Los conductores de un contratista de Amazon denuncian abusos salariales y de seguridad. Vídeo

Los conductores de transporte que realizan entregas en los centros de distribución de Amazon en toda Europa alegan que los registros de seguridad se manipulan deliberadamente y que se retienen los salarios en una violación de los compromisos de la multinacional de comercio electrónico sobre las condiciones laborales en su cadena de suministro.

Los conductores de vehículos pesados ​​reclutados en países del antiguo bloque soviético le han dicho a The Guardian que recibieron instrucciones de engañar a los tacógrafos que registran sus horas de trabajo, para que puedan conducir períodos largos e inseguros ilegalmente en Europa occidental .

La conducción de vehículos pesados ​​ha sido tradicionalmente un sector bien pagado, fuertemente regulado por la seguridad pública, y Amazon, que ha prosperado durante la pandemia y ahora tiene un valor estimado de $ 1.7 billones (£ 1.3 billones), promete que todos sus proveedores deben pagar de manera justa. salarios por horas de trabajo adecuadas.

Sin embargo, el testimonio de tres conductores, Olek Shevchenko de Ucrania, Arip Sidikkhodja de Uzbekistán e Ihar Peratoka de Bielorrusia, plantea interrogantes sobre las condiciones en la cadena de suministro de Amazon.

Los hombres alegan abusos similares mientras trabajaban en entregas de Amazon para Hegelmann, un importante grupo europeo de varias empresas de transporte con ingresos de más de 600 millones de euros (534 millones de libras esterlinas). Las empresas del grupo funcionan como entidades jurídicas independientes.

La empresa lituana de Hegelmann posee una flota de 700 camiones y emplea a los conductores con contratos lituanos. Los transporta a Europa occidental, donde luego realizan entregas multinacionales para Amazon, así como para otros minoristas europeos, a nombre de una empresa de Hegelmann registrada en Alemania.

El sindicato holandés de trabajadores del transporte VNB dijo que Hegelmann había aparecido repetidamente en sus propias investigaciones, con trabajadores de varios países haciendo acusaciones similares sobre registros de tacógrafos y salarios retenidos.

Edwin Atema, investigador principal de VNB, dijo: " Nuestros hallazgos son impactantes y consideramos que las actividades de Hegelmann rompen los principios más importantes y fundamentales de Europa de seguridad para los trabajadores y competencia leal entre empresas".

The Guardian entiende que Amazon está en proceso de romper sus acuerdos contractuales con Hegelmann.

"Trabajamos con una variedad de socios transportistas para conseguir paquetes alrededor de nuestra red logística y estas acusaciones de ninguna manera reflejan los altos estándares que mantenemos a nuestros socios", agregó Amazon, señalando que Hegelmann también trabaja para otros minoristas y representa una pequeña parte del negocio de Amazon.

El conductor uzbeko Sidikkhodja describió haber sido contratado por una agencia en Tashkent que le cobró una tarifa de $ 1,000, que pagó porque creía que los mejores salarios que recibiría en Europa compensarían sus costos.

El contrato de Hegelmann con Sidikkhodja le prometía 1,3 veces el salario mínimo lituano, unos 720 euros al mes en ese momento. Sin embargo, dice que tenía un acuerdo verbal de que recibiría un salario inicial de 500 €, que luego aumentaría a 2.000 €, pero que nunca le pagaron más de 1.500 €.

Describió a Amazon como una gran parte de su trabajo, con dos o tres lances transeuropeos a la semana.

Sidikkhodja alegó que Hegelmann le proporcionó un tacógrafo de repuesto si parecía que podría necesitar trabajar horas ilegales para completar un recorrido, y luego recogería el tacógrafo de repuesto para evitar que la policía de transporte lo descubriera en los controles al azar.

Las normas de seguridad requieren que los conductores descansen lejos de sus camiones a intervalos regulares. Un documento compartido con The Guardian parece dar cuenta de dos noches en un alojamiento propiedad de Hegelmann en Hannover. Sin embargo, Sidikkhodja dijo que nunca tomó el resto en el hotel.

En cambio, describió trabajar en turnos largos con un copiloto uzbeko, con quien se lavaba con agua fría al borde de la carretera y hacía ejercicios para tratar de mantenerse despierto mientras dormía en su cabina.

Hegelmann dijo que alienta a los conductores a permanecer en una red de hoteles que ha establecido para su descanso legal. Dijo que, si bien proporciona facturas a los conductores por estadías en hoteles que pueden no haberse gastado en el hotel, no existe un requisito de la UE para verificar dónde se hospedaron los conductores.

El conductor ucraniano Shevchenko fue reclutado a través de un anuncio en línea y permaneció en un albergue en Kaunas, Lituania, durante algunas semanas mientras esperaba la acreditación del conductor, antes de ser trasladado en minibuss a Europa occidental.

Este verano, se informaron 18 casos de coronavirus entre conductores uzbecos en el albergue de Hegelmann en Kaunas. Mientras que los que dieron positivo fueron aislados, otros conductores asintomáticos que compartían instalaciones con ellos fueron enviados por toda Europa.

Hegelmann dijo que la ley lituana no requería que los hombres fueran puestos en cuarentena, y que informó y cooperó con las autoridades alemanas cuando posteriormente se enfermaron con Covid.

La ley de empleo exige que los conductores sean pagados según el país donde trabajan. Sin embargo, los tres conductores de Hegelmann dijeron que nunca trabajaron en Lituania, a pesar de haber sido reclutados y contratados a través de Hegelmann en Kaunas; en cambio, trabajaron en países de Europa occidental con salarios mínimos legales más altos.

Hegelmann dijo que obedecía todas las reglas sobre salarios y que la escasez de conductores de la UE, en lugar de salarios más baratos, lo llevó a contratar a través de Lituania.

Shevchenko afirmó que la gerencia le dijo que usara un tacógrafo de repuesto varias veces, pero que se negó a hacerlo porque sabía que era ilegal. También alegó que se le proporcionó documentación en la que alegaba que le había quitado los soportes de seguridad a su camioneta, cuando en realidad no lo había hecho, y nunca se le pagó lo que le prometieron.

The Guardian ha visto una copia de una declaración hecha a la policía belga por Peratoka, quien afirmó haber vivido en su taxi durante el tiempo que trabajó para Hegelmann desde 2017. También describió que le entregaron facturas de hotel falsas en una entrevista con The Guardian, y dijo era consciente de las maniobras del tacógrafo.

Peratoka alegó que estaba efectivamente atrapado en Europa occidental durante la pandemia de coronavius ​​porque Hegelmann se había negado a relevarlo al final de su período de conducción acordado, a pesar de sus reiteradas solicitudes de volver a casa.

En junio, las autoridades belgas intervinieron y acordaron que regresara a Lituania y que Hegelmann le pagara lo que le habían prometido. Hegelmann dijo que las fronteras cerradas dificultaron el relevo de los conductores durante la pandemia y que el salario promedio se había visto afectado. Agregó que, de hecho, a uno de sus conductores se le pagó anticipadamente porque su camión había sido detenido por la policía belga.

"Hegelmann contrata empleados de varios países y tiene como objetivo garantizar que todas las condiciones de trabajo sean cómodas, comprensibles e iguales para todos los miembros del equipo multicultural", dijo Siegfried Hegelmann, y agregó que su empresa era una empresa "abierta y transparente". "Nos ocuparemos de cualquier situación de acuerdo con todos los actos legales pertinentes y estamos cooperando con las instituciones responsables".

Un articulo original de: The Guardian que hemos publicado por la importancia de su contenido, con el permiso del editor original.

Fotos interior: The Guardia, foto noticia: Archivo Diario de Transporte. Vídeo: ITF Road Transport