La AP-8 sufre su 'día de la marmota' con 19 kilómetros de cola de camiones

Carta abierta de Ovidio de la Roza: “No nos merecemos esto”
Camiones en la frontera
La AP-8 sufre su 'día de la marmota' con 19 kilómetros de cola de camiones

El comienzo y el final de las vacaciones de Semana Santa siempre repercuten en la frontera. Son fechas fijas que figuran en el manual de cómo sobrevivir a un atasco. Si los días festivos fueron los turismos los que se movilizaron en masa en dirección Francia para pasar unos días de asueto, ayer fueron los camioneros, por razones laborales en cambio, quienes se echaron a la autopista y colapsaron la vía en sentido Francia.

El atasco alcanzó los 19 kilómetros en la autopista. La fila de vehículos en la AP-8, a través del Segundo Cinturón llegó a la altura de Donostia. La paciencia de los camioneros, y de los conductores particulares afectados, volvió a ponerse a prueba. Fue un 'déjà vu', que dirían los vecinos franceses. La prohibición de circulación para los vehículos pesados el domingo y el lunes, a un lado y otro de la muga, provocó la acumulación de camiones una vez se levantó el veto el lunes a las diez de la noche.

De nuevo en ruta, comenzó a formarse el embudo de todos los años por estas fechas. El año pasado fueron 21 kilómetros de atasco. La autopista sufre su 'día de la marmota', sin que parezcan remedios milagrosos los protocolos de coordinación entre las autoridades vascas y francesas. Empieza a ser normal que el martes de la Semana de Pascua se produzca el colapso en forma de una hilera kilométrica de camiones.

Los problemas empezaron a acumularse a partir de las diez de la mañana y las retenciones fueron aumentando con el paso de las horas. Por la tarde, empezaron a retroceder lentamente y, pasadas las 21.00 horas, la cola acumulaba solo tres kilómetros.

La dirección de Tráfico del Gobierno Vasco informó a través de los panales electrónicos de la autopista para que los camioneros utilizaran las tres cabinas abiertas para camiones en el peaje de Biriatou. Agentes de la unidad de Tráfico de Gipuzkoa de la Ertzaintza regularon la circulación de la N-121- A para que los vehículos pesados pasaran a dos carriles y utilizasen las tres cabinas en lugar de una y así procurar que se descongestionara la cola.

El peaje de Biriatou pertenece a ASF, Autopista del Sur de Francia, que abrió seis cabinas de cobro, de las cuales tres se liberaron para los vehículos pesados. En el lado guipuzcoano, Bidegi abrió todas las cabinas del peaje de Irun, informó la Diputación foral. «Los protocolos de coordinación y comunicación han funcionado correctamente entre Gobierno Vasco y la parte francesa. Las vías de comunicación están permanentemente abiertas», señalaron desde el Departamento vasco de Seguridad.

Tanto Tráfico como la Diputación admitieron que se trata de retenciones «habituales», que se producen el martes después del lunes festivo de Pascua, pero también en otras fechas por la coincidencia de festivos, o por el aumento de controles policiales por las medidas de seguridad establecidas en Francia tras los ataques terroristas del ISIS.

«Siempre a este lado»

Sea por una causa o por otra, o por la conjunción de ambas, la frontera lidera el ranking de puntos más conflictivos para el tráfico. Lo corroboran los camioneros. La Asociación Empresarial Guipuzcoana de Transporte de Mercancías por Carretera, Guitrans, constata que los problemas «siempre ocurren a este lado de la frontera», en Gipuzkoa, y rara vez el colapso de camiones afecta a la inversa, a los carriles de la autopista francesa A-63, la que discurre desde Burdeos hasta la frontera, remarcan desde la entidad.

Si no fuera suficiente con los problemas de tráfico en la autopista, a las tres de la tarde se sumó el accidente ocurrido en la N-636 en Errenteria. Hacia las cuatro de la tarde, la colisión entre un camión Daf y una Citröen Berlingo obligó a cerrar la carretera en ambos sentidos. Los dos ocupantes de la furgoneta, un niño de un año y su madre de 39, resultaron heridas y fueron trasladados al Hospital Universitario Donostia. Una hora después, la vía ya se encontraba libre y había recobrado la normalidad.

Las retenciones pusieron fin a una operación especial de tráfico de Semana Santa, que finalizó en Euskadi sin víctimas mortales por sexto año consecutivo, como destacó la directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera. «Se consolida la tendencia descendente en mortalidad, también en el periodo de Semana Santa. Además, se han registrado 28 accidentes menores que el año pasado, 60 en total, que son la mitad de los ocurridos en 2012. Las llamadas a la prudencia y a la responsabilidad en la conducción están dando sus frutos.

Los datos, aún provisionales, nos indican que los primeros días de las vacaciones ha habido menos tráfico que el año pasado». Las retenciones también han sido inferiores. Los días más problemáticos fueron el miércoles y el jueves, cuando se alcanzaron 8 kilómetros de atasco en la frontera en dirección Francia, frente a los 11 del año anterior. El nudo de Armiñón, en Álava, y el trayecto entre Bilbao y Cantabria también repitieron como otros de los puntos de atasco.

En el conjunto de las carreteras españolas han fallecido 30 personas, desde que comenzó el dispositivo especial el viernes 23 de marzo hasta ayer. Se trata de la cifra más baja desde 1960, aunque supone tres fallecidos más que en el mismo periodo de 2017, informó la DGT. Fuente original: diariovasco.com