Conductor profesional en Brasil: Falta de respeto, omisión, descuido e indiferencia, la mirada tuerta del gobierno
Artículo de Ezequiel Neto, Fiscal MPDFT / MPU
La actual pandemia que se está apoderando del país ha puesto de manifiesto la importancia de los camioneros. De no ser por ellos, la población se quedaría sin alimentos y productos básicos, además de la falta de combustible, gas de cocina, medicinas, etc.
A pesar de esta realidad, Brasil sigue tratando a sus conductores profesionales (camioneros) como basura. Desde el año 2012 está vigente la Ley 12.619, que prevé el ejercicio de la profesión de conductor, regula y disciplina la jornada laboral y el tiempo de conducción del conductor profesional.
El gobierno federal es el principal incumplidor de esta importante legislación porque ha venido asumiendo una postura silenciosa, irresponsable e indiferente con esta importante categoría profesional. Por ejemplo, no hay puntos de parada y descanso, excepto en las gasolineras, donde los conductores de camiones a menudo son objeto de vergüenza y humillación. En muchos de estos establecimientos, si el conductor no llena el camión, ni siquiera puede ingresar al estacionamiento; en otros, tienes que pagar para aparcar y pasar la noche en el paseo.
Baños oscuros y sucios, inodoros rotos, agua fría en las duchas, falta de papel higiénico, chiringuitos que venden comida estropeada o para dormir y comida a precios abusivos, además de rudeza y falta de educación.
En 2015 entró en vigencia la Ley N ° 13.103, que derogó parcialmente la ley anterior y creó los llamados PPD - Puntos de Parada y Descanso como lugares de espera, descanso y descanso para conductores profesionales.
Arte. 10, inciso II, de la citada Ley 13.103 / 2015, determina “la revisión de las concesiones operativas viales vigentes, con el fin de adecuarlas a la previsión de construcción de paradas de espera y descanso”.
Han pasado más de cinco años y no se ha revisado ningún contrato de concesión para obligar a ningún Concesionario a construir Stop and Rest Points-PPD como lo exige la ley.
Los concesionarios no invierten más de lo previsto en el contrato y, a menudo, son interrogados en los tribunales e incluso sancionados por no cumplir siquiera con las obligaciones contractuales. Hoy, Brasil tiene 48 concesionarias de carreteras y ninguna ofrece al camionero Ponto de Parada e Descanso, a pesar de los altos precios de peaje.
En un golpe de pura demagogia, en marzo de este año 2020, el DNIT se limitó a “acreditar” una red de Estaciones de Servicio en Sergipe y cuatro Estaciones de Servicio más en Teresina-PI, Curitiba-PR, Cabrobó-PE y Açailândia-MA, respectivamente , como puntos de parada para camioneros, esto en un país de dimensiones continentales como Brasil.
En diciembre de 2019, el Ministerio de Infraestructura publicó la Ordenanza 5.176, que establece procedimientos generales para el reconocimiento de puntos de descanso y descanso en las carreteras federales. En la misma ocasión, el Ministerio de Economía emitió la Ordenanza 1.343, que establece las condiciones mínimas de seguridad, salud y comodidad en los lugares de espera, descanso y descanso de los conductores profesionales de transporte terrestre de pasajeros y carga.
Es septiembre de 2020, han pasado nueve meses (un embarazo) y ninguna de estas acciones gubernamentales se ha llevado a cabo; ninguno tenía concreción y eficacia. Todo es solo en papel ...
Mientras tanto, los camioneros brasileños se encuentran trabajando en una condición similar a la de los esclavos, lo que constituye un delito capitulado en el art. 149 del Código Penal. El delito se configura cuando los seres humanos incluso son sometidos a desplazamientos tan intensos que pueden provocar daños físicos, condiciones degradantes y movilidad restringida por deudas contraídas con un empleador o agente.
¿Puede alguien con sentido común y con un mínimo de juicio y responsabilidad afirmar que los camioneros en Brasil no están incluidos como víctimas de este crimen?
Una vergüenza. ¡Hasta cuando..!
Publicado en: Blog do Caminhoneiro con autorización para su publicación en Europa por Diario de Transporte
Foto: Archivo