Opinión

Seguirán prohibiendo que lleguemos a casa. "Camionera Metalera". Opinión

Seguirán prohibiendo que lleguemos a casa. "Camionera Metalera". Opinión
Seguirán prohibiendo que lleguemos a casa
Seguirán prohibiendo que lleguemos a casa. "Camionera Metalera". Opinión

Ya tenemos encima las vacaciones de Semana Santa. Y como todas buenas vacaciones que se precien, vendrán acompañadas, supongo, por la prohibición de circular camiones para dejar las carreteras más seguras por el previsible aumento de tráfico de vehículos particulares que se desplazan para disfrutar con la familia y amigos de esos días de asueto.

Que se tomen medidas para que nuestras carreteras sean más seguras y se salven vidas me parece muy loable y lo apoyo sin ningún género de duda.

En cuanto a que se prohíba circular vehículos pesados esos días para aligerar las vías también lo veo correcto. Pero con lo que no estoy de acuerdo es que se niegue el derecho a disfrutar de esas vacaciones a ciudadanos de este país.

Empecemos distinguiendo los dos tipos de camiones a los que se les afecta esta prohibición de circular.

Por una parte están los que van en tránsito. Los que les pilla esos día yendo de un punto de carga a otro de descarga. Los que cuando se les paraliza están “trabajando”.

Por otra parte está los que van hacia casa.

Con un ejemplo lo explico mejor:

a) Un camión A llega un viernes al mediodía a Madrid (por ejemplo) para descargar o cargar y seguir viaje a Paris (por ejemplo).

En este caso, aunque me fastidie, puedo aceptar que por el bien común se le prohíba circular.

b) Un camión B llega un viernes al mediodía a Madrid después de una semana de viaje para descargar y cargar para Valencia, lugar de residencia del conductor y donde está el centro de trabajo de su empresa, donde va a realizar el descanso semanal.

No es lo mismo que paralicen y prohíban circular al camión A que al B.

El conductor del camión B, podría llegar a su casa a media tarde de ese viernes. Este conductor podría disfrutar de su descanso semanal, o del puente de Semana Santa con su familia o amigos en lugar de estar parado en un parking o área de servicio. La familia, mujer, hijos, padres, amigos de este conductor también tienen derecho a disfrutar de las vacaciones con él.

En otra ocasión hablaremos de que encima de los camiones, el que lleva el volante, es una persona, no una tuerca del camión. Es un padre, madre, hijo o mujer de alguien que le espera en casa con las mismas ganas y el mismo derecho a irse de vacaciones a la playa, a casa de los abuelos en el pueblo, al campo a buscar caracoles o a donde le de la realísima gana, como cualquier ciudadano de este país.

Una vez más, según mi punto de vista, los camiones molestan en la carretera, y no se tiene en cuanta a las personas... si... personas... que los conducen. Una vez más, cuando interesa “corre, que es urgente” y no interesa “para, que no hay prisa”.

Cuando elegimos este oficio, sabemos mejor que nadie que nos debemos a los clientes y que no hay festivos ni domingos para nosotros. Y no seré yo quien me queje de ello, ya que lo he elegido libremente y nadie me obliga a ser camionera. Si no lo aceptara así sería mejor que cambiara de profesión.

Pero eso no implica que tenga que aceptar sin rechistar, que tenga que bajar la cabeza ante decisiones arbitrarias que me impiden la poca vida familiar que esta profesión nos deja. Porque por mucho que me lo expliquen no entiendo porqué me tengo que quedar en un área de servicio a dos o tres horas de mi casa y mis hijos no pueden disfrutar del puente con su madre. Y como yo no lo entiendo, aún menos puedo explicar a mis nietos: que la yaya no está de viaje, sino que está tirada en un parking muy cerca de casa y no puede irse con ellos, porque molesta a los demás.

Intentad imaginar la que se liaría si a otro sector le pasara esto mismo. Por ejemplo los camareros, que también les toca trabajar fines de semana. Llega el puente se Semana Santa y parte de ellos han conseguido tenerlo libre. Salen del restaurante donde trabajan para ir a casa a recoger a sus hijos e irse a Valencia a la playa. Pero en la puerta de su trabajo les dicen que no se pueden mover de allí en todo el puente, para que haya menos coches en la carretera. Imaginad que parte de los camareros se quedaran tirados como una colilla en la puerta de su trabajo sin poder ir ni siquiera a su casa ¿A que sería totalmente absurdo?

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Foto: Begoña Urmeneta