Opinión

Camionero profesional busca empresario con las mismas características. "El camionero en ruta". Opinión

Transportar en tiempos revueltos. "El diván del transporte". Opinión
Conductores de camión
Camionero profesional busca empresario con las mismas características. "El camionero en ruta". Opinión

Así podría perfectamente comenzar el anuncio de un camionero profesional que buscara trabajo. Sin más miramientos, directamente, buscando un empresario que realmente fuera un profesional, y no la multitud de malos empresarios que cada día ponen anuncios buscando conductores. Especificando sus exigencias, buscando auténticos profesionales para sus empresas, pero sin ofrecer lo mismo a cambio.

Ayer me contaba un amigo la enorme decepción que se había llevado al responder a uno de estos anuncios. El primer contacto fue telefónico. La empresa ofertante del puesto tiene su sede en Madrid. Mi amigo es de Zamora, pero no tiene cargas familiares ni nada que le ate a tener que residir en su ciudad, por lo que puede perfectamente trabajar en cualquier empresa del país. Además, en este caso, se daba la casualidad de que a la empresa que ofrecía trabajo, también le venía bien un conductor residente en Zamora, ya que muchos de sus viajes tenían final en las cercanías por lo que era posible que muchos fines de semana el conductor terminara en su domicilio zamorano con el camión.

La oferta de trabajo era para conducir un camión realizando transporte nacional. El sueldo ofertado era de 1.800 euros como mínimo, a partir de ahí podía incrementarse en función de los kilómetros realizados a final de mes, por lo que era muy posible que a final de mes pudiera cobrar en torno a los 2.300 euros. Eso si, en el sueldo estaban incluidas las dos pagas extras.

A mi amigo, en principio, le interesa la oferta, ya que está muy por encima de los 1.500 euros, todo incluido, que le ofrecen en su ciudad. Una vez que hablan por telefono, quedan de verse en la sede de la empresa en Madrid al día siguiente. Mi amigo se desplaza hasta la sede de la empresa, decide hacerlo con su coche, a pesar de disponer de transporte publico.

Llega a la empresa, el empresario no se encuentra en ese momento en la oficina. Un primer vistazo a la sede y a los camiones que hay estacionados en ella, le deja un poco desconcertado. Camiones con varios años y cientos de miles de kilómetros encima, plataformas viejas y muy mal cuidadas.

Para esperar se va a un bar cercano a tomar un café. Sentado en una mesa, escucha como un hombre está hablando con otro. Su conversación gira en torno a la empresa de transportes. El que habla relata que termina de trabajar en la empresa y está esperando al empresario para cobrar la liquidación. Relata como es el trabajo: De los 1.800 euros que promete de sueldo, nada de nada. Se puede llegar a cobrarlos si se hacen como mínimo 15.000 kilómetros al mes. No da a los conductores tele-peaje para circular por las autopistas, es el camionero el que adelanta el importe con la promesa de que se lo devolverán, pero eso nunca se produce.

Ademas relata todas y cada una de las trampas que los conductores tienen que hacer con el tacógrafo. Por su supuesto, movimientos sin tarjeta en las cargas y descargas. Circular con una tarjeta en el tacógrafo a nombre de uno de los administrativos de la empresa. Poner el imán para circular y todas y cada una de las trampas posibles. Ademas nunca realizan descansos mínimos de 9 horas entre jornadas, ya que siempre tienen que mover el camión recurriendo a una de las ilegalidades anteriores.

Por otra parte, el trato que da a los conductores el empresario, es de auténtico negrero, con constantes broncas por telefono y continuas exigencias, sometidos constantemente a control, tanto por parte del empresario como de los empleados de la oficina.

Al escuchar todo esto, mi amigo ya ha tomado una decisión. No se presentará de nuevo en la empresa. Se volverá para casa y comenzará de nuevo su búsqueda de trabajo. Mientras se pregunta porque los camioneros no realizamos también un control sobre las malas empresas y no existe un foro en el que se hagan públicos los nombres de aquellas malas empresas a las que no contestar a sus ofertas de trabajo.

Desgraciadamente lo que le ha ocurrido a mi amigo es una triste realidad en el transporte. Por eso el titular de este artículo: "Camionero profesional busca empresario con las mismas características". (Foto: Archivo Diario de Transporte)