Opinión

Mis Maestros Pepe y Juan. "Camionera Metalera". Opinión

Mis Maestros Pepe y Juan. "Camionera Metalera". Opinión
Begoña Urmeneta en el Pegaso de Juan Pérez Luque
Mis Maestros Pepe y Juan. "Camionera Metalera". Opinión

Hoy es un día triste para todos los que nos sentimos camioneros y lo llevamos con orgullo. Hemos recibido la noticia de que uno de los grandes se nos ha apagado y se nos ha ido. Pero el legado y las enseñanzas que nos deja quedarán para siempre. Ese saber estar, su profesionalidad, elegancia, gran corazón, sentido del humor, amor por su trabajo, quedarán para siempre en nuestra memoria como un gran libro que nos deberíamos aprender letra a letra y transmitirlo a las nuevas generaciones que se van incorporando.

Curiosamente, como si hubiera sido cosa del destino, hace unos días tuvimos en la Radio de Diario de Transporte una larga conversación con otro de los grandes, quien nos dejó una gran lección de generosidad, altruismo, trabajo serio, honradez y... amor por su trabajo. No hace falta decir que estoy hablando de Pepe (el Gran Pepe Yo) y de Juan Pérez Luque (el camionero solidario).

Por casualidad, jugadas del destino o a saber por qué... todo esto coincide con mi hija en la autoescuela empezando ya ¡por fin!, después de varios retrasos, su andadura en pos de conseguir su sueño desde que era muy pequeña: ser camionera.

No puedo dejar de pensar que las cosas no ocurren porque sí. Que todo tiene una causa y un efecto. Que todo ocurre por alguna razón. Espero ser capaz, tener la claridad de ideas y coherencia necesarias para transmitir las enseñanzas de estos enormes profesionales a la nueva generación que viene pisando fuerte. Confío en poder transmitir a mi hija el amor por esta profesión y que no la vea únicamente como un medio como otro cualquiera de “ganarse la vida”. Inculcarle que no hay nada mejor en esta vida que levantarse todos los días feliz por arrancar el camión y no a regañadientes por ser un trabajo insoportable por no deseado. Qué mal lo tienen que pasar los que se levantan por la mañana y se enfrentan a un trabajo que no les gusta, que no lo disfrutan y que sólo ven lo negativo y duro que éste tiene.

Me preocupa poder inculcarle que ser camionero no es únicamente conducir un camión. Eso lo hace cualquiera. Ser camionero es mucho más. Es compañerismo, ya que todos estamos en la carretera. Es preocuparte por tu herramienta de trabajo, cuidar la máquina que llevas porque de ello depende tu vida. Ser camionero son los buenos ratos que pasamos con los compañeros en los ratos de descanso. Son los malos ratos cuando trabajamos bajo la lluvia, el frío, calor... cuando pasamos hambre porque no sabemos a que hora podremos comer... sueño cuando no podemos parar...

Ser camionero es la sonrisa en la cara cuando alguien te reconoce el trabajo bien hecho. Es la satisfacción de que un viaje que empieza mal, con tu interés y preocupación, consigues enderezarlo y que llegue a buen puerto. Ser camionero es echar una mano a un compañero que tiene un problema en la carretera. Es intentar facilitar el trabajo a los demás. Es ser parte de un engranaje imprescindible en nuestra sociedad y saber que nuestra rueda dentada está bien engrasada. Ser camionero es aprender de los mayores y enseñar a los jóvenes. Es reconocer que por mucha experiencia que tengamos, siempre hay alguien que nos puede enseñar y ayudar en un trabajo nuevo, una ruta nueva, una tecnología nueva.

Ser camionero es tener la humildad de ofrecer tus conocimientos y aceptar los de los demás. Intentaré ser capaz de transmitir a mi hija que ser camionera es una profesión muy grande, muy bonita y muy difícil, pero que con actitud positiva, disfrutando cada momento, podrá llegar a ser una gran profesional.

Y para eso tengo la enorme ventaja de poder mirarme en el espejo de compañeros como Pepe y Juan, de haber podido aprender de ellos, de los mejores. Hoy ha sido un día triste, pero a la vez lleno de esperanza. ¡¡Gracias Pepe Yo!!. ¡¡Gracias Juan Pérez Luque!!.

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Foto: Begoña Urmeneta