Opinión

Aún quedan cavernícolas. "Camionera Metalera". Opinión

Aún quedan cavernícolas. "Camionera Metalera". Opinión
Aún quedan cavernícolas
Aún quedan cavernícolas. "Camionera Metalera". Opinión

¿Cuántas veces he dicho por activa y por pasiva que en el mundo del transporte las mujeres que nos vamos incorporando lo hacemos con las mismas condiciones que nuestros compañeros?

Siempre que me han preguntado al respecto, contesto que somos un ejemplo a seguir por el resto de la sociedad. En este mundillo tradicionalmente de hombres, nosotras nos hemos incorporado con las mismas condiciones de trabajo y de sueldo. No conozco a ninguna camionera que tenga un trabajo especial por ser mujer o que cobre menos por razón de su sexo.

Pues como demasiadas veces me pasa, es hora de rectificar lo dicho. Ahora conozco un caso que como poco lo considero ilegal, inmoral, ilógico, inaceptable, incoherente..., absolutamente increíble.

Os cuento y juzgad vosotros mismos: Es el caso de una pareja que va a dobles en un camión. Digo a dobles como dos chóferes, no como chófer y tironero. Aunque el hombre tiene más experiencia que ella, entraron en la empresa como dos chóferes iguales, cobrando lo mismo y trabajando lo mismo.

Él comenta con los compañeros lo que cobran, dentro de las conversaciones normales que tenemos entre los asalariados. A la empresa no le gusta que lo haya dicho y, ahora viene lo bueno, le llama y le dice que como escarmiento y castigo, a su pareja (la mujer) le va a bajar 400 € el sueldo. Así, tal cual. Y no es que lo diga, sino que ¡lo hace!.

El hombre mantiene su sueldo y la mujer pasa a cobrar 400 € menos que el resto de compañeros ¡¡Por un toma y daca de su pareja con la empresa!!.

Me siento demasiado indignada para valorar la actitud de esta empresa y demasiado cabreada para dar mi opinión sin recurrir al insulto.

Algunos ciudadanos de este país siguen viviendo en la época de las cavernas y como buenos trogloditas, defienden que la honra del marido la paga con su vida la mujer.

Que no, que no sigo que me caliento.

Como he dicho antes, juzgad vosotros mismos. ¡A cascarla!

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Foto: Alberto Puerta