Opinión

Nada nuevo en el horizonte. "Camionero García". Opinión

Imagen de varios camiones por una carretera
Imagen de varios camiones por una carretera
Nada nuevo en el horizonte. "Camionero García". Opinión

¿Qué interés mueve a una persona a engañar, estafar y manipular a otros usando el bien común como bandera?. Y no es esto lo malo, lo peor es que siempre hay buena gente que cree en estos charlatanes de feria, que más que desaparecer de una puñetera vez, siguen saliendo como champiñones y por mucho que alguien les corte la cabeza siguen asomando el cogote como si fueran imprescindibles en el actual estatus del transporte en España.

Utilizan el lenguaje de las emociones para atraer a fervientes seguidores que les acompañen en los primeros momentos, pero luego de sentirse líderes de movimientos, sindicatos o asociaciones varias, asoma su verdadero yo, el del ego que no admite crítica alguna, se vuelven agresivos en su discurso y se envalentonan como si tuvieran la razón y fueran dueños de la única verdad.

Nada más lejos de la realidad y el tiempo les coloca en su verdadero lugar.

Estos alimentan el “SÁLVAME DIARIO” de los que viven vidas ajenas y pierden el tiempo como si no costara.

Dice la nueva Comisaria de Transporte de la UE que no puede hacer nada para impedir que el nuevo paquete de movilidad siga su curso, pero si por ella fuera y algunos socios de los países del este, todo seguiría como está o tirando a peor, porque ellos no están por la labor de mejorar la calidad de la vida de los conductores de camiones y autobuses de largo recorrido.

A ellos les importa una mierda donde duermen, como y lo que comen o no comen, el trato que reciben no les importa y los salarios para estos dirigentes del este de Europa no es prioritario, se puede vivir con un chusco de pan y unos reales, y a los hechos me remito.

No es el nuevo paquete de movilidad la solución, ni siquiera un paso adelante en los derechos de los trabajadores del sector. Es muy fácil legislar contra el abuso empresarial, la precariedad laboral y el derecho de conciliación familiar, por tanto si la UE no legisla en su favor es cómplice directo de esta canallada.

El transporte, aunque necesario, es una industria que acuerda con los cargadores y otros, unos servicios; y cuando estos por causa de la posición de poder de los cargadores impone unos precios por debajo de los costes, los gobiernos, la UE o el sursum corda deben legislar en favor de unos precios justos para el buen desarrollo de una actividad que vertebra a la sociedad en sus demandas a la cadena de suministro. Busquen al enemigo en el sitio adecuado y no se dejen manipular con discursos amables al oído.

Tengamos sentido de autocrítica, mejor nos iría.

Tenemos a los agricultores en las carreteras reivindicando sus necesidades, que se pueden parecer mucho a las nuestras, por ser un mundo con infinidad de intermediarios. Yo soy de la opinión de no mezclar sectores como hablan algunos. El transporte tiene su propia idiosincrasia y sus propios códigos. Si hubiera que movilizarse lo tenemos que hacer sin arrastrar a nadie y menos siendo arrastrados por otros. Esto sería un síntoma de debilidad que nos dejaría como un sector subsidiado y dependiente de los sectores primario e industrial, cuando son ellos los que necesitan de nosotros para mover sus productos.

La impotencia y la debilidad nos es la mejor situación para reivindicar nada.

Estamos sufriendo una crisis sanitaria con el “CORONAVIRUS” y el mundo del transporte no escapa a ello, ya sea por su ágil movilidad o por los daños económicos colaterales que pueden ocurrir si esta situación perdura en el tiempo. La actividad del transporte no puede ni va a parar por este hecho, pero sí se pueden dar unas consignas básicas a sus trabajadores.

Extremar la atención a las indicaciones de los responsables en la salud pública, no pensar que estamos exentos de contagios y ser conscientes de los problemas que pueden causar algunos malos hábitos. Es un momento para reflexionar en que mantener una buena higiene personal y una prevención sobre algunas actitudes es más que necesario y aún así no son garantía de una posible infección.

No hay que tomarse las cosas a la ligera y una buena comunicación de la información es necesaria entre todos y para todos.

La hermandad, la solidaridad, el buen uso de las palabras, la empatía son virtudes que necesitamos los camioneros para cambiar el discurso negativo que nos envuelve. Ser escuchados y atendidos como seres humanos, con necesidades y con derechos, aportando soluciones y siendo punta de lanza de nuestras reivindicaciones es una cuestión que debe mantenernos alerta de cara a un futuro más digno y esto solo nos corresponde a nosotros. No debemos llamar a ninguna puerta si no estamos dispuestos a traspasarla, todo los demás es perder el tiempo.

Es de agradecer el tiempo que prestan algunos a dar información y a infundir ánimo al personal que últimamente anda un poco decaído. Pensar que cuando se quiere… se puede.

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