¿Se mueve el asfalto bajo las ruedas del transporte de contenedores en Barcelona?
Un cierto run-run se nota en el mundo de los transportistas autónomos, y en menor medida, las empresas de transporte de contenedores que trabajan en el puerto de Barcelona. Los cambios en las carteras de clientes entre unas y otras terminales y el inicio del sistema de franjas horarias no ha traído la paz al sector.
Para los transportistas existe un problema recurrente en las terminales, a saber: la atención preferente que se presta a los buques, que como es natural, prevalecen sobre los camiones. Pero esa prevalencia, dicen los transportistas, les causa retrasos de cuatro y cinco horas en las principales terminales, en plural. Si un camión debe retirar un contenedor de un módulo donde está trabajando un barco en una terminal, debe de esperar excesivamente, y los barcos trabajan casi continuamente. ¿Faltan manos?... Otras terminales tienen problemas continuos con los sistemas informáticos, dicen los transportistas.
En cuanto al sistema de franjas horarias, parece que no les satisface , a pesar de que las terminales aceptan a todos los camiones y no solo a los que cumplen el horaria determinado y están en el cupo de una franja horaria concreta.
El mayor problema parece estar en los ingresos, más que en los costes. Un viaje al muelle Prat se paga a unos 100 euros, y para estar a las 10 de la mañana en el Prat para entregar un container de importación puede muy bien ocurrir, por todo lo expuesto, que se deba de cargar en día anterior. Un camión puede muy bien tener unos ingresos de 150 o 200 euros por día laborable si se está demasiadas horas esperando, hace viajes cortos y no puede hacer más de uno o dos cortos al día. El umbral mínimo de rentabilidad está en una facturación de 9.500 euros por camión y mes, que viene a suponer en 22 días laborables y una media de 430 euros por camión y día.
En el puerto de Barcelona aproximadamente trabaja una flota de unos 3.500 camiones. Unos 1.800 de empresa y el resto como autónomos. No parecen demasiados tomando en consideración el volumen de contenedores que mueve el puerto catalán… pero cobra mayor importancia por el hecho de las obras que se esperan en la construcción de tercer hilo ferroviario entre Martorell y Castellbisbal, y que está previsto que comiencen este año.
Sin duda, estas obras afectaran a transporte de mercancías en contenedores desde y hacia el puerto de Barcelona por ferrocarril, y una posible consecuencia podría ser el aumento del tráfico por carretera, sobre todo con Zaragoza.
Autor: Alonso Quijano, Naucher Global