Rendirse a la evidencia... "Siempre por lo negro". Opinión

Rendirse a la evidencia... Con más de 500.000 tarjetas de conductor, viento en popa a toda vela, no surca el asfalto si no que sobrevuela, el altivo empresario buscando carne fresca que lo enriquezca...

No, tú no ya no le vales para sus absurdos planes; tú ya conoces sus artimañas, conoces sus tejemanejes y sabes lo que te pertenece. Tiene que encontrar talibanes (aprendices), mercenarios con ansias de euros frescos con los que gestionar sus planes.

Te ponen la miel en los labios resecos, analizan tus mundanas miserias que la vida te ha adjudicado por imperativo de una mafiosa y patética actividad empresarial con denominación de origen España, como el jamón serrano. Con su condescendiente y característica aptitud de benefactor, te ofrecerá una supuesta subida en tu escala de conductor a empresario, indicándote un camino hacia una cooperativa de su propiedad, edulcorada con mucha falsedad, envuelta en una preciosa cubierta de bondades, que nos son más que su pretensión de anular tus derechos y hacer libremente sus voluntades.

Lloran y lloran y vuelven a llorar los patéticos empresarios en busca de ayudas, subvenciones y exenciones que no merecen, en busca de comprensión de papa estado, representados por cuatro mequetrefes políticos fáciles de convencer a base de talonario, encargando tareas de control al insatisfecho, inepto y prepotente funcionario que, lejos de saber hacer su trabajo para el que no está preparado, dispuesto en todo momento a pasar de trabajar en su camino desganado, camino de pensionado, mostrando su falta de interés por algo en lo que debería estar versado.

Esos culpables, de difícil calificación, que por falta de interés, desconocimiento, falta de preparación y desgana manifiesta, están detrás de una ventanilla con prepotencia manifiesta y que cuando se habla de transporte, no pueden evitar una muesca como si el que interpela, se expresara en un idioma extraño a juzgar por su cara.

Los sindicatos a lo suyo, mucho puño cerrado buscando afiliados sin conseguir las cuotas y representación que no consiguen por su falta de movilización. La realidad es, que el descrédito y la desgana acumulados por gran parte de los asalariados es manifiesta, que la creencia de que cada uno a lo suyo esta triunfando y que pocos, aunque cada vez más, están exigiendo salario, respeto y dignidad.

Son dos polos opuestos, si presionas a exigir los convenios y la legalidad, los chanchulleros buscan recovecos legales para buscar mano de obra en el mercado de la absurdidad cooperativa. Si presionas a la cooperatividad, buscan el cabotajes ilegal. Si controlas el cabotaje, crean una empresa en otro lugar para no pagar, un buzón gordo y lustroso en el que robar vía impuestos lo que aquí les toca pagar.

Eso de cada uno a lo suyo va a ser verdad, el trabajador a cobrar dentro de la legalidad, el empresario a pagar con arreglo a lo pactado y el funcionario a controlar que ese es su trabajo. Si cada uno hace su trabajo, esta será la forma de mejorar. Pero cada eslabón de la cadena debe funcionar, el que falle se tendrá que cambiar, con soplete o a martillazos, pero se tiene que cambiar.

Cada grano suma en el granero y algunos granos se tendrán que desechar... Por lo negro compañero. (Foto de archivo)