Gasnam lamenta la reducción a las ayudas de movilidad sostenible para el transporte profesional

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Camión Iveco GNL
Gasnam lamenta la reducción a las ayudas de movilidad sostenible para el transporte profesional

Gasnam lamenta profundamente la reducción en más de un 80% de las ayudas que el Plan MOVES contempla para la movilidad con gas natural y considera que esta medida representa un importante desincentivo para los profesionales del sector del transporte que apuestan por la única alternativa real y ecoeficiente para la movilidad sostenible.

En 2018 los planes MOVEA y MOVALT financiaron todo tipo de vehículos a gas natural con una dotación superior a 11 millones de euros, de los cuales cerca de 10 millones fueron destinados a camiones, autobuses y furgonetas. Estos planes fueron la muestra de un claro apoyo del Gobierno al sector del transporte profesional por su capacidad de contribuir a la mejora de la calidad del aire y a la reducción del impacto ambiental.

El Plan MOVES 2019 destinará al vehículo pesado de gas natural entre 0,9 y 2,2 millones de Euros, en el mejor de los casos, dejando fuera a los turismos y furgonetas que empleen este combustible alternativo.

Esta medida supone una drástica reducción de la ayuda y un importante perjuicio para el sector del transporte profesional de pasajeros y mercancías, especialmente para el vehículo pesado que, a día de hoy, no cuenta con una alternativa eléctrica “con el suficiente desarrollo”, tal y como reconoce el propio ministerio en su nota de prensa. Para sustituir 100 litros de diésel sería necesario emplear 3,5 toneladas de baterías de litio, lo que haría imposible la operativa de este tipo de transporte.

La eficacia de un plan de movilidad sostenible requiere apoyar a aquellos sectores que son capaces de producir un mayor beneficio medioambiental. El transporte profesional, debido a su elevada utilización representa un alto porcentaje del consumo de combustible y consecuentemente de las emisiones.

El gas natural es un combustible alternativo, tal y como establece la Comisión Europea en la directiva CE 94/2014 debido a su capacidad para reducir las emisiones que afectan a la salud y que puede ser de origen renovable de modo que cuando se emplea en un vehículo el balance de CO2 es igual a cero o incluso negativo y por tanto constituye una solución para descarbonizar la economía.

Además, este combustible permite mantener la competitividad en todos los ámbitos del transporte profesional que requiere grandes autonomías, repostar de manera rápida y sin las penalizaciones en la carga útil que implican las baterías.

El transporte profesional de pasajeros y mercancías es clave para descarbonizar el transporte y mejorar la calidad del aire en las ciudades y, por tanto, los planes de ayuda que persiguen beneficios medioambientales deben destinar los fondos necesarios para que los autónomos y empresarios que apuestan por el transporte sostenible cuenten con los incentivos que les permitan optar por combustibles alternativos sin perder rendimiento.

Foto: Archivo Diario de Transporte