Opinión

Camionero: Trabaja, calla y jubílate a los 70. "Camionero García". Opinión

Camionero: Trabaja, calla y jubílate a los 70. "Camionero García". Opinión

Camionero: Trabaja, calla y jubílate a los 70 años, si llegas. Este es el mensaje subliminal que están mandando desde el MITMA a través de su secretaria general, María José Rallo, al pedir a los empresarios del transporte que no se coloquen en posiciones maximalistas en la mesa tripartita de negociación junto a los cargadores y administración.

Que en dicha mesa tripartita los cargadores ejercen su presión sobre el gobierno, es una realidad, que los transportistas están sometidos a los caprichos de los cargadores, es una verdad y que el Gobierno avale la postura de los cargadores es desconocer la realidad del transporte de mercancías por carretera.

Señora Rallo y por ende señores del MITMA y señor ministro Abalos, el transporte debe de ir a posiciones maximalistas porque ya se encuentra en situación de mínimos, de supervivencia y al borde del cataclismo. No solo económicamente, sino laboralmente es totalmente un sector precario, donde no hay un atractivo que haga que los jóvenes quieran trabajar al volante de un camión por mucho que la DGT dé orden de permitir los carnets profesionales a los 18 años.

Como ustedes no se dignan en informarse de la situación en la que se encuentran los conductores de camión, yo voy a sacar mi bola de cristal y les voy a decir lo que va a ocurrir con ese mensaje de la secretaria de transportes a los empresarios.

Si los empresarios ceden en sus posiciones contra los abusos de cargadores y la falta de atención de las administraciones quién va a sufrir las consecuencias van a seguir siendo los conductores de los camiones, tanto asalariados como autónomos que son el último eslabón de cara a los clientes y son los paganos de la mala gestión de la cadena de suministro en este aspecto y de las injusticias que se cometen a diario, por no decir ilegalidades.

Si no hay aumento de precios de los servicios y sigue la presión fiscal, lo que van a bajar son los salarios de los conductores y el precio que cobran los autónomos por prestar servicios de transportes a logísticas y agencias, esto ya está pasando. Los salarios bajarán porque la coyuntura actual con la crisis de la COVID-19 está haciendo que se paren camiones por falta de trabajo o por falta de retornos y por falta de rentabilidad.

La falta de conductores no es porque aumente la demanda de trabajo, sino es porque no pueden sustituir a los que abandonan y se jubilan o se jubilarán en el sector, y va a ser difícil la solución en las condiciones en las que se trabaja actualmente en el transporte de mercancías. Habría que mirar en las listas del paro cuántos conductores están en esa situación y por qué no quieren montarse en un camión, que será una reflexión que tendrán que hacerse los empresarios del sector.

También va a ocurrir, que se seguirá cargando y descargando porque no va a haber prohibición expresa, sino una condicionalidad que dejará un vacío legal para que los cargadores con el mínimo coste sigan obligando a los transportistas a poner la mercancía sobre el muelle y no hablemos de los tiempos de espera, nada va a variar en este aspecto si no hay inversión o más personal en los muelles de carga y descarga. Esto se traduce en más tiempo de parada de los camiones y menor rentabilidad para las empresas y más consecuencias para los conductores para poder conciliar su trabajo con su tiempo de ocio y con su familia.

¿Por qué pienso así? Porque las empresas de transporte se conformarán con las medidas económicas sobre el gasóleo profesional, ayudas a la formación, créditos blandos, etc. Tampoco les veo muy por la labor de presionar con un paro duro, porque más de uno y de dos tienen mucho que esconder si los inspectores de hacienda o de trabajo se pasaran por sus oficinas.

Habrá una tregua de no agresión para que unos sigan abusando y otros sigan incumpliendo con sus trabajadores esas condiciones dignas que dicen que los quieren dar pero que con los precios que hay no pueden pagar. Nos tratan como a ignorantes y la verdad es que no van muy desencaminados, por como se acepta lo que se acepta cuando se firma un contrato de trabajo que en muchas empresas no es más que un mero trámite sin valor alguno.

En mi opinión, el órdago que mandó el Comité Nacional en julio se desvanece en el tiempo y va camino de ser la mesa tripartita una mera pérdida de tiempo, un tiempo que el transporte por carretera no tiene, visto como van las cosas y el resultado que están dando las últimas normas a cumplir, véase el PAQUETE DE MOVILIDAD y los recursos por parte de algunos países del este.

Como he dicho otras veces, cambiarlo todo para que nada cambie. Sí cambiará algo y serán los nombres de las empresas que en un futuro breve van a ser las que manejen el mercado español, y estos tendrán nombre de los países del este o sometidas a grandes logísticas que no tienen ni un solo camión aunque su nombre sea tan grande y visible como los semirremolque donde van rotulados. Y esto es porque las condiciones laborales de nuestro país, con 52 convenios, se asemeja mucho a las condiciones laborales de dichos países, aunque tengan aquí un aumento de las cotizaciones y la fiscalidad, pero siempre menores que las de Centroeuropa.

En tiempo de pandemias y vacunas, bien haría falta una vacuna para trabajar en esta pandemia del sector en los tiempos que corren.

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Foto: Archivo Diario de Transporte