Opinión

Camioneros y salud laboral, un tema que a Fomento no parece importar. Opinión

Foto: Camionero descargando su camión.
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Camioneros y salud laboral, un tema que a Fomento no parece importar. Opinión

  Xavi Navarro. Director de Transporte News Radio  www.transportenewsradio.com 

Multitud de horas de conducción, la mayor parte del tiempo en condiciones muy duras. La presión del mercado, el dumping social, la carencia de inspecciones, la falta de apoyo efectivo por las organizaciones empresariales del sector y un largo etcétera hacen que el acceso a la profesión de transportista sea un objetivo laboral poco deseable.

Un oficio nada atractivo

El trabajo ya en sí es duro, muchas horas de conducción manteniendo una misma postura y la atención constante en la carretera. Rodar por carreteras de toda Europa en condiciones climatológicas adversas y por vías en muchas ocasiones en mal estado. El temor permanente a los agentes de tráfico relacionado con la conducción, estado del vehículo, de la mercancía. Los turnos horarios, no siempre se puede comer o dormir a la misma hora. La vigilancia del camión y la mercancía, que en muchos casos obliga a pernoctar en la cabina, en condiciones de temperatura y confort mínimas, aparcados en polígonos industriales vacíos, al borde de las carreteras o en áreas de descanso poco vigiladas. La disponibilidad permanente a la que se ven sometidos por parte de los jefes de tráfico y controladores telemáticos. Alteraciones del sueño, enfermedades que puedan arrastrar, fatiga, falta de descansos, exceso de contenido de trabajo, de ritmo elevado de trabajo llevan a que este colectivo, el del transporte de mercancías por carretera, sea el que mayor mortandad registre. Para colmo no se pueden jubilar a los 60 años, como en otros sectores en los que se registran menos riesgos laborales. Y qué decir de la Coordinación de Actividades Empresariales, quién la obedece, quién la sigue. Si tan solo se cumpliera y se vigilase con rigor muchos problemas se habrían resuelto ya.

Los operadores logísticos, la gran distribución, las empresas de transporte y los cargadores en general ven con preocupación la falta de conductores, sobre todo en fechas previas a las fiestas navideñas, donde el volumen de mercancía a transportar aumenta considerablemente. Pero ¿hacen algo por mejorar las condiciones de los chóferes asalariados y camioneros autónomos? Pues, si reflexionamos un poco veremos que sí: contratar a destajo personal como falso autónomo. Es este, el sector del transporte, el que registra mayor número de trabajadores en condición de falsos autónomos. Y si es posible derivar parte de la mercancía que debe transportarse en camión a las furgonetas, ya que estas carecen de tacógrafo.

Accidente laboral vs. accidente de circulación

Para las autoridades es molesto tener que reconocer un aumento de siniestralidad en los indicadores estadísticos de accidentes laborales. Ya sabemos que de un tiempo a esta parte las empresas han relajado la vigilancia en la prevención de riesgos laborales, las inversiones en salud laboral han descendido alarmantemente. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social se ve desbordada y falta de medios suficientes. Además, el temor a la pérdida del puesto de trabajo y el acoso a los delegados sindicales han reducido las bajas por enfermedad común y denuncias ante la Inspección. Sin embargo, aumentaron los registros de accidentes laborales de forma preocupante. Por lo tanto, con estos datos sobre la mesa, las autoridades no quieren ni oír hablar de incluir en los datos estadísticos aquellos accidentes en misión que sufren los transportistas. Recordad, cuando el Gobierno presente estadísticas de accidentes laborales estas no incluirán los accidentes que sufren los transportistas en carretera, este tema solo parece que competa a la Dirección General de Tráfico.

Aumento de peso y volumen

Esto nos lleva a pensar en las excelentes relaciones entre el Ministerio de Fomento y los cargadores, con el beneplácito de las grandes empresas de transporte y distribución. No parece que sea suficiente de que hayan entrado en escena los megatrucks (conjuntos de vehículos de hasta 25,25 metros de longitud y 60 toneladas de masa máxima autorizada) sino que, además, parece inminente el aumento de altura y peso con 4 toneladas más, hasta alcanzar las 44 toneladas. Paradójicamente, a la fecha de redacción de este artículo, si en un control de inspección por carretera se superan las 40 toneladas actuales se puede sancionar a empresa y conductor por, entre otros, motivos de seguridad vial. Parece ser que, si se aceptan definitivamente esas 4 toneladas más, con los mismos vehículos, ya no será motivo de riesgo. Poderoso caballero es don dinero.

Carga y descarga

Nuestro medio lleva ya largo tiempo enfrentado con este tema, nuestras campañas nos avalan. No se debe obligar a cargar y descargar a ningún conductor, aunque exista esa trampa en la normativa del “bajo pacto en contrario”. Al transportista se le acumula fatiga extra que no tiene relación con su verdadero oficio, que no es otro que el de conducir.

En conversación informal con Emilio Sidera, subdirector general de Ordenación y Normativa de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, saqué este tema a relucir y su respuesta me dio mucho que pensar. Se trata no solo de modificar las normas y leyes (contrato de transporte, LOTT y ROTT), ya que con otros temas se hizo y no dio resultado (como con el precio mínimo del transporte). Su enfoque me llevó a ver que este es un tema que se ha de llevar a la propia Ley de Prevención de Riesgos Laborales que sí tendría un efecto disuasorio real. Pero, en estas, me pregunto yo ¿si se sabe… por qué no se ha hecho ya? La respuesta es clara, no interesa y mucho menos a los cargadores que tendrían que multiplicar el personal de planta, mozos especializados, con el costo económico que para los resultados de cuentas de la gran distribución traería aparejado.

Política de Fomento

Así que, después de reflexionar mucho, estas y otras perversas condiciones en las que se encuentra sumido el desfavorecido camionero, solo se vislumbra un interés y un propósito, el del que lo respalda y se beneficia. Fomento mantiene una alianza a ultranza con los cargadores y estos solo miran por sus intereses económicos, sin importarles lo más mínimo la moral ni a quiénes perjudica.

Las asociaciones de transportistas están ahí, arropadas en su Comité Nacional del Transporte por Carretera, en sus reuniones, en sus congresos, a su aire. Y no acuso a las pequeñas que, aunque estén incluidas en ese CNTC, también pelean por los derechos de los transportistas, cada una a su manera. Me fijo en aquellas que deberían tener más determinación y oponerse a esta farsa en la que se ha convertido el transporte español. Aquellas que son sumisas con la gran distribución y la maquiavélica política del Ministerio de Fomento.

¿Solución? Claro que la hay, nos la da las urnas cada cuatro años, tanto para la elección de Gobierno como para la elección de representación en el transporte. Pero este sector es el que es, se queja… pero les sigue el juego a los de siempre.