Opinión

Sobre el trabajo de los conductores de autobuses. "El camionero en ruta". Opinión

Para Think Tank Movilidad, el RDL 26/2020 olvida al transporte de viajeros por carretera
Un conductor de autobús
Sobre el trabajo de los conductores de autobuses. "El camionero en ruta". Opinión

Esta semana coincidí con un viejo amigo que conduce un autobús, en una de esas paradas que hacemos para cumplir con el descanso reglamentario intermedio de 45 minutos como mínimo. Una vez cumplidos los saludos y los comentarios sobre nuestras respectivas vidas, porque hacía, al menos 5 años que no nos veíamos "en vertical". Pasamos a comentar sobre su trabajo.

Mi amigo volvió a conducir el autobús de una gran empresa, después de haberla dejado durante 3 años para ponerse al volante de un camión. Pero como a él siempre le tiró más el transporte de viajeros por carretera, ahí está haciendo transporte discrecional de viajeros.

Hablamos sobre su trabajo, los horarios, los descansos, las largas rutas por España y Europa. Primero nos centramos durante varios minutos en el comportamiento de los viajeros en los autobuses, sus desplantes, el sentimiento de propiedad y derechos de los que se consideran en poder absoluto cuando se sientan. Pero sobre todo, de cómo dejan el interior del autobús una vez finalizado el viaje.

Una minoría que destaca y cabrea, muestra una absoluta falta de empatía y solidaridad con el resto de viajeros, ensucian olvidándose de la existencia de papeleras y de bolsas de plástico en el que guardar los restos de comida durante los viajes, para depositarla en contenedores al respecto durante las paradas. Se descalzan, emiten olores y falta de higiene, reclinan los asientos al máximo importándoles muy poco o nada las molestias al resto de los pasajeros. Van permanentemente controlando la carretera y el más mínimo movimiento del conductor..

En las excursiones, tres cuartos de lo mismo. Jóvenes, y no tan jóvenes, que ensucian, pintan, rayan los cristales y el tapizado de autocares completamente nuevos. Lo que demuestra claramente la falta de educación cívica. Claro que vivimos unos tiempos en los que, a muchos padres, se les olvida que la responsabilidad de educar es de ellos; la de los colegios y universidades es únicamente el de la formación.

Eso y muchas cosas más, que me comenta mi amigo con cierta resignación. Le digo que eso siempre existió, él asegura que a medida que avanzan los años es mucho peor. Tal vez será porque hay cierto tipo de personas que se comportan salvajemente fuera de sus casas, capaces de hacer en público lo que nunca harían en sus domicilios, pero si lo hacen, es un claro retrato de cómo son.

También hablamos sobre las características propias de su trabajo diario. Aunque el hace transporte discrecional; es plenamente consciente de las condiciones laborales de una gran parte de sus compañeros del sector. No solo en las pequeñas y medianas empresas, también en las grandes.

Los cambios rotatorios de turnos, supongo, que van con el trabajo, en las líneas regulares, el mantenimiento de las flotas que se exprimen al máximo y todo lo demás. Lo que no entendemos ninguno de los dos, es esa ley injusta que permite que un conductor de autobús pueda estar haciendo jornadas laborales de 8 ó 10 horas en distancias inferiores a 50 kilómetros de la base de la empresa, sin insertar la tarjeta de conductor en el tacógrafo, con lo cual de cara a los controles de tráfico cuenta como que no hubieran trabajado. Para posteriormente pasar a realizar viajes discrecionales (excursiones) insertando la tarjeta.

Le indigna que las autoridades competentes en la materia, no realicen inspecciones profundas en las empresas que llevan a cabo estas prácticas, con sanciones económicas fuertes para acabar con ellas. Pero además, que no se legisle de manera eficiente en esta materia. Nos escandalizamos los dos, porque cuando, desgraciadamente, se produce un accidente de autobús, siempre se señala como culpable principal al conductor. Algo que también nos pasa a los camioneros en el transporte de mercancías por carretera.

Desgraciadamente el tiempo no nos dá para mucha más conversación. Nos despedimos y quedamos en hablar por telefono más detenidamente sobre su trabajo. Tiempo habrá para recoger en otro artículo de opinión muchas cosas, que sin duda, se han quedado en el tintero. Como siempre para todos los compañeros, ya sea de camión o de autobús ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.

Más artículos de El camionero en ruta

Fotos: Archivo Diario de Transporte