Opinión

El Tambor del Bruch del transporte. "El diván del transporte". Opinión

Camioneros comiendo
Camioneros comiendo
El Tambor del Bruch del transporte. "El diván del transporte". Opinión

   Xavi Navarro, Director de Transporte News Radio www.transportenewsradio.com

La importancia de la batalla del Bruch es que rompió con el mito de la imbatibilidad del ejército de Napoleón. El 4 de junio de 1808 una columna francesa dirigida por el general Schwartz salió de Barcelona con órdenes de castigar Manresa e Igualada. Los efectivos franceses eran de 3.800 hombres. El ejército español era en parte profesional y en parte voluntarios de los somatenes catalanes, en total eran unos 2.000 hombres.

El ejército francés fue vencido en una emboscada. La historia cuenta el episodio del joven pastorcillo que pone en fuga a las tropas napoleónicas con la colaboración del eco de las montañas de Montserrat. El niño de la historia, no podía combatir por su edad, pero quiere ayudar a su pueblo contra los franceses, así que toma su tambor y se pone a tocar. El eco de las montañas hace que dé la impresión que son miles de tamborileros, por lo que el ejército francés se bate en retirada.

El Diario de Manresa del 26 de septiembre de 1808 explica los hechos de una manera ("sólo con sus propias fuerzas, sin caballería, artillería ni jefe militar que los dirigiese... ") que sería el embrión de la creación de la leyenda respecto a la lucha de un pueblo desarmado frente al gran ejército invasor.

Ese "ejército invasor" formado por empresas de operadores logísticos o grupos inversores de "economías colaborativas" con sede en paraísos fiscales, algunas de ellas deslocalizadas y que desconocen o no quieren conocer lo que son los derechos laborales por los que muchos de nuestros ancestros lucharon hasta incluso hasta la muerte.

Un ejército de trabajadores "desarmados frente a ese gran ejército invasor" y que pertenecen a colectivos distintos del sector del transporte: autobuseros, paqueteros, repartidores, taxistas, camioneros, riders, etc., que "sólo con sus propias fuerzas, sin caballería, artillería ni jefe militar que los dirigiese" organizados prácticamente sin el apoyo de asociaciones profesionales, con el respaldo de algunos sindicatos con más compromiso que ganas se enfrentan a un rival muy superior que, confundido, huye tras escuchar tambores desde todos los medios de comunicación, amigos o no.

Importancia de los medios de comunicación en las reivindicaciones

Muchos ya son los medios de comunicación que, a modo de tambor del Bruch, se hacen eco de las reivindicaciones de los trabajadores en conflictos laborales ante rivales empresariales de la logística y el transporte de tamaño descomunal: Amazon, Deliveroo, Uber, Boyacá, Glovo, Ikea, XPO Logistic y así una lista que día a día se va alargando. Eso sí, más de un editorial de algunos medios más que presentar los hechos, tal cual suceden, extorsionan la realidad y muestran una información, retorcida, torticera e interesada al servicio de los anteriormente mencionados.

Sin embargo, y sin aparentemente darse cuenta, son parte del eco de ese tambor informativo que retumba entre las montañas con el mensaje de las reivindicaciones de los profesionales del sector, porque estos ya no se dejan engañar tan fácilmente, ahora se ilustran más y comienzan a ser críticos con las publicaciones que leen o escuchan. Ya no vale eso de que "si ha salido en la tele es que es cierto". La ciudadanía es más consciente de la realidad de los transportistas y prueba de ello es que cada vez hay menos vocaciones, menos jóvenes dispuestos a formar parte de las legiones de conductores explotados.

Luz al final del túnel

Quizás me tachen de ingenuo, pero todavía tengo confianza en el sector del transporte. Vivimos tiempos muy convulsos que pueden dar como resultado una unidad entre trabajadores de distintos colectivos de la logística y del transporte que sufren un problema similar. En esta tesitura es posible encontrar el músculo necesario de la unidad para negociar hasta cambios en esas leyes hechas al dictado de los especuladores.

En el monumento al tamborilero del Bruch (esos medios de comunicación a veces pequeños, pero con mucha influencia) se encuentra una inscripción donde se lee: "Viajero, para aquí, que el francés también paró, el que por todo pasó no pudo pasar de aquí", que para el caso sería: "Conductor profesional, para aquí, que el explotador también paró, el que por todo pasó no pudo pasar de aquí". (Foto de archivo)