Opinión

Esa mala costumbre. "Camionero García". Opinión

Esa mala costumbre. "Camionero García". Opinión
La mala costumbre de la patronal
Esa mala costumbre. "Camionero García". Opinión

Esa mala costumbre de confundir los términos, mezclar las cosas o tergiversar la realidad, es una constante en el sector del transporte de mercancías por carretera y no sé si hay mala fe por parte de algunos, falta de conocimiento por parte de otros y seguro que de manera interesada si hay por parte de quien domina el sector, a pesar de las grandes diferencias entre las muchas actividades que convergen en este sector.

Cuando hablamos de asociaciones empresariales, no es lo mismo una gran empresa, una OT o una asociación de pequeñas empresas y autónomos, aunque están todas englobadas en la parte de la patronal. Aunque no todas se vean representadas por el CNTC, ni estén siquiera federadas en asociaciones que sí están en ese órgano consultivo al que el MITMA le da la representatividad del sector.

Por supuesto que los asalariados no están ahí representados, ni los sindicatos de clase tienen nada que decir en ese foro, aunque sí pueden reaccionar a lo que allí se decide, si repercute de alguna manera en la actividad intrínseca de los conductores asalariados y del resto de trabajadores del sector. Sí tienen su lugar los trabajadores asalariados a través de sus representantes legales en aquellas mesas tripartitas que se puedan crear y que se deben crear y mantener en el tiempo para el bienestar de todas las partes que forman el transporte de mercancías por carretera, porque si a unos les va bien, seguro le va a ir bien a todos.

Pues bien, respecto a las reivindicaciones que piden las patronales desde el CNTC para desactivar el paro previsto para los días 20, 21 y 22 de diciembre, decir que: aquellas cuestiones que pudieran parecer ser en defensa de los trabajadores del sector, si vienen desde la patronal lo son estructurales, como son la carga y la descarga y las esperas en los sitios de carga y descarga.

¿Por qué lo son? Porque repercuten en la cuenta de resultados de la empresa, en forma económica por supuesto y también en forma de salud laboral, tiempo y esfuerzo, que en términos de eficiencia ya es mucho ganar o de no perder, como lo queramos decir. También es estructural el coste del gasoil y la euroviñeta o viñeta a solas, como queramos decir, porque repercute también en la cuenta de resultados, así como la indexación sobre el precio de los combustibles.

Cosas, todas ellas, que piden al Gobierno y que poco puede hacer el Gobierno por estar ya en las normas actuales, como son la LOTT o lo referente al contrato de transporte. No sé si el Gobierno pudiera intervenir el mercado, aunque de alguna manera lo debiera de hacer en el tema de vigilancia y cumplimiento de los acuerdos y de toda la normativa, poniendo más esfuerzo en las inspecciones y con fuertes sanciones a aquellos que incumplan o abusen de su posición para manipular los precios de los servicios. Cosa que ya veríamos como le sentaría a esta patronal chusquera que ahoga a autónomos y explota a sus conductores.

No se me enfade nadie cuando digo patronal chusquera, porque sí, la hay, lo mismo que hay quien cumple con todo el rigor la ley y está sometida a la presión que ofrecen los que son especuladores, transportistas que a la vez son cargadores y que no sienten en lo más mínimo el daño que hacen al sector, a sus trabajadores y a toda la cadena de suministro.

Si son del ámbito de lo laboral la carga y la descarga y las largas esperas cuando les afectan a los conductores asalariados por órdenes de sus empresas y el consentimiento de estas al abuso continuado y permitido hacia sus clientes, haciendo así una cesión de trabajadores, ya veríamos con qué coberturas y haciendo de almacén con sus camiones de las mercancías por descargar.

Que tiene solución, yo humildemente creo que sí. Solo hay que dar órdenes concretas desde ese denominado Comité Nacional del Transporte por Carretera a todo el sector, ya que dicen que lo representan, que desde tal fecha todas aquellas reivindicaciones del sector que no sean atendidas por sus clientes no se efectuarán y que se pasará, según marca la norma, la subida correspondiente en factura de los incrementos correspondientes al aumento del coste de los servicios.

¡Ah! Que no se puede hacer tan fácil. ¿Será porque desde el propio sector se está haciendo competencia desleal y nunca en igualdad de condiciones?. Claro, ya lo reconoce el Gobierno, que es un sector atomizado, donde la mayoría lo componen autónomos y microempresas, que están sometidos a otras más grandes, más opacas y que manipulan con los servicios en su propio beneficio sin tener en cuenta al transportista efectivo. ¡Ojo!, que esto lo dice el propio Gobierno y sin ponerse colorado, que vergüenza les debería de dar, mantener así a un sector esencial y necesario para el desarrollo diario de nuestra sociedad, que esto también lo dice el Gobierno, en esa propuesta que le ha hecho al CNTC y que de plano han rechazado.

Sea como sea, haya o no cese de la actividad por parte de las empresas y a pesar de las amenazas de algún sindicato de entrar en el juego del conflicto, si no se tienen en cuenta las demandas de los asalariados, creo firmemente que, crear un caos en la sociedad, generar más conflicto en una época como la que estamos pasando, sabiendo todas las partes que se están incumpliendo todo tipo de normas y que esas normas que se incumplen además, protegen y defienden la rentabilidad de las empresas y unas condiciones dignas para sus trabajadores, es de tener muy mala baba y hacer pasar a la sociedad otro mal trago en aras de hacer presión política a un gobierno, cualquier gobierno que estuviera en esta situación, para rascar unas migajas, sabiendo del poder que tiene el mundo del camión pero sabiendo también que entre sus filas están llenos de traidores que se venden por dos duros a los deseos de sus clientes.

¿Contra quién hay que hacer un paro o bloqueo o huelga o lo que quieran hacer? Pues siendo parte del problema y de la solución contra nosotros mismos y nuestra incapacidad para dar solución a este problema. Por dignidad y defensa del sector, deberíamos darnos una oportunidad y todos sabemos lo que hay que hacer, cómo hacerlo y dónde hacerlo, pero nunca poner la bala en la diana de la población, que bastante tiene con sobrevivir a todas las crisis.

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