Opinión

Cuidado con las prisas. "Camionero García". Opinión

Cuidado con las prisas. "Camionero García". Opinión
Camiones en una carreteras española en la movilidad
Cuidado con las prisas. "Camionero García". Opinión

A la espera de los Reales Decretos salvadores, el transporte de mercancías por carretera se desangra ante el aumento de los costes y sobre todo, por la subida del precio del combustible.

Con esta tesitura, los transportistas ya habrán reclamado un aumento en las tarifas a sus clientes, si estos entienden que tengan que subir algo, ya que son ellos los que marcan el precio a sus transportistas. Algo que resulta sorprendente, o ya no tanto, porque el sector asume esta cuestión con la obediencia debida y la cabeza baja.

Nadie quiere asumir la culpabilidad de los hechos y por eso se echa la culpa tanto a las grandes empresas y gobiernos, si son pequeñas empresas y a la atomización del sector y gobiernos, si se trata de las grandes empresas. Vamos, que en una cosa si coinciden: en echar la culpa al gobierno de turno a pesar de que desde dentro del sector se incumplen todos los acuerdos posibles y cada uno va a su bola o hace de su capa un sayo.

Mientras tanto, los pequeños transportistas tratan de organizarse a través de Plataforma y ya plantean un parón del sector en un breve plazo, siempre y cuando tengan la fuerza necesaria para afrontarlo. Una fuerza que se muestra tímida y que aunque de palabra parezca fuerte, ya sabemos cómo las gasta el sector a la hora de afrontar acciones contundentes frente a los abusos.

Y sí que lo entiendo, porque muchos, lo que buscan es que otros les solucionen los problemas y además, también piden que les pongan un guardia en la cabina para que los inspeccione, vigile y los dirija las actividades, porque cuando los dejan solos, no hay acuerdo que valga, ni prohibiciones que cumplir y así va pasando el tiempo, mientras los lugares de espera, bares y redes sociales, son un valle de lágrimas y un muro de lamentaciones.

Así pues, ante tanta desesperación y a la espera de que el Gobierno vaya poniendo fechas a los Reales Decretos y su entrada en vigor, cosa que ya veremos como queda y cómo van a asimilar transportistas y cargadores las decisiones ministeriales, como digo, la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte, empieza a llamar a movilizarse y si no me falla la percepción de lo leído, llama al sector primario a unirse a sus movilizaciones, algo que se escapa a mi entendimiento.

El sector del transporte es una actividad de servicios y como tal se debe de mostrar, porque mezclar a sectores como el primario con el del transporte, por muy descontento que esté todo el mundo, no es tomar una buena dirección, a no ser que lo que se pretenda es derrocar un gobierno, porque la solución del sector del transporte no está en derrocar al gobierno de turno, sino en la reclamación de unos derechos que se han perdido y que están abocando al sector a la ruina, sobre todo en la base, que es quien lo sufre en mayor grado.

Con estos llamamientos al sector primario, parece que estemos al mismo nivel y yo personalmente y en mi opinión, no lo veo así. El sector primario necesita del transporte para poner sus productos en el mercado y para ello busca que el transporte sea flexible y barato y si puede pagar menos no se va a mostrar nada solidario con el transporte para poner más dinero sobre la mesa, habrá que exigirlo y pelearlo, como se ha hecho hasta ahora.

Esta llamada no debe desviar el mensaje hacía otros sectores. No se trata de buscar aliados para un paro general, sino que el discurso debe ser claro, conciso y entendible y eso sólo puede ser si lo que se pide es lo que necesita el sector y reclamarlo a las partes que son pertinentes, instituciones públicas y cargadores. Todo lo demás es sacar los pies del tiesto.

Por eso cuando nos llamen a movilizarnos, deben dejar muy claro el por qué, qué se pide y con quien vamos a movilizarnos, no vaya a ser que tengamos intereses contrapuestos que no hagan más que dividir las fuerzas dentro del sector.

En mi humilde opinión, creo que siempre se ha apuntado mal al enemigo a disparar y además muchos de los enemigos están en el propio sector, pero esa máxima de no morder la mano que te da de comer, está matando de hambre al propio sector.

No vayan a la desesperada, aunque la gente no aguante más, no vaya a ser que con las prisas, se vuelva a fracasar y sea una más de tantas las veces que se ha intentado y no se ha conseguido, dando así alas a un mayor abuso, a un mayor envilecimiento de la actividad y a una división mayor del sector.

División que existe y que deja a esta actividad a los pies de los cargadores, regalándoles una victoria ante sus pretensiones y demostrando que son los transportistas los que se ofertan por debajo de mínimos y los que incumplen sus propias obligaciones y no les falta razón.

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