Hasta 1991 los camiones de cuatro ejes mandaron en el transporte español. Fotos

Hasta 1991 los camiones de cuatro ejes mandaron en el transporte español. Fotos
Hasta 1991 los camiones de cuatro ejes mandaron en el transporte español
Hasta 1991 los camiones de cuatro ejes mandaron en el transporte español. Fotos

Redacción.- Durante varias décadas el transporte español de mercancías por carretera estuvo dominado por los «cuatro patas». En aquel momento los camiones de cuatro ejes estaban autorizados para un peso máximo de 38 toneladas, una capacidad de carga que los hacía muy competitivos frente a los tráiler.

En 1986 España se incorporó a la Comunidad Económica Europea y en 1991 la aplicación de la Directiva 85/3 provocó que la MMA de los «cuatro patas» se redujera hasta las 32 toneladas. Era el principio del fin.

Cuando en enero de 1986 España, junto con Portugal, entró a formar parte de la Unión Europea -entonces Comunidad Económica Europea-, pocos podían imaginar que ese mismo día se estaba firmando por anticipado el final del reinado de los «cuatro patas».

Un año antes, tras siete años de negociaciones, el gobierno español había suscrito oficialmente el Tratado de Adhesión a la CEE, aunque en aquel momento pocos se acordaban que la primera petición para la entrada de nuestro país en las instituciones europeas había tenido lugar en el ya lejano año de 1962.

Tras la incorporación de España a la CEE nuestro país se vio obligado a trasladar a la legislación nacional un buen número de Directivas, entre ellas la 85/3 que en aquel momento regulaba a nivel europeo los pesos y dimensiones de los vehículos de transporte de mercancías y cuya aplicación supuso el ocaso de los camiones de cuatro ejes, configuración que hasta ese momento había reinado en el transporte español de mercancías.

Con Europa llegó el final.

Hasta la década de los noventa los camiones de cuatro ejes, bautizados por los transportistas como «cuatro patas», fueron mayoritarios en los tráficos nacionales en una época en la que los tráiler eran una configuración que prácticamente se circunscribía al transporte internacional.

Tanta era la importancia de los camiones de cuatro ejes que en 1990 las matriculaciones de este tipo de modelos se aproximaron a las tres mil unidades, una cifra realmente importante para un mercado como el español.

¿Cuáles fueron las razones de este reinado? Hasta la publicación del Real Decreto 1317/1991, que ponía fin a una legislación que tenía sus orígenes en septiembre de 1934, los «cuatro patas» estuvieron autorizados para un peso máximo de 38 toneladas, MMA que a partir de ese momento se vería reducida hasta las 32 toneladas provocando con ello su práctica desaparición del transporte convencional en favor de los tráiler.

Con unas cargas útiles que podían alcanzar las 24-25 toneladas, los rígidos de cuatro ejes podían imponerse con claridad a los conjuntos articulados, una fórmula cuya presencia hegemónica en el transporte español podemos considerar como un hecho relativamente reciente.

La explicación de este éxito es que la carga máxima podía llegar a ser muy similar en ambos casos, mientras que a cambio los «cuatro patas» presentaban una mayor maniobrabilidad, no exigían la presencia de un remolque para poder transportar cualquier tipo de mercancía y sus costes de adquisición y explotación eran por lo tanto menores, detalles que los hacían más competitivos para empresas y autónomos, principalmente para estos últimos.

Lógicamente, cuando la MMA se redujo por ley hasta los 32.000 kg de acuerdo con la normativa europea, las ventajas de los camiones de cuatro ejes desaparecieron y con ello daría comienzo el final de un reinado que había durado varias décadas, mientras que por el contrario en otros países europeos, como es el caso de Holanda, los cuatro ejes mantuvieron las 40 toneladas de MMA para tráficos de ámbito nacional.

«El ocaso de los cuatro ejes se produjo cuando su MMA bajo de 38 a 32 toneladas».

Una lenta desaparición.

En su texto el Real Decreto 1317/1991 contemplaba una Disposición Transitoria por la cual los «cuatro patas» que estuvieran en activo en el momento de su publicación en el BOE, quedaban autorizados para continuar funcionando sin límite de tiempo bajo la anterior «ley de las 38 toneladas».

Mientras tanto para el resto de camiones de cuatro ejes matriculados a partir de la fecha de publicación del Real Decreto -4 de Septiembre de 1991-, el límite para operar con la MMA de 38.000 kg finalizaría el 1 de enero de 1995, un condicionante de tiempo que sin duda lastró las matriculaciones desde ese mismo momento.

A partir de 1991 el paso inexorable del tiempo ha ido borrando de nuestras carreteras la imagen de aquellos duros y eficientes «cuatro patas», principalmente firmados por Pegaso y Barreiros, aunque los hubo y los sigue habiendo de todas las marcas, con sus característica doble reducción de «cardillas» en los ejes diferenciales y un cuarto eje fijo.

Equipados con unas mecánicas poderosas y muy resultonas los «cuatro patas» eran camiones que se atrevían con todo y que por sus características técnicas soportaban muy bien los esfuerzos y las carreteras de la época, características que les asegurban fiabilidad y longevidad.

Los cuatro ejes hoy.

Afortunadamente los actuales camiones de cuatro ejes, herederos de aquellos históricos «cuatro patas», se mantienen en activo -básicamente- en el sector de la construcción y de las obras públicas carrozados como volquetes y hormigoneras, manteniendo en carretera las 32 toneladas legales en la normativa española, pero que cuando se trata de vehículos que trabajan en servicios extraviales pueden alcanzar mayores tonelajes.

En la actualidad los jóvenes «cuatro patas» de Mercedes-Benz se agrupan entorno a las gamas Actros y Arocs, donde junto a los citados modelos para servicios de construcción podemos encontrarnos también alternativas de cuatro ejes pensadas para servicio de grúa, bombas de hormigón, basculantes o distribución de productos petrolíferos.

Fotos: Daimler Trucks