La escasez de conductores será mucho mayor en 2018
@Camioneroleones.- La escasez de conductores en las empresas en las empresas de transporte en Europa ahora está aumentando rápidamente. Así lo recoge un estudio llevado a cabo por el banco holandés ING en el que ha analizado el sector y la demanda de profesionales a nivel europeo en el transporte de mercancías por carretera.
El estudio confirma que a finales de 2017, casi la mitad de las empresas de transporte tenía escasez de personal. Aunque el número de puestos de trabajo vacantes no es tan alto como lo era en 2007. Pero la tendencia del mercado laboral en el sector, apunta a una mayor demanda de conductores en 2018, algo que para las empresa supondrá un claro desafío en el futuro. Ya que a la escasez creciente de conductores, se suma el abandono de la profesión a causa de la jubilación de más profesionales, junto con un menor interés de los jóvenes por incorporarse a un trabajo que tiene pocos atractivos. Debido a que conlleva mucha dedicación, días y semanas fuera de casa y unos salarios que no son acordes con la exigencia del puesto de trabajo.
Estos inconvenientes a la hora de encontrar profesionales por parte de las empresas, son mayores a los que eran en 2007. Además casi un tercio de los conductores que realizan transporte de mercancías por carretera, tendrá más de 55 años al final de 2017. Por lo que, de acuerdo con el estudio de ING, se producirá un importante déficit de conductores en 2018. Para paliar esta escasez de conductores, muchas empresas han recurrido a la contratación de conductores autónomos que puedan trabajar más horas. Algo que ha llevado a muchas empresas a expandirse, por lo que la confianza empresarial en los conductores autónomos está aumentando.
Por otra parte, el estudio recoge que el transporte por carretera en Europa crecerá una media del 3,5% en 2018. Por lo que la escasez de conductores debería servir para que los profesionales del volante consiguieran mejoras laborales y salariales. Aunque el importante despliegue internacional de los conductores de los países de Europa del Este, beneficia claramente a las empresas y puede suponer un freno en las demandas laborales. Una situación que se ha visto reflejada en las últimas movilizaciones sindicales en Francia.
