La variante de la Font de la Figuera aboca al cierre al restaurante Las Eras tras casi medio siglo

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La variante de la Font de la Figuera aboca al cierre al restaurante Las Eras tras casi medio siglo
La variante de la Font de la Figuera aboca al cierre al restaurante Las Eras tras casi medio siglo

El histórico negocio sucumbe al bajón de la actividad provocado por la drástica reducción del tráfico en la N-344

No todos estaban contentos en la Font de la Figuera el pasado 19 de junio, cuando el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, inauguraba la variante de esta localidad. En el restaurante Las Eras, histórico local que durante casi 50 años ha sido apeadero de miles y miles de transportistas en sus rutas hacia Alicante, Murcia y Andalucía por el atajo que era la N-344, pegada al casco urbano de la localidad, se temían lo peor. Han resistido más de medio año el drástico descenso del tráfico. Hasta que el pasado día 14 sirvieron su último menú.

Fernando Colom hijo tiene 35 años y explica el cierre con datos imbatibles. De servir entre 130 y 150 menús al día, la puesta en marcha de la variante «se notó de un día para otro», explicaba ayer, y el restaurante fue bajando hasta los 30 menús diarios con los que ha decidido echar el cierre. «Este verano aún nos defendimos algo; bajó la cosa enseguida pero en verano ya se sabe que hay más movimiento y parecía que podríamos sobrevivir», cuenta. Pero llegaron el otoño y el invierno «y entonces el bajón fue enorme», añade.

Preguntado por la posibilidad de haber actuado antes con un traslado de la actividad, habida cuenta de que esta obra no sólo se veía venir si no que ha llegado con cinco años de retraso, Fernando es tajante: «las pegas y los impedimentos que te pone el Estado son inasumibles. Para hacer el restaurante junto a la nueva variante nos exigían un acceso más de un kilómetro antes y una salida más de un kilómetro después, y pagar nosotros parte de esa obra. Eso es una barbaridad y empresas familiares como ésta no se lo pueden permitir», cosa que favorece a las grandes firmas que operan en la carretera, dice.

Antes de la variante, en Las Eras trabajaban hasta 15 personas. En el último año han ido bajando hasta los ocho empleados. Y si amargo es el cierre para él, más lo es para Fernando padre, al frente de Las Eras desde el año 1977. Pese al horizonte tan pesimista que implica el cierre, los Colom aseguran que el negocio está en traspaso. «El que se lo quiera quedar que sepa que ha de plantarse otro negocio hostelero, no éste», expone.

Adiós a un punto negro

La apertura al tráfico de la variante de la Font, un tramo de 5 kilómetros, ponía fin este verano a más de dos décadas de quejas y anuncios. La N-344 a su paso por la Font de la Figuera, cuyo casco urbano bordeaba, era uno de los mayores puntos negros de la red valenciana de carreteras. Nadie que frecuentase esta vía —en realidad, un atajo para ahorrarse un puñado de kilómetros por no seguir en la A-35 hasta el enlace cerca de Almansa— se habrá visto privado de contemplar una estampa demasiado habitual: la de un camión volcado con la carga esparcida o la de algún accidente grave por colisión. Y es que la carretera era de doble sentido, con tres curvas muy acentuadas y con un desnivel casi de puerto de montaña en un tramo.

La nueva variante absorbe el tráfico de ese antiguo trazado, que ahora es de uso casi exclusivamente local. La reducción es de alrededor de 14.000 vehículos diarios. De ellos, más de la mitad son vehículos pesados. Son, por tanto, entre 7.000 y 8.000 camiones al día que dejan de pasar al lado de la Font de la Figuera... y de Las Eras, situado en las afueras de la localidad, en una explanada antaño atestada y que ahora es un desierto. Como los sábados, pero toda la semana. Fuente original: levante-emv-com