Transordizia refuerza con más camiones su apuesta por el gas natural

Transordizia refuerza con más camiones su apuesta por el gas natural

En un año incrementa con cinco unidades su flota de vehículos impulsados por este combustible ecológico. Alarga sus trayectos hasta Polonia y Suecia.

La empresa irunesa Transordizia ha incrementado en un año su flota de vehículos impulsados por gas natural licuado GNL de seis a once y su pionera ruta hasta Hamburgo se ha alargado hasta Polonia y Suecia. Son datos que demuestran que su apuesta por un combustible más respetuoso con el medio ambiente obtiene resultados positivos y que es posible un transporte por carretera más ecológico.

“No vamos a decir que está siendo fácil, pero le estamos dando la vuelta y se puede trabajar. Y si podemos trabajar nosotros, puede hacerlo todo el mundo”, coinciden en afirmar Jesús Galindo y Fran Cobo, gerente y jefe de flota de Transordizia, respectivamente.

El origen de la idea corresponde a Fran Cobo, quien vio que “el diésel no podía seguir evolucionando porque no se podían enfriar más los gases del tubo de escape”. A partir de esa constatación, indagó en posibles alternativas hasta encontrar el gas natural licuado idóneo para sus pretensiones. “Tenía que ser algún tipo de combustible que, una vez consumido, volviera a ser repostado”, señala, para añadir que “los vehículos eléctricos no sirven para transportar mercancía”. Ha transcurrido un año desde la primera ruta europea de un camión de Transordizia, y la valoración es cautelosa. Galindo advierte de que el proceso se encuentra en fase de evaluación, centrada en la viabilidad de la mecánica. “Solo conoceremos si es viable cuando el vehículo tenga 300.000 kilómetros, y para llegar a esta cifra son necesarios por lo menos dos años”, indica.

Este aspecto es un factor clave para que Transordizia mantenga su apuesta, porque el ahorro económico en combustible inicial puede perder fuerza si las reparaciones en la mecánica del camión lo superan hasta el punto de hacer el proyecto inviable. Pero no es el único punto que puede hacer peligrar esta experiencia pionera. Galindo considera que existen otros factores que contribuirían a consolidar el GNL como combustible habitual en los camiones, entre los que destaca un apoyo institucional que a día de hoy es inexistente en Euskadi y muy escaso en el ámbito estatal.

“No hay una voluntad clara de apoyar y subvencionar” esta práctica, lamenta, lo que en su opinión explica que “grandes flotas como la nuestra entran poco a poco, pero el pequeño flotista o el autónomo ni piensa en la posibilidad”. A los aspectos mecánico e institucional, tanto el gerente como el jefe de flota de la firma transportadora de vehículos industriales situada en el polígono Zaisa de Irun añaden la oferta de camiones adaptados a este combustible. Según han constatado, las grandes marcas fabricantes de camiones han comenzado recientemente a reparar en el GNL, lo que impide que en la actualidad exista una oferta amplia en la que elegir.

POTENCIA

“Hay algo, pero muy poco todavía”, indica Fran Cobo. “Nosotros trabajamos con Iveco, que es quien nos suministra la mejor opción”, prosigue. Cita otras marcas que ya han iniciado la producción de camiones impulsados por GNL, como Scania o Volvo, pero su oferta no alcanza la potencia que requiere el transporte de 24 toneladas de carga. “340 caballos está bien para un camión de basuras o una furgoneta de reparto, pero nosotros necesitamos por lo menos 400 caballos”, ilustra.

Galindo se extiende al considerar que “tenemos la necesidad urgente de que se presenten más vehículos GNL de otras marcas, porque ahí está la competencia de precios”. Como ejemplo, recuerda que en la actualidad una tractora diésel cuesta un 50% menos que una GNL, y “hace falta mucho tiempo para recuperar la inversión”. Sitúa la diferencia en alrededor de los 40.000 euros, lo que significa que la mecánica de la máquina “tiene que aguantar mucho tiempo para que seas capaz de recuperar esa inversión”.

Con todo, reconoce que “si en verdad hubiese una motivación económica clara y cuantitativa de ahorro, habría mucha más gente invirtiendo en esto y va muy poco a poco”. Cree que todavía es necesario que se asiente una conciencia medioambiental que pondere este aspecto a la hora de contratar un servicio. Jesús Galindo señala que, en general, a los clientes “lo que les importa es el precio, y les da igual si se hace con vehículos diésel, GNL o carbón”, aunque comprueba que esta situación comienza a revertirse.

GAS NATURAL LICUADO

Qué es. Gas en estado líquido, que se obtiene al enfriarlo a -161º. Se transforma en un líquido transparente como el agua, inodoro, incoloro y no es corrosivo ni tóxico. Beneficios. El gas natural licuado es uno de los combustibles con menor impacto medioambiental, muy por debajo del gasóleo. Si se derramara, el GNL se disiparía en el aire sin causar ningún tipo de contaminación. Aplicado al transporte reduce las emisiones contaminantes a la atmósfera y, además, es más barato que el gasóleo.

Principal desventaja. Su repostaje. Actualmente no existen muchos puntos de recarga, lo que obliga a planificar hasta el último detalle las rutas para evitar que el vehículo se quede sin combustible.

TRANSORDIZIA

Año de fundación. 1989. Actividad. Especializada en transporte internacional de vehículos industriales. Es una de las tres principales empresas del sector en Europa. Recursos. La flota de esta firma guipuzcoana asciende a 135 camiones, de los que 11 funcionan con GNL. La plantilla está conformada por 125 personas. Inversión. Destinará 2,5 millones hasta 2019 en su proyecto de introducir el gas natural licuado.

Fuente: noticiasdegipuzkoa.com