El camionero no está en el centro del debate. "Camionero García". Opinión

En esta crisis de falta de camioneros, ya sean conductores por cuenta ajena o autónomos, estos y sus condiciones no están en el centro del debate, a pesar que se haya dicho por activa y por pasiva que en este oficio hay unas condiciones duras y abusivas respecto al trabajo y muy precarias en salarios e ingresos. 

Se está centrando el debate en la falta de abastecimiento de suministros y bienes de consumo, del precio para la obtención de los permisos necesarios y de las trabas administrativas para acceder al mercado del transporte. A pesar de las acciones tomadas por las administraciones, no parece que estén dando sus frutos, como es el caso del permiso para conducir camiones con 18 años. 

La amenaza del desabastecimiento es real, pero esta situación que está avisando desde ya hace algunos años, parece que nadie lo toma en cuenta y digo nadie, poniendo por delante a empresas y administraciones.  

El caso más grave se está dando en Gran Bretaña, que añadido al BREXIT está tomando un tinte dramático entre la población. Es el resultado de unas políticas nacionalistas y retrógradas, poniendo por delante los intereses partidistas que se están demostrando inútiles y sangrantes.   

Lo vimos también con el PAQUETE DE MOVILIDAD, que parecía la salvación del sector en temas como el DUMPING SOCIAL y la competencia desleal, pero que ni siquiera la Comisaria de Transportes de la UE, Adina Valean, cree en ello y siendo ella además, la promotora de un movimiento en contra entre algunos países europeos y que han recurrido algunos de los puntos de este paquete. 

Ante tanta noticia negativa, muchos camioneros y pequeños transportistas están abandonando la actividad y no les faltan razones para ello. Además, la pandemia ha venido a demostrar lo que muchos sabemos, que siendo un sector esencial, no se nos tiene en cuenta y quiénes están tratando de poner soluciones a esta crisis, son los mismos que nos han llevado a esta situación. Lo que me lleva a pensar que no vamos a avanzar en nada e incluso, vamos a ir a peor.  

En algunas conversaciones con compañeros de profesión, tanto autónomos como asalariados de diferentes zonas de España, coincidimos en que el transporte de base, o sea, conductores asalariados como autónomos, no estamos en el centro del debate y es importante saber que estos colectivos son la fuerza real del sector, porque si bien es cierto que sin gestión administrativa los camiones no se mueven, si no hay quien los maneje, de nada sirve tanta buena gestión, digitalización y cualquier otra estrategia logística.   

No es una cuestión de sacar en los medios al primer camionero que encuentren, porque quizás hable más de su problema y el de su entorno, que el de un colectivo muy diversificado y que tantas aristas tiene. 

Allí donde haya un debate, deben estar todos los actores del sector, porque una cosa es la representación de los colectivos con sus grandes reivindicaciones y otra bien diferente son las necesidades reales del colectivo, que ya no son solo dinerarias, a pesar de que el eslogan más leído sea la de “PAGUEN MÁS” y que en realidad no es el problema absoluto, sobre todo cuando uno a uno lo que buscan es un salario justo, tiempo para conciliar, un reconocimiento de las enfermedades profesionales, una jubilación digna y anticipada, seguridad en su actividad y respeto, mucho respeto y prácticamente ninguna de estas situaciones se dan. 

Lo peor de todo es que en ninguna mesa de debate para solucionar el problema, se está hablando de la mejora de las condiciones de los conductores, asalariados y autónomos; y aunque algunas empresas hayan optado por subir emolumentos, no cotizados y aunque algunos precios de los servicios hayan subido, el problema persiste y demuestra que con solo dinero no se soluciona el problema. Solo basta mirar lo que está pasando en algunos países y ver como siguen con el problema sin solucionar. 

La transformación del transporte tiene unos costes y un tiempo determinado y cada día que pasa se pierde tiempo en la solución y esta no puede venir por poner militares al frente de los camiones para asegurar el abastecimiento, como parece ser el caso de Gran Bretaña. 

Hay que dar pasos hacia un transporte más eficiente y conciliador con sus trabajadores y esto pasa por una política fiscal europea única para el sector, unas condiciones laborales dignas a nivel europeo y una estrategia empresarial de rutas eficientes y controladas que permitan el intercambio y la colaboración. 

Si la solución va a pasar por salirse temporalmente de las normas de tiempo de conducción y descanso para poder cumplir con el abastecimiento, por poner militares al mando de camiones de empresas privadas, buscar conductores en países lejanos en condiciones de semiesclavitud, y si las administraciones no toman medidas serias en materia de inspección y sanciones a aquellas empresas que incumplen sistemáticamente sus obligaciones contractuales, no va a haber quien se monte en un camión. 

Hasta ahora y en mi opinión, lo que me están haciendo entender en los grandes medios de comunicación, respecto a esta crisis, es que nosotros, la fuerza del sector, conductores y autónomos, no estamos siendo responsables con las necesidades de esta sociedad. Vamos y hablando en plata, nos están echando la mierda encima, sobre todo cuando escuchas decir que es un colectivo bien pagado para la cualificación que tienen estos trabajadores, sin tener en cuenta nada de las condiciones que sufren y sin conocer en profundidad el sector. 

Al tiempo, pero no tema nadie que su pedido va a llegar, porque siempre habrá quien lo haga por menos y en peores condiciones. Es el resultado de la falta de una formación adecuada y una educación deficiente de sus derechos y obligaciones respecto a esta actividad. Son el caldo de cultivo para este tipo de empresas especulativas como plataformas de búsqueda de cargas, tender y grandes logísticas y empresas que buscan el beneficio rápido sin tener en cuenta a su personal de movimiento.

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