Opinión

Con la mosca detrás de la oreja. "Camionero García". Opinión

No todos valen para empresarios. "El camionero ácrata". Opinión
Un aparcamientos de camiones
Con la mosca detrás de la oreja. "Camionero García". Opinión

No las tengo todas conmigo, o creo entender que lo que está pasando son solo unos golpes de reconocimiento en la espalda por la labor que está desempeñando el transporte de mercancías por carretera. Hay unos datos que, a mi parecer, indican que nos están utilizando de nuevo al antojo de quien especula con nuestro trabajo.

Una señal es el precio del diésel. Con la caída de precios del petroleo y la baja demanda existente, los precios finales, deberían estar en mínimos históricos y aunque se note la bajada, sigue estando por encima de la demanda. Como siempre, el transporte como actividad esencial, está sirviendo de amortiguador de la caída de ingresos de las operadoras por la escasa venta de combustibles a privados y el turismo.

Otra señal es la caída de los precios de los servicios de transporte. Los operadores de transporte están especulando de manera ilegal con los precios de los viajes, aprovechan la coyuntura de la crisis para hacer juego sucio, vendiendo por debajo del precio de coste, muchos servicios de transporte. Las plataformas digitales están haciendo su agosto con esta crisis. Al no haber apenas actividad industrial muchos de los trayectos de retorno se están haciendo en vacío y si cargas, es muy probable que apenas costees el gasto del diésel. Un abuso en toda regla. Lo han denunciado organizaciones alemanas y ocurre igual en toda la Europa comunitaria. Con estos precios dudo que se pueda cumplir con cualquiera de los S.M.I. de los países que exigen este acuerdo.

Una señal inequívoca de la utilización interesada de nuestro sector es el trato que se nos da. Bien sabido es la poca formación profesional de nuestro oficio, basta un carnet de conducir y un certificado de aptitud profesional más que raquítico para conducir un camión. Igualmente de raquítica es la formación para ser titular de una licencia y montar una empresa, da igual la dimensión. Digo esto, porque se ve con claridad que todo este reconocimiento que ahora nos da la sociedad, las instituciones y hasta los gobiernos de turno, no va a durar más que lo que dure el estado de alarma.

A mi entender, creo que hemos caído en una trampa en pos del mantenimiento de la cadena de suministro. Y es lo que había que hacer. Pero, ayer viendo un vídeo de un compañero enseñando las condiciones por las que pasa cada fin de semana, me hizo reflexionar profundamente en estos aspectos. Aún con una instrucción firmada por un ministerio, no se está dando el trato justo a los conductores para asearse o alimentarse. No digo que haya que abrirnos las puertas de para en par, hablo de mínimos esenciales, por higiene y por necesidad de supervivencia. Y que no se me entienda mal, que quede claro que con pandemia o sin pandemia el transporte es "im-pres-cin-di-ble". Hay que ser exigente con unos mínimos en estas circunstancias.

Se está exigiendo la prohibición de la carga y descarga por parte de los conductores de las mercancías. En esta situación debería ser una orden ministerial la que lo prohibiera, pero todos sabemos de la connivencia entre algunos "empresarios de lo esencial" con algunos ministerios. Esta reivindicación se esta haciendo desde la gran patronal CETM hasta los sindicatos de clase, pasando por organizaciones de PYMES y autónomos y ni puto caso por parte de nadie y la solución pasa por uno mismo, no se descarga la mercancía por parte de ningún conductor ni autónomo ni con pago de por medio. No va a haber otra manera de conseguirlo, por dignidad, por solidaridad con los parados que pudieran acceder a esos puestos de trabajo y por la propia salud laboral y física de cada uno de nosotros.

No se vislumbra una salida fácil y como la salida de esta crisis pasa por una estrategia económica, para nuestro sector también va a ser necesaria una estrategia si es que queremos salir con dignidad de lo que está sucediendo. Necesitamos que abordemos todos juntos, que futuro queremos para nuestro sector.

Sabemos que no somos los mejor pagados, ni los mejor tratados, sabemos de nuestras largas jornadas de trabajo y la gran mayoría de ellas fuera de casa en unas condiciones precarias. No queremos que nos regalen nada, pero si que se cumpla lo que se firma respecto a los convenios actuales. La posibilidad de retornar a casa con periodos de descanso dignos, con la familia y amigos, tener una vida que podamos compatibilizar entre trabajo y ocio, como cualquiera, sabiendo de nuestra propia idiosincrasia.

Que se proteja y asegure nuestro descanso tranquilo con áreas especificas para los transportistas, con los servicios necesarios y su mantenimiento adecuado. Que no seamos moneda de cambio para la obtención de beneficios de empresas de logística y operadores de transporte en sus acuerdos. Que nuestros salarios y costes laborales no sirvan para la especulación. Que no se demoren en exceso los tiempos de espera en los almacenes y que se prohíba de una vez y para siempre la carga y descarga por parte de los conductores.

No somos héroes de nada ni queremos serlo, queremos ser lo que hemos elegido, pero con la cabeza bien alta y con la defensa de nuestros intereses y derechos por bandera. Como sector lo merecemos, como personas es nuestra obligación conseguirlo.

Quien no sea del sector, conoce la puerta de salida, es la misma por la que entró, que por desgracia ya hay demasiado intruso que va sobrando.

Más artículos de opinión de Camionero García

(Foto de archivo)