Opinión

Abusando de los débiles, antes y ahora. "El camionero en ruta". Opinión

Abusando de los débiles, antes y ahora. "El camionero en ruta". Opinión
Imagen de la avaricia
Abusando de los débiles, antes y ahora. "El camionero en ruta". Opinión

Dicen que, en tiempos de guerras y de crisis, sean locales, continentales o mundiales, siempre hay "gente sin escrúpulos" que las aprovecha, sin el menor de los reparos, para enriquecerse e incrementar su avaricia desmedida, por ese afán incomprensible de empresarios e inversores de no conocer límites a su empeño de aparecer un puesto más arriba en la lista de Forbes.

Por supuesto, no iba a ser menos en esta crisis sanitaria mundial del coronavirus o Covid-19; pero con una diferencia desgraciada a la hora del destino que nos guía, de elegir quien muere; sencillamente porque a lo largo de la historia, sobre todo en las guerras, no morían los generales ni los mandatarios que las declaraban, morían, y mueren, los soldados y la población inocente; pero en esta que nos ocupa, se van al "otro mundo" ricos y pobres, sin distinción de posición social, económica o de poder, aunque una vez más, quien más muertos aporta sea la clase denominada media-baja. 

Los créditos ICO

Viene todo lo anterior a cuento de la polémica de estos ultimos días sobre la concesión, o no, de los créditos o prestamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), sobre todo para los autónomos y los pequeños y medianos empresarios; cuando hemos visto, una vez más, esa verdadera cara "carroñera y miserable" de la banca privada española, que intenta aprovecharse y sacar tajada de la complicadísima situación en la que se han visto, de repente, autónomos y empresarios, sobre todo pequeños, por culpa del maldito virus.

Ayer me contaba un empresario de la hostelería al que conozco desde hace años, que está al limite sin encontrar una salida; ha procurado que sus empleados no se quedaran sin trabajo, acordando que pasaran a un ERTE, que cogiera vacaciones el que lo deseara, ayudándoles incluso con comida, sencillamente porque para él son como de la familia. Sencillamente porque es de esos empresarios a los que les gusta "hacer equipo", como en el fútbol, en ese "todos a una", tanto para lo bueno como para lo malo. Pues bien, ahora se encuentra con unos gastos fijos mensuales de más de 20.000 euros, con una economía saneada, de esas de mantener los pagos al día, esperando que cada nuevo amanecer en situación normal, se pueda ir mejorando poco a poco; pero ahora viene la otra cara, la que nos ocupa.

Recurre a su banco de, prácticamente toda la vida, para solicitar uno de los crédito ICO y comienzan los primeros problemas; empezando por la cara del mismo director que antes de la pandemia le saludaba con palmaditas en la espalda cuando acudía a la sucursal para ingresar la recaudación del restaurante del día anterior. Ahora, de repente, ya no es la misma, se ha tornado seria, distante, comenzando a poner las primeras "pegas", que si está complicado, que mira que el dinero que nos ha dado el Gobierno para estos crédito es limitado, que no creo que te lo vayan a conceder, es más, te aconsejo que no los pidas; pero puedes pedir uno de los nuestros para estos casos, que te lo concederemos sin problemas....., y todo lo demás, exactamente la repetida historia que le está pasando a muchos autónomos y pequeños empresarios.

La avaricia desmedida

Esa miserable avaricia desmedida de los que quieren sacar tajada de la crisis; vendiendo créditos y prestamos con intereses abusivos, obligando a contratar seguros con aseguradoras de la propia banca, comprando sin el menor de los escrúpulos el futuro de sus clientes y el de sus herederos. Con directores de sucursales que tienen el mismo sentido ético que sus predecesores, aquellos que engañaban a jubilados, clientes ignorantes de la ingeniería financiera y jóvenes, con dudosos planes de inversión, créditos con vajillas, sartenes y todo lo demás, con tal de incrementar sus sueldos con comisiones, con la disculpa de que "eran ordenes que venían desde arriba".

Esa banca privada, que siempre ha tenido su mejor terreno para ganar millones entre los trabajadores, sean públicos o privados, emprendedores, autónomos y pequeños empresarios que, lo único que quieren, es ir mejorando en sus vidas, poco a poco, cada día.

Esa misma banca privada, que se baja los pantalones y se los quita si es necesario, con las empresas medianas y grandes con economías saneadas, a las que acuden, como moscas a la miel, sus propios comerciales y jefes para camelarles con ofertas y regalos, con tal de que les incluyan entre los bancos que gestionan sus ingresos y gastos; esa banca elitista de círculos cerrados, que negocia en elegantísimos despachos, reuniones de negocios, comidas y conferencias de sectores, ofreciéndose como si fueran "mujeres y hombres de alquiler sexual".

La misma banca que lloraba por despachos gubernamentales, televisiones, organismos europeos e internacionales, presionando con sus lobbys y dando hipócrita pena. Esa banca a la que le dimos más de mas de 65.725 millones de euros (último cálculo del Banco de España) de nuestros impuestos, para pagar sus juergas y millonarios despidos y jubilaciones de sus ejecutivos, -mientras en otros países los encarcelaban-, de los que muy poco han devuelto y dudo que devolverán.

Pero cruel e hipócrita hasta el extremo, despiadada y mafiosa con el débil al que compraron su futuro, sencillamente porque su negocio no es más que un tipo de "usura legal"; hasta el punto de que si alguien no paga la hipoteca, le echan a la calle sin piedad, se quedan con la casa o el piso, lo vuelven a vender, mientras que el deudor desalojado tiene que seguir pagandoles la deuda, él o sus avalistas y herederos.

Así que, para no extenderme, en este lamentable caso de los créditos ICO, esos "carroñeros", siguen intentando y consiguiendo hacer negocio, engañando, presionando y aprovechándose de la necesidad de las personas, abusado como siempre, antes y ahora de los más débiles, porque con los poderosos no se atreven; es más, a estos últimos son los primeros a los que les ofrecen estos créditos o prestamos, por si los pudieran necesitar.

Espero que una vez salgamos de esta crisis, ¡¡QUE SALDREMOS!!, hayamos aprendido la lección lo suficiente para saber quien es quien, los que nos tendieron una mano en los momentos difíciles y los que nos traicionaron con una puñalada trapera, cuando les creíamos de nuestro lado.

Como siempre, en este caso más extendido, para los compañeros profesionales del volante, sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, policías localesbomberos, voluntarios y todas aquellas personas que cada día están poniendo en riesgo sus propias vidas para ayudar a que salgamos de esta pandemia con el menor número posible de personas fallecidas ¡¡¡¡BUENA RUTA, TANTO EN LA VIDA COMO EN LAS CARRETERAS!!!!.

Postdata: Para los otros, los carroñeros y carroñeras que intentan sacar provecho de esta crisis, solo les deseo que el destino se encargue de hacer justicia, que sigan acumulando riquezas hasta que se ahoguen en su propio dinero, que por mucho que acumulen, de este mundo no se lo van a llevar, ni aunque les entierren con él, como a los antiguos faraones egipcios.

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Foto: Archivo Diario de Transporte