Los camiones pesados necesitarán una declaración de impacto ambiental
La Unión Europea trabaja para en el horizonte de 2030 reducir un 1,5% anual las emisiones contaminantes. Una de las herramientas para conseguir el objetivo serán estas “declaraciones”, por las cuales se certificará el consumo y niveles de emisiones de CO2 de cada vehículo.
A partir del 1 de enero de 2019 todos los camiones pesados que se fabriquen y comercialicen en la Unión Europea deberán ir acompañados de la correspondiente Declaración de Consumo y Emisiones de CO2, una nueva herramienta que deberá sumarse a la formación de conductores y a la utilización de software y servicios avanzados para la gestión de flotas.
Esta nueva normativa comunitaria comenzará a implementarse desde el próximo año empezando por los camiones de mayor tonelaje, pero la UE quiere extender paulatinamente su alcance a todos los segmentos de vehículos comerciales e industriales.
Los valores de consumo y emisiones que de forma oficial aparezcan en estas “Declaraciones” tendrán carácter individual para cada vehículo y los mismos serán resultado de un proceso estandarizado y certificado por la UE que simulará diferentes ciclos de conducción. El objetivo final de esta medida es contribuir a que los futuros compradores puedan elegir con facilidad aquellos vehículos más eficientes y que presenten un funcionamiento con menor impacto medioambiental.
Según datos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático que lidera Naciones Unidas a nivel global el tráfico de camiones pesados sería responsable de al menos un 6% de las emisiones de gases de efecto invernadero, un porcentaje que podría reducirse de forma importante si se acelera la sustitución de las energías de origen fósil y se promueven alternativas energéticas más ecológicas y sostenibles.
Se calcula que desde 1990 el consumo de los camiones pesados se ha podido reducir en aproximadamente un 20%, un porcentaje que sería muy similar en el caso de las emisiones, pero hasta alcanzar el horizonte de 2030 el objetivo estratégico en el que trabaja la Unión Europea es conseguir que las emisiones de CO2 se reduzcan a un ritmo anual del 1,5%.
Para poder medir la importancia que a medio plazo podrían llegar a tener estas declaraciones medioambientales, habría que tener en cuenta que en una ciudad como Madrid, por ejemplo, al menos el 32% de las emisiones son producidas por el tráfico urbano de vehículos comerciales y camiones, un porcentaje que centrándonos en el área metropolitana de Barcelona puede llegar incluso al 40%.
Fuente: terranea.es
