Las turbo rotondas ganan presencia en España

Las turbo rotondas ganan presencia en España

Las rotondas parecen una buena solución para las intersecciones, pero no pocos conductores las encuentran «confusas». este es el argumento planteado por el concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Logroño Vicente Ruiz Cazorla con la intención de que se implanten en la ciudad las denominadas 'turbo rotondas'.

Salvo en las nuevas «turbo rotondas» no existen carriles establecidos en función de la salida que se vaya a tomar: la glorieta es una vía de sentido único, generalmente con varios carriles, que tiene las salidas situadas en su carril derecho, como si se tratara de una autovía. Como resulta lógico, no sería correcto salir desde el carril izquierdo de una autovía cortando la trayectoria del que circula por el carril derecho. Pues en las glorietas el comportamiento es exactamente igual.

El edil del PSOE ha incidido en más datos: un 75 por ciento de los conductores no sabe circular correctamente en una rotonda; un 68 por ciento toma el carril inadecuado; un 77 por ciento no sabe distinguir entre cambio de sentido y de circulación; y un 20 por ciento no utiliza para nada el intermitente al entrar en una rotonda.

Además, ha recalcado que un 45 por ciento de los conductores, según datos de la DGT, usan el carril interior para salir de la rotonda y un 15 por ciento, incluso, hace las rotondas rectas, sin respetar ningún carril. Frente a esta situación, Ruiz Cazorla ha apuntado a las 'turbo rotondas' como una solución. Fueron desarrolladas en el año 1998 en Holanda, "dando más fluidez y seguridad" a las glorietas. "La filosofía -ha resumido- es que hay que saber dónde se quiere ir al entrar en la rotonda". [Así funciona la turbo rotonda de Santander]

Una vez que se conoce el destino "solo se trata de ponerse en el carril adecuado y seguirlo, porque no se puede cambiar, hay línea continua". De este modo, se usaría el carril exterior para salir por la primera y segunda salidas de la rotonda, y el interior para las salidas números tres y cuatro. De este modo, ya que no hay que cambiar de carril, "se neutraliza el riesgo de golpe lateral y, además, el radio de curvatura -ya que la isleta central no es redonda- obliga a reducir la velocidad", lo que igualmente, incrementa la seguridad en la circulación. En 2009, estas 'turbo rotondas' llegaron a España "y ya existen en Asturias o Santander.

ASí son las turbo rotondas

Las turbo rotondas, desarrolladas en 1998 en los Países Bajos por Mr. L.G.H. Fortuijn, surgieron a partir de la necesidad de mejorar la capacidad de las glorietas tradicionales, para evitar los problemas que surgen en su utilización, lo que limita su capacidad y perturba su correcto funcionamiento. Las glorietas de varios carriles se instalaron en intersecciones donde el volumen de tráfico es tan elevado que supera la capacidad de una glorieta de un solo carril. En estas glorietas, en ocasiones, la confusión sobre qué vehículo tiene prioridad al salir de la glorieta conduce a colisiones. El diseño de las turbo rotondas resuelve la cuestión.

Se presentan como una isleta central de forma no circular que canaliza el tráfico desde las entradas y a lo largo de la calzada, según el destino que se quiera seguir. Por tanto, es el conductor quien debe seleccionar a qué salida va a dirigirse antes de entrar a la turbo rotonda.

En ellas no hay carril exterior, causante de situaciones conflictivas que desencadenan en colisión en las glorietas clásicas. Es decir, su diseño elimina la preferencia del carril exterior y todos los carriles pasan a tener utilidad, siendo el propio carril el que guía al conductor desde la entrada a su salida previamente seleccionada. Esto neutraliza el riesgo de golpe lateral. De paso, el radio de curvatura obliga a reducir la velocidad.

Principios de las turbo rotondas

El elemento más importante de la turbo rotonda es el carril en forma de espiral marcado para eliminar la necesidad de invadir el carril adyacente. Como resultado, aumenta la seguridad vial y la capacidad de la propia rotonda. No tienen 2 carriles a lo largo de la rotonda, aunque existen zonas en las que se requieren. Su tamaño es, en general, comparable al de una rotonda estándar de dos carriles, con un diámetro aproximado de 50 metros.

En ellas hay un solo carril que se aproxima a la turbo rotonda y que se divide en varios carriles de giro. Los conductores deben elegir su carril de giro (y, en última instancia, su destino) antes de entrar, pues una vez dentro no hay posibilidad de invadir el carril adyacente; es decir, el conductor, una vez elegido el carril de circulación, no podrá cambiarse. A todo ello, los vehículos salen de la turbo rotonda sin verse implicados en situaciones de colisión fronto-lateral por invadir el carril adyacente. También utilizan espirales en lugar de círculos, para dirigir el tráfico desde la entrada hasta la salida.

Fuente: abc.es