La solución para el almacenaje

La solución para el almacenaje
Imagen de almacenes de alquiler
La solución para el almacenaje

Es frecuente que autónomos y pymes tengan problemas de espacio a la hora de almacenar productos y materiales. La limitación de metros en los locales o la necesidad de transportar temporalmente los materiales o las herramientas a otras localizaciones provocan que muchos autónomos tengan que buscar espacios alternativos donde guardar el género extra. Una de las soluciones más rápidas y efectivas frente a los problemas de espacio son los almacenes de alquiler, caracterizados por una gran variedad de dimensiones y precios.

Ventajas de alquilar un almacén

En aquellos casos donde la falta de espacio es un problema, el alquiler de almacenes se erige como la solución más conveniente. De hecho, cada vez es más común el arrendamiento de espacios de almacenamiento por parte de pymes y autónomos. El aumento exponencial de esta práctica se debe, entre otros motivos, a los niveles de seguridad que ofrece, al disponer de alarma y sistemas de videovigilancia y antiincendios para proteger los artículos depositados. Las garantías de seguridad de estos espacios se multiplican debido a la obligatoriedad de identificarse para entrar en los recintos donde se encuentran los almacenes, los cuales cuentan además con mecanismos de apertura y cierre de máxima seguridad.

Estos recintos se singularizan también por su accesibilidad. Por una parte, los horarios de apertura son muy extensos, con amplias franjas horarias que van desde las 6 de la mañana a las 12 de la noche, los 365 días del año. Por la otra, las facilidades para estacionar los vehículos enfrente del propio almacén son otro de sus aspectos más positivos.

Otro de los elementos a tener en cuenta en relación a los beneficios de alquilar un almacén es la amplia variedad de dimensiones que existen y que se adaptan, por lo tanto, a las necesidades de espacio de cada arrendatario. Por lo general, lo más común es que las empresas de alquiler oferten tamaños que oscilan entre los 3,5 m2 y los 14 m2. En la provincia de Barcelona, por ejemplo, el volumen de espacio más común suele moverse entre estas medidas. 

¿Alquilar o comprar?

Una de las principales ventajas de alquilar un espacio de almacenamiento es la flexibilidad, puesto que no te ata a un lugar específico a diferencia de la compra. En este sentido, el alquiler posibilita una mayor facilidad de desplazamiento del material almacenado. Del mismo modo, al arrendar un espacio no se tiene que asumir la gestión del mantenimiento y seguridad, como tampoco el pago de ciertas tasas tributarias como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.

En cuanto al aspecto económico, el alquiler acostumbra ser la elección más segura, especialmente en un momento de incertidumbre económica como el actual. El hecho de alquilar implica que no se tiene que disponer de una suma de dinero inicial, por lo que tampoco es necesario vincularse un crédito hipotecario.

Hoy en día, los precios oscilan en función del tamaño del tipo de almacén alquilado y del modelo de tarifa escogida. La heterogeneidad de las mismas suele adaptarse bastante bien a las necesidades de cada autónomo o pyme. Lo más habitual es que las empresas pidan una fianza para cerciorarse de la cobertura de los gastos en casos de impago, desperfectos o pérdida del candado de seguridad. Una vez que se deja el almacén, la fianza se devuelve íntegramente.