Opinión

De explotadores y otras especies. "El camionero en ruta". Opinión

Camioneros comiendo
Camioneros comiendo
De explotadores y otras especies. "El camionero en ruta". Opinión

Desconocido -o no tanto- explotador: Espero que al recibo de la presente -yo que no soy de desear males ajenos- al menos hoy hayas tenido que acudir cada dos por tres al baño, en uno de esos apretones que les dan a las personas, que como tú, no tienen y nunca tendrán, la conciencia tranquila, y como el cuerpo humano es tan complejo, que ni los mejores estudiosos del tema han llegado aún a comprenderlo, pues eso.

Más que nada porque como tú -desgraciadamente- en el mundo del transporte abundan cada vez más, los mal llamados empresarios. Los que os dedicáis únicamente a ver en los trabajadores una pieza más de vuestros camiones. De usar y tirar como si fueran un objeto sin valor. Somos cambiados por otra persona y no pasa nada. Sencillamente, porque el sistema legal español lo permite. Porque los conductores asalariados estamos cada día más abandonados a nuestra suerte -eso al menos creéis- aunque me temo que está el personal tan cabreado, tan harto de abusos y más abusos de sinvergüenzas como tú; que nuestra paciencia está llegando a unos límites que nos llevaran a tener que plantearnos seriamente cambiar la situación.

Hay una regla básica, tanto en la naturaleza, como en la vida, que confirma eso de que: “Lo que no evoluciona se revoluciona”, por sí mismo, sin más. Porque hay momentos en la vida que a fuerza de gotas el vaso se llena. Algo similar está ocurriendo con nuestro trabajo, y con nuestra paciencia. Porque en esta España nuestra si a alguien no se le paran los pies de una vez, se hace bueno eso de “Darle la mano y quedarse con el brazo”. Exactamente lo que está sucediendo en el transporte con muchos supuestos empresarios. Esos que se aprovechan descaradamente de nuestra necesidad de vivir y de mantener a los nuestros. Si, no me lo niegues. Que estáis haciendo del mercado laboral vuestro propio cortijo en el que nos utilizáis como un objeto más y cuando no servimos nos dejáis tirados. Miles de casos hay al respecto de auténticos abusos.

Cuando escaseaba la mano de obra recurristeis a cualquiera que tuviera el carné de conducir, la experiencia era lo de menos. Eso tuvo como consecuencia la proliferación de los cambios automáticos en los camiones, el leasing para los mismos, y todo lo demás, La avaricia desmedida llevó a que se convirtieran en empresarios personas que su preparación era tan básica que solo les daba para seguir siendo conductores asalariados. Incluso algunos, ni para eso tan siquiera. Así que ese afán desmedido y tan español, al mismo tiempo, de copiar malamente lo que hacen otros, convirtió el transporte en la jauría salvaje que vemos ahora. Por una falta de verdaderos profesionales, tanto en el mundo empresarial, como -justo es decirlo- por parte de algunos trabajadores. Que están de paso y como supervivientes de sus propias circunstancias personales. Pero sin amar realmente esta profesión.

Que nadie se escandalice, es mi punto de vista. Aunque no faltaran los de siempre. Esos que me acusan de radical y extremista cuando escribo algo que no les interesa leer. Pero a lo que voy. Que sí, que en España somos mucho de eso, de palmadita en la espalda, de contar únicamente la feria según nos va en ella. De interrogar al contrario con presunta amistad, para sacar toda la información posible y después, a la media vuelta, copiar ideas ajenas aparentando ser innovadores, pero tan solo para seguir siendo más de lo mismo, o mucho peor.

La mal llamada “rumanizacion del transporte” es una de las consecuencias de lo anterior, rebajas de sueldos a costa de seguir aumentando ingresos, en lugar de invertir en el capital humano, que es el más importante en una empresa. Con la llegada de la crisis. Por mucho que se inventen repuntes económicos esos sesudos analistas que únicamente hablan por boca de otros. Ahora -decía- solo queréis conductores nacionales, pero a sueldos que parecen tercermundistas. Conductores que hagan del camión su casa el tiempo que a vosotros os dé la gana, que lo cuide mejor que si fuera suyo. Además aprovechándose de la necesidad humana de sobrevivir de cobrarles averías, desperfectos por accidentes, y todo aquello que os dé la gana. Hasta de cobrarles por el uso de la cabina los fines de semana.

Todo esto porque el desgobierno de este país lo consiente, porque el sector está tan dividido que las voces son tantas que -como suele decirse: “La altura de los árboles no nos deja ver el bosque”. Veremos en los próximos meses si algun aspirante a gobernante se acuerda de nosotros, o solo es de cara a la galería como siempre. Mientras tanto en estas estamos. En fin, espero que tu mala conciencia de explotador te continué amargando la vida y si no se hace justicia humana, al menos que la divina se cumpla. Para el resto como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.

Foto: Archivo Diario de Transporte