Redacción.- BeGas Motor es una compañía tecnológica dedicada al diseño y fabricación de motores de vehículos propulsados por autogás. Su último proyecto, que ha llevado a cabo con la ayuda del CDTI, ha tenido como objetivo desarrollar un motor alimentado íntegramente por autogás para vehículos pesados urbanos.
Su trayectoria innovadora y espíritu emprendedor han sido dos factores decisivos para que el CDTI, a través del programa INNVIERTE, y otras entidades hayan invertido, recientemente, 5.2 millones de euros en el capital de esta empresa.
El sector del transporte por carretera es uno de los principales productores de contaminación atmosférica en muchas ciudades. Por este motivo, las políticas europeas que regulan la emisión de gases contaminantes son cada vez más estrictas y exigen tanto la incorporación paulatina de combustibles limpios como la tecnología adecuada para su aplicación en los vehículos.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), de cada 100 millones de toneladas de CO2 que son necesarias eliminar anualmente en España, 28 millones provienen del transporte. De esta última cifra, la mayoría de las emisiones se originan en la movilidad relacionada con la actividad laboral y la distribución de mercancías. Un reparto que, con los nuevos hábitos de consumo y la llegada de la pandemia, aumenta la circulación del transporte.
Ante esta situación, compañías como BeGas Motor son conscientes de la necesidad de replantear el transporte urbano y potenciar la transición hacia energías limpias que ayuden a mejorar la calidad del aire que respiramos.
Su CEO y cofundador, Pedro Silva, asegura que: “Gracias a mi anterior experiencia profesional en el sector del vehículo industrial advertí la necesidad de desarrollar un motor propulsado por un combustible alternativo eficiente, disponible en el mercado, y con una buena infraestructura de recarga. La preocupación por la calidad del aire que respiramos es cada vez mayor y el sector del transporte por carretera es uno de los principales productores de contaminación atmosférica en las ciudades. Es por eso que las políticas europeas que regulan la emisión de gases contaminantes son cada vez más estrictas y exigen tanto la incorporación paulatina de combustibles limpios, como la tecnología adecuada para su aplicación en los vehículos»
“En 2014 la Comisión Europea reconoce al autogás como combustible alternativo para el transporte. Teniendo en cuenta sus numerosas ventajas frente a otros combustibles alternativos como son su amplia disponibilidad de puntos de repostaje, la diferencia de precio que es un 45% inferior respecto a los combustibles convencionales, y sus beneficios medioambientales, entre otros, creímos que era una buena oportunidad».
“Además, hoy, los grandes avances en el sector permiten contar con gran variedad de energías alternativas, algunas maduras como el autogás (GLP) que ya propulsa a más de 25 millones de vehículos en el mundo. Por ello, es importante seleccionar la tecnología más adecuada para cada uso sin descartar ningún tipo de energía que sea clave en el corto y medio plazo para descarbonizar el transporte».
Múltiples beneficios
El autogás empleado en la automoción es un tipo de gas utilizado como combustible por millones de vehículos por sus beneficios medioambientales. En su composición se mezclan butano y propano. El 60% se obtiene durante la extracción de gas natural y petróleo del suelo y el 40% restante se produce durante el refinado de petróleo.
“Sin duda, hoy por hoy presenta la mayor ventaja económica respecto al resto de carburantes ya que el precio del combustible, la implantación de la estación de carga en las instalaciones del cliente, el mantenimiento y coste de adquisición de los mismos, en términos de Total Cost Operation (TCO), son los más competitivos».
“Por otra parte, su almacenamiento tiene varias ventajas para el transporte ya que, al almacenarse en estado líquido baja la tara del vehículo, tiene más autonomía y mejor capacidad de carrozado. En materia de seguridad, el autogás es más seguro que los combustibles tradicionales debido a su mayor temperatura de ignición, mayor concentración requerida en el aire y mayor nivel de energía de ignición. Es, además, menos denso que el aire, por lo que en caso de fuga se evacúa en la atmósfera».
Su consumo global ha ido en aumento en los últimos años debido, principalmente, a la creciente presencia de vehículos propulsados por este combustible.
En Europa existe una red de alrededor de 46.000 estaciones de servicio que distribuyen autogás a más de 15 millones de vehículos. En España, más de 700 puntos de suministro integrados dentro de las estaciones de servicio.

Fotos y vídeo: BeGas



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