Hipocresía y contradicciones. "El camionero ácrata". Opinión

Llama la atención las reacciones de algunos de nuestros políticos a raíz del problema con el contrato de la construcción de cuatro corbetas para Arabia Saudí.

Parece ser que el gobierno central se negaba a venderle a los árabes 400 bombas inteligentes, alegando que estás podrían usarse para bombardear Yemen y esto ponía en peligro el contrato con Navantia Cádiz para la construcción de cuatro corbetas.

No entiendo por qué las bombas no se pueden vender y las corbetas si, a no ser que las corbetas se usen como yates de recreo o para ir al curricán. Pero aún llama más la atención, la postura del alcalde de Cádiz, miembro de PODEMOS, partido que lleva años denunciando la venta de armas a este país y el uso que este hace de ellas.

Según él, primero es comer y luego las convicciones políticas, curiosa forma de hacer política. Como diría Groucho Marx: “estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”. La solución para este embrollo no es fácil, o se vende todo lo que nos pidan, con lo cual pasamos a ser cómplices del genocidio Yemení, o no se vende nada, poniendo en graves apuros la viabilidad de Navantia.

Supongo que reconvertir Navantia hacia otro tipo de industria no entra en los planes de los políticos. (Foto de archivo)