Vacaciones en furgoneta o autocaravana: una tendencia imparable

Vacaciones en furgoneta o autocaravana: una tendencia imparable
Imagen de una furgoneta camper
Vacaciones en furgoneta o autocaravana: una tendencia imparable

El turismo itinerante gana adeptos año tras año. La opción de ir de vacaciones en furgoneta o autocaravana ha dejado de ser una alternativa exclusiva de los hippies; es una fórmula que vence y convence, tanto en España, como en el resto de Europa.

Las cifras corroboran esta afirmación. La venta de furgonetas camperizadas o para camperizar crece como la espuma, y algo parecido pasa con las autocaravanas. Desde el 2.013, la cifra de matriculaciones de este tipo de vehículos ha crecido más de un 35%; en agosto del año pasado, cerca de medo millón de turistas circularon por España en furgoneta o autocaravana y la cifra podría superarse este año.

Son datos que confirman una tendencia imparable: la población busca nuevas alternativas para viajar en familia o en solitario y busca, sobre todo, la aventura. Y eso es lo que proporciona este tipo de vehículos: viajar con libertad,  sin pensar en hoteles, reservas ni horarios.

¿Vacaciones más baratas? 

Desde fuera, podría parecer que las personas que viajan en autocaravana o furgoneta buscan ante todo abaratar sus vacaciones. Pero la realidad es distinta. Es cierto que las familias se ahorran el alojamiento, pero la inversión que hay que realizar es bastante costosa. Las autocaravanas no son baratas, ni siquiera las de segunda mano, y tampoco lo son las furgonetas.

Como ejemplo, podemos poner las famosas furgonetas Wolkswagen, esas que todos asociamos a los viajeros más alternativos. Pues bien, ese tipo de vehículo cuesta de entrada alrededor de 30.000 euros y luego hay que añadir los gastos de camperización. Convertir la furgoneta en un vehículo-vivienda puede costar 20.000 euros más, lo que supone un total de 50.000 euros. Son precios elevados, que no todo el mundo puede permitirse.

Además, estacionar tampoco es gratis. Las autocaravanas han de aparcar en zonas autorizadas, que en la mayoría de casos conllevan algún coste (campings, etc.). Si a eso le añadimos la gasolina y los posibles peajes, el gasto aumenta, así que el viaje no resulta tan rentable desde el punto de vista económico. Por eso la motivación para elegir las vacaciones en autocaravana no tiene nada que ver con el factor ahorro. Como decíamos, es cuestión de libertad y de espíritu de aventura.

¿Autocaravana o furgoneta? 

Los amantes del turismo sobre ruedas no acaban de ponerse de acuerdo sobre qué tipo de transporte tiene más ventajas. En realidad, cada variante tiene sus pros y sus contras.

Desde el punto de vista de la comodidad interior, las autocaravanas suelen tener las de ganar. En general, y dependiendo del tamaño, permiten ponerse de pie, disponen de lavabo y varias camas y tienen espacio para una pequeña cocina. En el caso de las furgonetas camperizadas, el espacio es más limitado, pero tienen un gran punto a su favor: la posibilidad de estacionar en cualquier parte. Además, es un vehículo versátil, que puede usarse como turismo o vehículo de carga, y es más fácil de maniobrar que una caravana.

Desde el punto de vista del consumo, la furgoneta gana a la autocaravana. Al ser un vehículo más ligero, el gasto es más moderado.