¿Quién necesita de verdad conductores? "Investigando en el transporte"

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Camiones estacionados,
¿Quién necesita de verdad conductores? "Investigando en el transporte"

¿Quién necesita de verdad conductores? Esa, y no otra, es la pregunta que muchos profesionales del transporte se hacen a menudo, esa y muchas otras, lógicamente, pero principalmente esta, porque conductores y camioneros ha habido siempre y hay en la actualidad, dispuestos a subirse a la cabina de un camión o de un autobús, otra cuestión muy diferente es ¿En que condiciones?

Sencillamente porque aquellas empresas que han sabido conservar y valorar el mayor capital del que dispone toda empresa, que no es otro que el humano, -no olvidemos que las maquinas solo hacen la función para la que fueron inventadas-, esas empresas, problemas no tienen ni han tenido para tener una plantilla estable de conductores. Luego está el resto, las otras, las que consideran al conductor casi como un problema, más que como una solución.

Las que ven en el trabajador casi a un enemigo, en lugar de un colaborador necesario, las que van por el mercado del transporte pensando que van a seguir ganando dinero tirando precios, arrasando el panorama  y dejándolo como un desierto. Incapaces de mirar hacia el futuro y siendo cortoplacistas, como si les fuera la vida en ello. Esas empresas que siempre se las denominó en el mundo de la carretera como "auto escuelas". Por las que pasaban muy buenos, buenos, regulares y malos conductores. Hasta que se hartaban de ser un mero número en una cuenta de resultados y se buscaban otra en la que se les valorara como profesionales y como personas.

También están, las que arrastraron y arrastran chatarra con camiones y plataformas que se caen a cachos, pero que van mal tirando como pueden. Las que creían que iban a hacerse de oro contratando mano de obra barata, ya fuera nacional o de fuera. ¿Nadie se acuerda ya de como en los principios de este siglo XXI cualquiera que tuviera un carné de camión valía para el trabajo aunque no tuviera la experiencia necesaria o no valiera para ello?, ¿Nadie se acuerda de la llegada de los cambios automáticos en los camiones porque muchos rodamientos de cajas de cambio manuales salieron por un costado?

Dios me libre de que nadie interprete que no defiendo las oportunidades que todos merecen, no es eso, me refiero a aquellos años en los que ser camionero era ser un profesional de segunda clase, porque se ganaba más encofrando edificios en la vorágine de la construcción, que recorriendo Europa en un camión. Pero tampoco parece que ahora nadie se acuerda de aquellos años en los que ser camionero con cerca o más de 50 años ya no estaba bien visto, ya eran viejos y estaban quemados. Pero mire usted por donde, ahora, los de la vieja escuela son los buenos ¿Por qué? Respondan ustedes queridos lectores.

Se terminaron aquellas generaciones de futuros conductores que admiraban los camiones hasta caerles la baba cuando eran niños. Ahora ya no es lo mismo, la vorágine de un transporte convertido en selva, las prisas en las que hasta las alpargatas de colores son urgentes, las oficinas en las que corren los camiones más que los coches de Formula 1. La llegada a la logística de personas que no han visto un camión en su vida y que se creen que la velocidad de los mismos es la que dice el programa del ordenador, para el que no hay cuestas, ni atascos, ni caravanas, ni accidentes en carretera que dificulten el transito, ni muchos menos, más camiones en el mundo además que los que dirigen. Incapaces de decirles a sus clientes la verdad. Esa de que en el transporte "el 99% de lo que se dice es mentira y el 1% restante no tiene nada que ver con la realidad", todo lo anterior influye, y mucho, en la falta de conductores.

La profesión ya no es atractiva para las nuevas generaciones, ahora se intenta paliar con subidas de sueldo que nunca deberían haber bajado, pero eso conlleva un ajuste de precios. Veremos quien es el empresario que se atreve el primero a subir el precio de los transportes. Ese si que merece una medalla. Eso no ocurrirá, aunque debería suceder. En cambio tendremos más de lo mismo o peor aun, una vuelta a aquellos días de principios del siglo XXI en una pésima segunda parte. Veremos y lo seguiremos contando. Mientras tanto ¡¡¡Buena ruta!!!. (Foto: Archivo Diario de Transporte)

Equipo de investigación de Diario de Transporte