Opinión

Los cargadores juegan al despiste con los transportistas. "El diván del transporte". Opinión

Foto de archivo
Un camión cargando mercancía
Los cargadores juegan al despiste con los transportistas. "El diván del transporte". Opinión

   Xavi Navarro, Director de Transporte News Radio www.transportenewsradio.com

Una vieja táctica, introducir nuevas controversias o retomar aquellas que estaban atascadas para que los transportistas no reclamen por sus derechos y mejoras.

Cartas marcadas para cargadores y operadores logísticos

Ahora toca machacar con las 44 toneladas, no sea que los representantes de los transportistas alcen la voz contra la cláusula "salvo pacto en contrario", contra los ridículos precios del transporte o el pago a más de 90 días, contra los destructivos tenders o la competencia desleal de las subcontratas en cadena. O bien, contra los excesos que se cometen con los conductores en los tiempos de espera, en las cargas y descargas de los vehículos y en la presión que reciben los transportistas para responsabilizarse de la estiba, aunque les cargue un tercero. O contra el intercambio de palets insalubres o el maltrato que a diario reciben los camioneros en las naves de distribuidoras y operadoras logísticas.

Pero eso ya lo tiene controlado la gran distribución, los cargadores en general. Ya que gobierne quien gobierne el camino a los despachos de los responsables de normativa de transporte del Ministerio de Fomento siempre está franco para ellos, a su entera disposición. Y con las mismas se reunirán una vez más con la premisa de la "colaboración" para una mejora de los procesos y condiciones del transporte entre representantes de cargadores y transportistas. Pero estos últimos cuentan con el viento a favor (medios de comunicación que les hacen la campaña), las cartas marcadas (en connivencia con distintos organismos oficiales) y la banca (el factor económico de su lado).

Además, y que no se nos olvide, la representación mayoritaria de los transportistas ante la Administración, es decir, el CNTC, no está compuesto de profesionales autónomos (aunque de este colectivo sea la mayoría del sector) sino de empresarios y, como de todos es sabido, darán todas las vueltas posibles para no morder la mano de quien les da de comer, los contratos con distribuidoras, operadoras logísticas y cargadores en general. O sea, que, a los transportistas, además de que en la negociación les espere una verdadera artillería, junto a ellos y en su misma bancada tienen a su Judas Iscariote que espera obtener sus 30 monedas de plata de los cargadores, a pesar de que su gesto sea señalado como de escandaloso. Salvo que su vergüenza se lo impida, será difícil no ver como ceden a las presiones de los cargadores. Malos tiempos se avecinan, peores que los que nunca hemos conocido.

Así estamos por la falta de iniciativa y organización de los propios transportistas

Aunque mucha de la culpa de que la situación actual permita a los cargadores hacer lo que le venga en gana con los transportistas, la responsabilidad de haber llegado a esta encrucijada, la tienen estos últimos. La pasmosidad, la melancolía, la falta de solidaridad, la dejadez, la protesta vacía y airada sin destino, el pasotismo... en líneas generales, es la actitud más destructiva del profesional del transporte. Y el gallinero revuelto no soluciona nada. Eso sí, a los que manejan el cotarro les ha venido de perlas, es innegable, juegan al despiste y cuando el transportista está a otra cosa este se convierte en su víctima indefensa.

¿Podrían cargadores y transportistas jugar con las mismas reglas?

El primer pensamiento que le sale a uno del pecho es que eso es como pedir peras al olmo. Claro que, viendo cómo está el panorama la respuesta es obvia. Si no podemos hacer presión, si no estamos a la altura y si no logramos el respeto, incluso el temor, de las instituciones y Administraciones no hay nada que hacer. Las reglas las seguirán marcando los de siempre, aquellos a los que les deberían pitar los oídos por las maldiciones entre dientes que sueltan de continuo los transportistas. Sin embargo, si deseamos que el juego sea justo, que las reglas se nivelen, que optemos por los derechos que nos han birlado, todos nos debemos "mojar". Y ya sabéis cómo hacerlo, implicándose, participando, contribuyendo con el esfuerzo y el poco tiempo del que se dispone.

Para entenderlo mejor, es como si estuviésemos enfermos, padeciendo un mal crónico y no tomásemos ningún medicamento ni evitásemos la exposición continuada a dicha enfermedad. Para curarnos debemos pasar ciertas molestias, visitar al médico, hacernos pruebas, seguir unas pautas... y eso requiere de tiempo y dedicación. Pues bien, el estado actual del transporte infiere en la salud de todos los transportistas, tomémonos nuestro tiempo y dedicación para sanar. Defendamos lo nuestro y no dejemos que los que actualmente nos representan tomen decisiones erróneas que no tengan posible remedio, que nos acaben por exterminar definitivamente.

Xavi Navarro