La historia de los camiones Volvo. Fotos

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La historia de los camiones Volvo. Fotos

Redacción.- La historia de Volvo comienza un dia de 1.924. El ingeniero Assar Gabrielsson y el banquero Gustaff Larson se reunieron en Estocolmo para crear una fabrica de coches, con el apoyo financiero del fabricante de cojinetes SKF. Le pusieron el nombre de VOLVO (en latín significa "yo ruedo") marca que SKF tenía registrado desde hacia unos años para una serie de productos que finalmente no utilizó. También el logotipo, con el símbolo que utilizaban los alquimistas para el acero procede de aquí. Al año siguiente ya están listos los planos de lo que sería el primer coche de la firma que aparece en el mercado en 1927.

Ya desde los primeros prototipos quedó claro que primaba la robustez de construcción: uno de ellos tuvo un pequeño accidente, con el saldo de algunos rasguños para el Volvo y daños importantes para el coche de importación de otra marca.

El siguiente paso fue aprovechar el chasis y motor del coche para hacer también camiones, de los que el país estaba muy necesitado. El primer diseño es de 1926 y en 1928 sale a la venta como "Serie 1". Es un camión de peso mediano, 1.5 Tm de carga útil (aunque soportaba habitualmente sobrecargas de hasta el doble) de 4 cilindros y 28 CV con cambio de marchas de diseño propio y relaciones de transmisión mas cortas que las instaladas en los coches. Incluía detalles muy modernos para su época como la transmisión por cardan en lugar de cadena y optativamente una cabina cerrada con una rudimentaria calefacción. Algo muy práctico en el duro clima sueco. También se entregaban camiones como chasis para carrozar, al igual que se hacía con los coches.

El éxito fue inmediato y superó todas las previsiones iniciales. Los primeros 500 camiones se vendieron en 6 meses en lugar de los dos años previstos y tuvo que hacerse otro lote de 500 a toda prisa sin incorporar la mayoría de mejoras que se estaban probando. Pronto salió la serie 2, con el ancho de vía ampliado y más económico que mejoró las ventas de su predecesor. Buena parte de ellos fueron carrozados como autobuses.

La década de 1930 conoció grandes mejoras en los camiones: aparecen las ruedas de chapa en lugar de madera, los frenos hidráulicos, los primeros motores Diesel... Las ventas de Volvo siguieron en aumento, dominando principalmente el mercado nórdico por delante de su rival Scania.

La década de 1940 está marcada por la 2ª guerra mundial. Volvo -como prácticamente todas las fábricas mundiales- se vuelca en la producción de vehículos acorazados y camiones militares, quedando la producción de turismos como algo marginal. La ventaja de ello es que el maltrato a que se someten los vehículos en guerra obligó a mejorar aceleradamente todos los diseños, y las especificaciones militares transmitían las mejoras a todos los fabricantes. Tras la guerra se necesitaban miles de camiones para reconstruir Europa y todos los fabricantes volvieron a los diseños anteriores a 1939 para salir del paso. En pocos años, a medida que la situación se normalizaba, se incorporaron las mejoras.

La década de 1950 conoció la evolución más rápida. En la práctica desaparecen los motores de gasolina y los Diesel con precámara de combustión sustituidos por los de inyección directa. La aparición del turbocompresor (que hasta entonces solo llevaban los aviones), las mejoras de ingeniería y materiales permitieron camiones más grandes, con mayor carga útil. En la línea de aumentar la seguridad, Volvo empieza a montar cabinas con mayor visibilidad, asientos con suspensión y otras comodidades que al reducir el cansancio del conductor evitan accidentes. Apareció el Titán que, entre 1951 y 1973 dominó el mercado europeo con sus distintas versiones.

A partir de aquí, cada año mejoraba la seguridad y la economía al tiempo que aumentaban potencia, capacidad de carga y ecología. La única novedad "revolucionaria" hasta la década de 1980 fue la suspensión neumática, la cabina de seguridad y las versiones con cabina avanzada basculante (1964). Pero los años siguientes vuelven a ser de gran efervescencia. La electrónica empieza a aparecer en los motores y en las cabinas, llevando eficiencia y seguridad hasta unas cotas nunca vistas. Las normativas internacionales cada vez más duras obligan a reducir la contaminación y el ruido hasta niveles insospechados con la imprescindible ayuda de un ejército de sensores y microprocesadores que monitorizan los más nimios detalles del funcionamiento.

En 1980 compra la fábrica de camiones White y en 1987 los derechos de camiones pesados de GMC, dando lugar a White-GMC. En 1997 desaparece esta marca pasando a incorporarse en Volvo.

En el año 2000, Renault vende a Volvo su división de vehículos pesados a cambio del 15% de su capital.

En el 2004 abren la primera fábrica europea de camiones en la China. En el 2010, en medio de una crisis del sector, Renault vende su participación y Volvo acaba en manos de la empresa china Geely Automobile.

Texto y fotos: Anguera.com