Renting de cabezas tractoras, un recurso ágil para tu empresa

Renting de cabezas tractoras, un recurso ágil para tu empresa
Imagen de dos cabezas tractoras
Renting de cabezas tractoras, un recurso ágil para tu empresa

Todas las empresas de transporte que inician la andadura de adquirir una cabeza tractora con el fin de desarrollar con eficacia su actividad profesional, cuentan con un instante de incertidumbre relativo a analizar cuál es la mejor opción a la hora de hacerse con un activo fijo de esa envergadura. Decantarse por la compra convencional no es necesariamente la opción más ágil y económica. En este contexto, nacen otras posibilidades con cierta importancia que es recomendable considerar, puesto que sus ventajas son realmente provechosas. El renting encarna bien este ejemplo. 

¿En qué consiste el renting? 

A partir de aquí, cabe preguntarse en qué consiste exactamente el renting, cuando llega el momento de adquirir cabezas tractoras para una empresa de transporte. Pues bien, negocios de este calibre no tienen por qué desembolsar grandes cifras de dinero para poder hacerse con activos fijos de dicho nivel, ya que existen modalidades de alquiler como el renting, que facilitan mucho la tarea. 

El renting de cabezas tractoras supone un medio muy atractivo en situaciones así, ya que estamos ante un modelo de financiación que incorpora un proceso práctico y sencillo: tan sólo es necesario pagar una cantidad mensual. Esta alternativa es denominada como renting y consigue que el empresario tenga la cabeza tractora que precisa, sin llevar a cabo importantes inversiones de dinero. 

¿Por qué elegir el renting? 

Ser emprendedor acarrea una serie de inconvenientes que obstaculizan con crudeza todo el movimiento de iniciación de un negocio. En el caso de las empresas de transporte, contar con cabezas tractoras puede convertirse en un reto difícil de lograr si no se activan las herramientas más ágiles de financiación. El renting es precisamente singular por conseguir que todo lo relativo al disfrute de los activos fijos, se produzca de una forma sencilla. 

El sector del transporte a estos niveles, está lleno de problemas de este calibre, así que resulta muy confortable poder contar con financiaciones personalizadas que posibiliten materializar toda la idea empresarial de una actividad comercial, que no puede iniciarse sin materiales así, como las cabezas tractoras. Ante un escenario así, el renting ofrece el alquiler de estos activos durante tiempos que abarcan tanto el medio como el largo plazo, consiguiendo así establecer cierta seguridad económica que ayude a que la empresa no sufra gastos desorbitados. 

Ventajas fiscales del renting en estos casos 

Por lo que respecta a las ventajas fiscales que conlleva el renting de una cabeza tractora, es preciso conocer que nos situamos ante un modelo de financiación que contribuye positivamente con la fiscalidad del negocio. 

En este contexto, nos encontramos con una de las ventajas clave que ofrece el renting. Esta no es otra que la relativa a las cuotas que se pagan mensualmente: se pueden deducir. Es decir, de ahí se deduce que aquellos ingresos que vaya produciendo el negocio podrán ir compensando como gasto. 

Asimismo, otro de los beneficios que aporta esta forma de alquiler, la encontramos en que los gastos adicionales que podría generar la adquisición de una cabeza tractora ya se encuentran incluidos en la cuota que se paga todos los meses. Por lo tanto, el IVA se deduce de esa misma cuota. 

Otras ventajas del renting para una empresa 

El renting lleva consigo además, otra serie de ventajas para una empresa. Así, una de las más destacadas es que el empresario no se verá obligado a recurrir a ningún tipo de crédito, por lo que su endeudamiento no se verá incrementado. 

De igual modo, el usuario que firma el contrato, una vez que éste finaliza, tiene la posibilidad de ampliarlo o cancelarlo, alcanzando así una libertad de movimientos que favorece el buen rumbo de la empresa. 

En definitiva, estamos frente a una herramienta que permite el disfrute del activo, al mismo tiempo que se genera un proceso de ahorro, puesto que se evitan grandes inversiones de antemano.