos, en 1908) y en 1910 fueron pioneros al instalar frenos en las cuatro ruedas.

La primera guerra mundial, con la fábrica tan cerca del frente contra el Imperio Austro-Húngaro, les obligó a fabricar camiones, motores de aviación y suministros varios para el ejército. El fin de esta contienda, sumió a la empresa en una grave crisis.

La entrada en la dirección y el accionariado del conde Lodovico Mazzotti dio un giro a la situación: crearon el primer automóvil de 8 cilindros fabricado en serie, un automóvil del máximo nivel de lujo que se vendió en grandes cantidades a personalidades como Rodolfo Valentino, Benito Mussolini, Umberto di Savoia (Que sería el último y efímero rey de Italia) o el Papa Pio XI.

El crack bursátil de 1929 volvió a poner en serios aprietos a la empresa. Tras disminuir el capital, se llegó a un acuerdo con la estadounidense FORD por el que ésta adquiría gran parte del capital de Isotta, construiría una gran fábrica en Milán y empezaría la construcción en gran serie de sus coches económicos. Este acuerdo podía significar la muerte de la turinesa FIAT, también en dificultades por la crisis.

Ni corto ni perezoso, el propio Giovanni Agnelli (fundador y director de FIAT) se fue a Roma y presionó al gobierno fascista para que se crease una ley que impidiese la ampliación de las fábricas existentes salvo consentimiento previo del Ministerio de la Guerra. Con esta ley y el apoyo de los máximos jerarcas del país, el acuerdo con FORD pasó a ser irrealizable y se desestimó.

Se decidió suspender la fabricación de los automóviles de gran lujo, entrar en el grupo Caproni y aumentar la producción de camiones y motores diesel bajo licencia MAN. Nacen así el IF D80 (5 Tm, diesel de 6 cilindros, en producción de 1934 a 1955) el D70 (3 Tm, 6 cilindros diesel de 1935 a 1940) el D65 (3 Tm, 4 cilindros, con versiones diesel o a gasolina, de 1940 a 1955).

La Segunda Guerra Mundial volvió a obligar a ISOTTA a centrarse en la producción de camiones y de excelentes motores de aviación. Pero el fin de la contienda dejó a la empresa sin pedidos y en la mayor crisis de su historia. Para superarla, se decidió volver a construir automóviles de gran lujo en 1948.

No había fondos para empezar la producción de estos vehículos, y la empresa entró en liquidación en 1949. Adquirida por el grupo BREDA, continuaron produciendo motores diesel, de aviación, marinos y equipamiento ferroviario.

En 1955 dejaron de construirse camiones de esta marca, tras construir sólo los tres modelos citados. Hubo versiones militares de los tres (con calandra cuadrada y arranque sólo por manivela durante los primeros años) y civiles (con calandra redondeada y arranque eléctrico)

A finales de la década de 1990 se intentó producir nuevos deportivos de gran lujo con la marca ISOTTA-FRASCHINI con motores y transmisiones de AUDI y MERCEDES, pero se abandonó el proyecto tras construir cuatro vehículos. Unos años después se ha vuelto a relanzar la idea y la marca fue adquirida en el año 2000 con la idea de crear otro turismo deportivo de gran lujo.

Durante la Guerra Civil, una importante cantidad de camiones Isotta Fraschini D70 y D80 vinieron a España con la ayuda italiana a los sublevados. Tras ser utilizados en la reconstrucción de las infraestructuras del país, el ejército los subastó y vendió a particulares.

Estos Isotta tuvieron gran reconocimiento entre los transportistas españoles. Muchos de ellos, tras disfrutar de una larga vida útil, fueron reequipados con motores de fabricación nacional (Barreiros, principalmente) y siguieron en activo hasta bien entrada la década de 1970.

Fotos: Anquera Transport y archivo Diario de Transporte