Opinión

¿Quién presiona para manipular el tacógrafo? "El camionero en ruta". Opinión

¿Quién presiona para manipular el tacógrafo? "El camionero en ruta". Opinión
Imagen de manipulación del tacógrafo
¿Quién presiona para manipular el tacógrafo? "El camionero en ruta". Opinión

A riesgo de ser repetitivo, no he podido callarme a propósito de la Resolución de la Fiscalia de Seguridad Vial, y su orden a la Guardia Civil y las policías autonómicas, para que se endurezcan las sanciones, con penas de cárcel incluidas, para quien manipule los tacógrafos de camiones y autobuses, después de la sentencia del Tribunal Supremo.

Vamos a ver una cosa que me preocupa: ¿Quién presiona para manipular el tacógrafo? Evidentemente a primera vista, siendo estrictamente legal, nadie, lo digo porque no conozco a nadie que le hayan puesto una pistola cargada en la cabeza para que manipule el tacógrafo. Pero, desgraciadamente no es así, ni muchísimo menos.

Partiendo de la base que de acuerdo con el Reglamento 561/2006, este recoge, muy claramente, que el responsable de las irregularidades que se comentan con el tacógrafo, es el propietario del vehículo en el que está instalado, ya sea camión o autobús; ya era hora de ver como se toma un poco en serio este problema. Por lo tanto, debería ser únicamente responsable de la manipulación el dueño de cualquiera de los vehículos. Así de claro.

Responsable hasta el punto de no inducir directa o indirectamente a ningún taller a que el vehículo lleve una velocidad superior a la permitida, con las consecuencias legales que puede tener para ese taller. Responsable el propietario, hasta el punto de hacer firmar a los trabajadores un acuerdo común entre ambas partes, en el que el conductor se compromete a cumplir con la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial.

Responsable hasta el punto de que pueda caer sobre ese dueño del vehículo todo el peso de las leyes, si indujera, presionara, extorsionara y coaccionara a los trabajadores de alguna forma para cometer alguna ilegalidad.  Del mismo modo que, también es responsabilidad de los conductores, denunciar a los empresarios que comenten ilegalidades con el tacógrafo o que presionan de alguna de las formas anteriores a los empleados para que las cometan.

Sencillamente por una razón muy simple: En caso de un accidente grave, ya sea con heridos o fallecidos; seguramente lo primero que harán esos empresarios, será mostrar un documento firmado por el conductor, en el que el trabajador se ha comprometido a cumplir con la citada Ley. No, no es broma, conozco un desgraciado caso en que así fue, terminando el conductor en la más absoluta ruina, solo, y con un final de vida muy triste después de suicidarse porque solo era capaz de levantarse cada mañana, enganchado terriblemente al alcohol, exactamente igual que se acostaba.

Del mismo modo que tengo constancia, de más de un conductor, que estaba tan necesitado de tener un trabajo con el que mantener a la familia que, a la hora de firmar el contrato de trabajo, le liaron de tal forma que no se dio cuenta de en qué papeles estampaba su firma, que se comprometió, no solo a cumplir la ley, también a hacerse responsable económicamente de roturas por accidentes leves, y no tan leves, para más inri.

Sí, que no se me rasgue nadie las vestiduras, porque, como siempre, en este mundo salvaje del transporte por carretera, hay de todo. Pero no debería de quedar tan solo en condenas económicas o penales para quienes manipulen los tacógrafos, se debería de ir mucho más lejos.

Se deberían retirar, al menos por un año, las tarjetas de transporte de los vehículos en los que el tacógrafo circulara manipulado de cualquiera de las formas. Eso la primera vez; la segunda ocasión en que volviera a cometer esa ilegalidad, el vehículo retirado definitivamente de la circulación por las carreteras. Asi creo que debería ser.

Además, en el caso de los autobuses; deberían tener insertada en el tacógrafo la tarjeta del conductor o el disco de papel, antes de que el vehículo se moviera, tan siquiera para circular dos metros. Esto que puede parecerle a alguien una locura, no lo es, ni mucho menos. Es la única forma de que todos, empresas y autónomos, salieran a las calles y carreteras compitiendo con las mismas reglas; sin trampas, porque quien las hace, no solo perjudica a su competencia, es mucho peor, pone en juego todas las posibles desgracias que ningún seguro cubre; que esa es otra. Ante cualquier ilegalidad, ya sea del tacógrafo o de cualquier otra, como consumos de alcohol o drogas, el seguro únicamente hace frente económicamente a la denominada "responsabilidad civil frente a terceros", pero posteriormente le pasará la cuenta económica a quien cometió la ilegalidad.

Si después de todo lo anterior, alguien dice todavía que no puede ser, que así es la ruina para autónomos y empresas, la solución es muy fácil: Subir las tarifas del transporte de mercancías y viajeros hasta el punto de que se cumplan estrictamente unas tarifas mínimas que sean rentables. Asociaciones tienen para ello y organismos oficiales que realicen los controles pertinentes también. En cuanto a los conductores, ellos tienen sindicatos, inspectores de transporte y organismos en los que denunciar a los empresarios sin escrúpulos.

En fin, veremos con el paso del tiempo en que termina esto. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.

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Foto: Archivo Diario de Transporte