Opinión

No aprendemos. "El camionero ácrata". Opinión

No aprendemos. "El camionero ácrata". Opinión
Imagen de un camión
No aprendemos. "El camionero ácrata". Opinión

No aprendemos. Si algo bueno podíamos haber aprendido con esta pandemia y el confinamiento, era a valorar aquellas profesiones que de verdad si son imprescindibles para esta sociedad, pero parece ser que ya se nos ha olvidado.

Marineros, ganaderos, agricultores, sanitarios, camioneros, etc, esos profesionales que lo dieron todo durante el confinamiento, una vez más, vuelven a caer en el olvido para las autoridades.

Como camionero no quiero aplausos, ni premios, pero si quiero que las autoridades y la sociedad valore mi trabajo y su importancia en el funcionamiento del país. Por desgracia, parte de la sociedad si nos lo reconoce pero las autoridades, una vez más, nos han escupido a la cara.

Creo que las autoridades de este país tienen un serio problema al no diferenciar entre transportistas y camioneros. El transportista es aquel que posee una empresa de transporte, lo cual no tiene porque conllevar el ser camionero. Los que nos la hemos jugado y seguimos haciéndolo, somos los camioneros, no los transportistas, a ver si lo entienden de una vez.

En el afán de las autoridades por compensar a estos sectores, con el transporte han metido la pata hasta el codo. Una de estas compensaciones ha sido rebajar la edad de incorporación a la profesión a los 18 años ante las reiteradas quejas de los transportistas (no de los camioneros) de que no encuentran personal.

Vamos a ver, este tema ya ha sido tratado hasta la saciedad, pero claro, cuando sólo se escucha al empresario, pasan estas cosas. Señores del Gobierno, no faltan choferes, sobran sinvergüenzas. Lo único que van a conseguir con esta medida es aumentar la siniestralidad y proporcionarles más esclavos jóvenes a la trituradora empresarial. No hay chóferes, porque la profesión cada día es menos atractiva para la incorporación de jóvenes.

El costo económico del carné y CAP, sumado al sacrificio en vida social y familiar, no es compensado ni económica ni socialmente. Es decir, ganamos poco, además de ser tratados muchas veces como trabajadores de segunda o directamente como otra pieza más del camión.

Tengo claro señores del Gobierno que, por desgracia, esta medida ya no tiene marcha atrás. Sólo espero que la próxima vez que algún empresario del transporte les diga que no encuentra choferes, ustedes se molesten en revisar cuántas horas trabajan los asalariados de ese señor y cómo los trata, tanto moral como económicamente. Verán ustedes lo sencillo que es de entender el porqué no los encuentra.

Más artículos de El camionero ácrata

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización del editor

Foto de archivo