Opinión

En boca cerrada no entran moscas. Editorial

En boca cerrada no entran moscas. Editorial

En Diario de Transporte nos encargamos, lo mejor que sabemos, de publicar noticias principalmente sobre el mundo del transporte y también de aquellas denominadas de "sociedad" que consideramos de interés para nuestros lectores.

El pasado lunes día 3 a las 12:47 horas nos hacíamos eco de una de las noticias que menos nos gusta publicar, a pesar de que siempre habra quien no se lo crea, (nos da igual). La trágica noticia llevaba el siguiente titular: Fallece un guardia civil atropellado por una furgoneta en la A-1, distribuida a todos los medios informativos por la agencia EUROPA PRESS.

Con lo cual tuvo el eco mediático correspondiente. Hasta aquí, lamentablemente por el desgraciado incidente, todo aparentemente normal. Pero lo sencillamente repugnante, bochornoso, deplorable, y que produce vergüenza ajena viene despues. No es otro que algunos de los comentarios que tenemos que leer en las redes sociales, principalmente en la más popular, facebook. Comentarios que "supuestamente" provienen de profesionales del transporte, de alguien que está, si no miente, todo el dia en la carretera. Comentarios incluso casi de alegría por el fallecimiento de un agente en el cumplimiento de su deber, sea cual fuere. Comentarios que "pretenden salvajemente" justificar de algun modo la muerte de un ser humano llegando a escribir que: "Lo mismo estaba entorpeciendo la vía pública para multar a cualquier currante" (cita textual).

A partir de aquí, uno no puede por menos de pararse a pensar por un instante: ¿En qué mundo vivimos?, ¿Qué les está pasando a algunas pseudo-personas, por llamarlas de alguna manera para no caer a su bajísimo nivel? ¿Qué pasa, acaso los agentes de la Guardia Civil tienen que ser enemigos acérrimos de los camioneros y viceversa? Evidentemente como profesional que me considero del volante, no puedo estar de acuerdo. Sin pretender traicionar a nadie, ni lamerle el trasero a otros. Sencillamente siendo un poco sensato. Porque como a cualquiera que se gane la vida al volante de un camión, circule con un coche o sea un simple ciudadano de a pie, en la vida también he visto y me ha pasado de todo, y lo que me queda. Me explico.

Me han denunciado guardias civiles y gendarmes franceses, italianos y alemanes, unas veces fueron pequeñas multas justas, otras también injustas a todas luces y, como todo ser humano, despues en las sanciones injustas me he acordado del agente y de toda su familia y no precisamente para bien. Pero jamás desee la muerte a nadie. Nunca me alegré de la muerte de nadie, ni tan siquiera de aquellas personas que en la vida fueron enemigos y me hicieron daño. Sencillamente porque considero que esta vida es exactamente igual que un restaurante: De aquí no se va nadie sin pagar la factura que El de arriba o el destino consideren justa.

Pero en el caso que nos ocupa, hacer comentarios públicos como el reseñado anteriormente ante la muerte trágica de una persona, así a la ligera, simplemente por hacerse el gracioso, ser mas ocurrente que nadie o cualquier otro motivo que le llevara al "personajillo" a realizarlo, hace bueno el titular de este editorial: "En boca cerrada no entran moscas". Pero con otra intención añadida. Mejor que no entren moscas en esa boca porque se alimentarían únicamente de la mierda que hay permanentemente en ella. Porque el autor del comentario, del que no publico su nombre porque no se merece ni que le hagan publicidad, sea positiva o negativa, por parte de aquellos lectores que lean este artículo, para engrandecer incluso mas su "gracia", que de todo hay, no merece la pena.

Evidentemente, como siempre, esta no es mas que mi opinión personal, y me la trae al pario las críticas negativas que pueda haber sobre la misma, porque estoy ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión. Considero que lo mismo en el cuerpo de la Guardia Civil, que entre los camioneros, los fontaneros, los albañiles, los cirujanos o en cualquier otra profesión, hay buenas, regulares y malas personas, que se comportan, bien, regular o mal, tanto haciendo su trabajo como en la vida. Pero que sea El de arriba o el destino quien cumpla su trabajo y cuando deje este mundo por causas naturales, alla cada cual juzgándole por su estancia en este mundo. Pero opinar en vida es fácil y hacerlo inconscientemente y a la ligera más, sobre todo en las redes sociales en las que abundan perfiles falsos y demás. Luego que no extrañen si les cae el correspondiente chorreo encima cuando debieran haber tenido la boca cerrada para que no les entraran moscas o como en este caso, los dedos quietos, para que no se posaran en ellos los molestos insectos que se alimentaran con la mierda que en ellos había. Como siempre ¡¡¡BUENA RUTA!!!. @Camioneroleones.