Opinión

Carta a un envidioso. "Camionera Metalera". Opinión

Carta a un envidioso. "Camionera Metalera". Opinión
Trabajador autónomo al volante de un camión
Carta a un envidioso. "Camionera Metalera". Opinión

Esta semana no voy a reflexionar sobre ningún tema de mayor o menor actualidad. Hace unos días me llegó esta carta, escrita por el responsable de personal de una empresa de transporte y que se hizo llegar a todos los conductores de la misma.

Antes de que nadie se sienta aludido (deporte nacional con medalla de oro), aclarar que esta carta va dirigida a una persona en concreto, conductor/a de la empresa, pero creo que es muy interesante y que todos sin excepción deberíamos aprender de lo expuesto.

Con el permiso explícito de Jaime, su autor, paso a transcribirla literalmente.

Carta a un envidioso (o varios)

Antes de que vomites con inefable crítica en privado, me dirijo a ti con humilde propósito y buena intención de hacerte llegar estas breves líneas.

¿En qué momento de tu vida perdiste la capacidad de alegrarte por la felicidad de los demás? ¿En qué etapa decidiste vivir una vida llena de envidia, chismes, mentiras y críticas destructivas?

Alguien debería haberte dicho que lo importante es centrarse en uno mismo, en ser la mejor versión de ti mismo, y con esto englobo el mejor amigo, trabajador y compañero que puedas aspirar a ser. Así que, si te fijas en los demás, por favor, que sea para aprender de sus virtudes, no para odiar cualquier éxito que no sea el tuyo. Porque lo triste es que cuando alguien empieza a triunfar, tú solo esperas en la esquina más triste de tu vida para ver cuando el oro cae y ver de espalda los errores o sus derrotas, con ello tu miseria.

El mayor problema de la envidia (tu envidia) es que suele ir acompañada de victimismo: “¿Porqué él y yo no?” “Yo me lo merezco más” “¿Qué habrá hecho para conseguirlo?”

Estimado crítico y destructivo compañero, la envidia no es más que la clara señal de insatisfacción personal. Por ello, mi mayor deseo es que encuentres dicha satisfacción lejos de tu amargada vida, que solo te ha llenado de vacíos. Así que esfuérzate por poner en ella algo de tu propia magia. Búscala. Deberías encontrarla.

Piensa si todo aquello que dices de los demás, no es en realidad, lo que dirías de ti mismo.

Es muy triste que esta empresa familiar desde sus inicios, tenga que cambiar por ti. NO y no. Me niego a cambiarla por ti. Basta ya de insultos, mentiras y menosprecios.

Así, que me despido esperando que estas líneas te hayan servido y deseando que tu vida te llene de todo lo que te hace falta. Y si el camino se te complica, llámame, intentaré ayudarte a encontrar uno (en serio).

Voy de cara lo que nos quede de aguantarnos, reflexiona.

Abrazos al resto

JCM

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