Opinión

El transporte español pierde otra oportunidad de oro. "El camionero en ruta". Opinión

El transporte español pierde otra oportunidad de oro. "El camionero en ruta". Opinión

El transporte por carretera en España ha perdido, una vez más, una oportunidad de oro para que sean tenidas en cuenta todas y cada una de sus demandas. Me refiero a que estamos en plena campaña electoral de la que saldrá el futuro Gobierno, pero no se ha hecho nada para que, al menos, algún partido político recoja en su programa electoral los principales problemas que padece.

Porque en esta España nuestra, como siempre y para no variar, mucho ruido interesado ocasionalmente, pero pocas, o ninguna nuez. Mucho alzar la voz la patronal del transporte con veladas amenazas de paros, pero tan solo eso y nada más. Mucho quejarse en las redes sociales y en otros lugares inapropiados, los currantes del camión, pero nada más. Mucho mirar allende de nuestras fronteras, como es el caso ahora de Portugal, pero nada de nada. Una vez más volvemos a repetir actuaciones del pasado que nos dejarán cada vez más abandonados a nuestra incierta suerte.

Decía antes que ningún partido político recogía en su programa electoral las demandas del transporte, ¡Perdón!, me equivocaba, tan solo Podemos en su programa electoral recoge, algunas demandas, no todas, en su programa, pero me suenan a oportunismo electoral, a simple relleno y sin ninguna posibilidad de éxito. Sobre todo porque tengo el presentimiento de que el partido de Pablo Iglesias se va a pegar el batacazo padre en estas elecciones generales.

No ha sentado muy bien entre el pueblo llano, en el que tenia su mejor electorado, eso de la casa de lujo del chico de la coleta y su pareja. Ahora emerge de la nada un partido como Vox, que tira hacia posiciones de extrema derecha. Pero emerge fruto del descontento general con el resto de partidos. Exactamente los mismo que sucedió en su día con el nacimiento de Podemos, fruto del inmovilismo político y del descontento de un PSOE y un PP que parecían noqueados en un combate e incapaces de reaccionar ante los problemas de los ciudadanos. Veremos en unos días el resultado.

Pero en cuanto al transporte por carretera, que es lo que nos preocupa, en este país nuestro, el sector está más adormecido que nunca, inmerso en una eterna confusión, incapaz de reaccionar en un momento como este, para que desde, tanto de las empresas, como desde los sindicatos, se plante hasta que alguien se comprometa por escrito a tenerle en cuenta y poner en negro sobre blanco todas y cada una de sus demandas, con soluciones a sus múltiples problemas.

Una patronal que ahora anda dándole vueltas a un ROTT que tanto demandó y que ayudó a su redacción, preocupado únicamente porque no les quiten sus "tejemanejes" que han tenido hasta ahora. No sea que se les termine el chollo. Pidiendo con la boca pequeña más control sobre las denominadas "empresas buzón", pero sin levantar mucho la voz, solo de cara a la galería, precisamente porque muchas de esas grandes empresas de transporte españolas, fueron las primeras en deslocalizarse abriendo delegaciones en países de Europa del Este.

Mucho pedir más controles sobre el cabotaje extranjero, una vez más con la boca pequeña, porque ellas han sido las primeras en tener entre sus flotas a empresas y transportistas autónomos a los que adjudican uno de sus semirremolques con matricula española para que se tiren meses recorriendo Europa sin volver a las bases de las empresas, sencillamente porque muchos de esos subcontratados no tienen bases físicas a las que volver.

Empresarios preocupados, ahora, de la falta de conductores profesionales, llorando porque no encuentran trabajadores. Olvidándose interesadamente de cuando les maltrataban, (aún lo siguen haciendo algunas), con la convicción de que, en lugar de tener conductores, tenían una pieza más del camión sentada en el asiento y que la podían cambiar cuando les diera la gana, por otro trabajador más barato y menos reivindicativo, aunque apenas tuviera experiencia y de vez en cuando se perdiera algún camión o quedara destrozado en cualquier carretera.

Esos mismos empresarios sin escrúpulos en el pasado, ahora lloran lagrimas de cocodrilo porque nadie quiere trabajar con ellos, alegando falsamente que no hay nadie dispuesto a subirse a sus camiones. Preocupados por la posible pérdida de la tan cacareada "honorabilidad". Algo que no les pasa a los empresarios que cuidaron y cuidan a sus trabajadores y les tratan como personas, con educación y respeto, que también hay empresas de esas, aunque algún crítico de sofá ignorante supremo del transporte lo niegue.

Por otra parte el tejido sindical español esta tan, o más, perdido que nunca. Incapaz de reaccionar y de poner de su parte a los conductores, sin saber sumarles a sus demandas, con el prestigio y la decencia perdidos por su pasado turbio. Ignorantes absolutos en sus cúpulas sindicales de la realidad del trabajo de los camioneros. En cuanto al comportamiento de sus enlaces sindicales que cada cual opine al respecto. A mi, la forma de actuar de alguno que conozco me da pena y a veces risa por no llorar.

Del resto, esos que quieren, cual nuevos "mesías", solucionar los problemas de los conductores, empezando la casa por el tejado y buscando enemistades directas con el resto de sindicatos y asociaciones, en lugar de promulgar y facilitar la unión, creo que tienen menos futuro que un predicador católico en Irán.

En fin, veremos en los próximos días que sorpresas nos depara el futuro próximo. Pero que nadie espere soluciones en el transporte a corto plazo. Que se siente a esperar, como mínimo dos o tres años. Porque mucho me temo que de estas elecciones generales no saldrá un ganador con mayoría absoluta para gobernar. Así que nos esperan meses de pactos y mucho ruido político, incluso es posible, una repetición de las elecciones. Con lo que cuando el futuro gobierno este constituido y dispuesto a recibir a los mismos representantes del transporte español desde hace décadas, habrán pasado esos dos o tres años. Luego ya veremos. Porque no nos hagamos ilusiones, en España nunca habrá un ministerio exclusivo de transportes. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.

Foto: Archivo Diario de Transporte

El camionero en ruta