Opinión

A propósito del segundo conductor. "El camionero ácrata". Opinión

A propósito del segundo conductor. "El camionero ácrata". Opinión
Imagen de un camionero joven. Primer mes
A propósito del segundo conductor. "El camionero ácrata". Opinión

A ver si lo entendemos de una vez, la figura de "segundo conductor" no existe, ni está recogida en ningún lado. Son muchos los que caen en esta trampa que muchos empresarios desaprensivos se han sacado de la manga.

Con la disculpa de la falta de experiencia y que, supuestamente te van a enseñar, se sacan de la manga esta supuesta categoría laboral. El resultado, todos sabemos el que es, miles de km en autovía y autopista, sin enseñarte nada más que a conducir por estas y un sueldo con unas dietas que rozan la esclavitud. Hay quien defiende esta supuesta categoría con el argumento de que en ninguna profesión se le paga a un aprendiz lo mismo que a un veterano.

Primero, cuando en otra profesión tienes categoría de aprendiz, esta está limitada por unas horas de práctica y otras de teoría, además de un límite en el tiempo. Nadie es aprendiz eternamente, cosa que en nuestra profesión no es así.

Segundo, los veteranos ya cobran más, se llama antigüedad. Por no hablar que si uno ya tiene experiencia también debe exigir más sueldo al empleador.

Tercero, mientras no se regule esta figura, el sueldo, las condiciones laborales, dietas, etc, las fija el convenio, no el antojo de un empresario.

Todos conocemos algún caso de nuevas incorporaciones a la profesión, que después de años estando de "segundos", nadie les ha enseñado nada con la disculpa de: "si te enseño te vas o me vas a exigir más sueldo".

Lo más grave es constatar cómo hay muchos supuestos veteranos que apoyan esta figura, defendiendo un supuesto estatus profesional a base de recortar los derechos de los nuevos compañeros, en vez de exigir que se les pague su supuesta veteranía, penoso.

Más grave aún son aquellas empresas que fijan un sueldo por camión, pongamos unos 4000 euros y es el primer conductor el que busca su segundo, fijando el sueldo de este y las condiciones laborales, convirtiendo a uno en explotador del otro.

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